Una mujer se sienta en el terreno en que construirá, con sus propias manos, su casa. Su mirada viaja por cada uno de los elementos que hay a su alrededor. Observa el lugar y los mínimos cambios que se producen durante las horas de esta meditación contemplativa. Es el paso del tiempo el que empieza a darle forma a su sueño.
En esta acción de Sara, la protagonista de uno de los cuentos del libro El Sol Mueve la Sombra de las Cosas Quietas , podría sintetizarse también cierta metáfora de la escritura de Alejandra Kamiya: la del tiempo como una suerte de catalizador que posibilita o modifica las reacciones o los cambios de las personas y las cosas.
Bajo la Luna – 2019
Cristina Eseiza