Deuda
Finalmente el Gobierno pudo exhibir una victoria política. Tuvo otra –la sanitaria- no reconocida. Va a ser difícil tergiversar los efectos positivos emergentes del arreglo con los acreedores comunicado el martes de madrugada.
Cómo negar que el ahorro de 40 mil millones de dólares en los próximos años permitirá empezar –según palabras del Presidente- a poner a la Argentina de pie o por lo menos –para los del vaso medio lleno- evitar que siga tambaleándose.
No hablaremos aquí de los detractores de siempre, de los intereses concentrados y blindados por los medios. Pero va a ser artificioso negar que la Argentina redujo el valor de la deuda, descongestionó el cronograma de pagos, consiguió oxígeno para seguir gobernando.
Se trata de una posibilidad, una chance, nada automático para crecer, distribuir, exportar, reactivar, generar divisas, industrializar.
¿Cuánto hacía que no recibíamos una buena noticia? Muchos respiramos hondo. Alberto Fernández, también, porque la tarea de Martín Guzmán y los suyos (no me gusta la expresión “equipo” aplicado a este caso) contra los duros más duros acreedores, abre un horizonte ante un escenario de miseria heredado, con múltiples problemas que la pandemia vino a hacer llover sobre mojado.
La malaria se extenderá pese a los ATP, los IFE y todas las precauciones sanitarias, mientras el género humano desempolva lo mejor y lo peor de sí, pero se abre un ahorro que el Gobierno con férrea decisión política y presencia potente del Estado sabrá distribuir y asignar de la manera más justa.
Contra todos los pronósticos, el Gobierno evitó desbordes sociales, desabastecimiento y se dio el lujo de prohibir despidos y regular el teletrabajo.
El Gobierno se hizo cargo.
Procrear
El nuevo Plan Procrear que anunció Alberto Fernández este martes cuenta con 9 diferentes líneas de crédito: 4 personales (denominadas «mejoramientos microcréditos», «mejoramientos refacción», «mejoramientos sustentables» y «mejoramientos gas») y 5 hipotecarios («ampliación», «construcción», «lotes con servicios», «desarrollos habitacionales» y «desarrollos urbanísticos»).
Mediante estas 9 líneas, informó el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, que encabeza María Eugenia Bielsa, se otorgarán 300.000 créditos para mejoramientos, refacción y ampliación, se construirán 44.000 nuevas viviendas y serán adjudicados 10.000 nuevos lotes con servicios en todo el país. Para 2020, se estima una inversión de 25.000 millones de pesos.
Según detalló el Ministerio que dirige Bielsa, el relanzamiento del Procrear incorpora una nueva fórmula que reemplaza al UVA como sistema de actualización crediticia. El ajuste de los créditos se vincula con la variación salarial, «protegiendo los ingresos de los/as adjudicatarios/as» y brindando «mayor previsibilidad, transparencia y claridad en el acceso a las soluciones habitacionales».
La relación de la fórmula Hog.Ar, basada en la evolución del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) publicado por el INDEC, favorece la estabilidad entre las cuotas por pagar y los ingresos a lo largo de la duración del crédito» y «protege el patrimonio público», dado que la posibilidad de otorgar créditos hipotecarios con actualización de capital «garantiza la sustentabilidad de Procrear y la posibilidad de continuar otorgando nuevos créditos a más familias.
El Procrear estaba interrumpido. Los créditos UVA, usurarios.
El Gobierno se hizo cargo.