Corría la década de 1930 y junto a los avances tecnológicos, se extendían los nubarrones de la guerra cercana; la más larga y devastadora del siglo.
En Alemania gobernaba Adolf Hitler y a la par de las crueldades de su régimen, el mundo se enteraba de la recuperación económica del Reich y su consolidación industrial. El eje de ese renacimiento fabril fue el desarrollo de la industria pesada y la producción de armamento que sumados a la obra pública, generaron plena ocupación. En ese marco de economía en expansión, Hitler encargó al diseñador industrial Ferdinand Porsche, la creación de un automóvil de uso masivo que pudiera desplazarse a cien kilómetros por hora, con poco gasto de combustible y pudiera transportar a una familia tipo alemana de cinco miembros; y que naturalmente por su precio, estuviera al alcance de todos.
Porsche por aquellos años, era un prestigioso industrial automotriz. En 1925 había comenzado a producir prototipos de una línea considerada “vehículo básico familiar económico».
El 22 de junio de 1934 se firma el convenio entre la Asociación de la Industria Alemana del Automóvil del Reich y Ferdinand Porsche. En el flamante complejo industrial de Wolfsburg debía comenzar la producción en serie del Volkswagen, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial fijó otras prioridades. La planta automotriz fue encuadrada en la economía de guerra. Así es que de allí en vez del “Escarabajo”, salió el Kûbelwagen; una especie de Jeep y el Schwimmwagen; un vehículo anfibio para uso militar.
Finalizada la contienda en Europa en mayo de 1945 y Alemania ocupada por los vencedores, a finales de ese año comienza la producción en serie del Kâffer (escarabajo), como comienzan a llamarlo los alemanes.
El auto que conserva sus virtudes originales a un costo de 990 marcos alemanes, se extiende por el mundo. Entre otras novedades con relación a otros automóviles, cuenta con un motor refrigerado por aire y la capacidad de flotar en el agua. “El aire no se congela ni hierve” advierte un aviso publicitario de la época, alejando al “Escarabajo” de los trastornos habituales de otros vehículos similares. La silueta comba que lo emparenta con el insecto que le dio el sobrenombre, se multiplicó en muchos países y el ronroneo típico del motor lo hicieron familiar para culturas muy diferentes.
En 1949 aparece el Volkswagen descapotable; versión que se fabrica hasta 1980 saliendo de fábrica 331.847 unidades. Por otra parte, Brasil y México un año más tarde comienzan a producir El Escarabajo clásico.
Pasaron los años y las grandes marcas estadounidenses, europeas y japonesas se adueñaron del mercado mundial lanzando un modelo tras otro; pero El Escarabajo permaneció impasible y fiel a sí mismo, con una clientela que por varias generaciones desoyó los cantos de sirena de las poderosas automotrices, que seducen a los consumidores con innovaciones permanentes en sus productos.
En Argentina nunca se fabricó pero desde la década de 1950, comenzó a importarlo la firma Fevre y Barret, representante de Chrysler en nuestro país. En 2021 es posible adquirirlo en cualquier concesionario autorizado.
El prototipo de los años ‘30 se fabricó con ligeras variantes durante 70 años. Pero la modernidad se impuso implacable. “El Escarabajo con sus configuraciones básicas, ya no cumple con los requisitos legales de la actualidad”, reconoció en julio de 2003 Bernd Pischetsrieder, presidente de Volkswagen alemana. En el mismo año la planta mexicana cesó la producción del Escarabajo, sumándose a su similar brasileña que ya estaba inactiva y a la casa matriz de Alemania.
Habían pasado 70 años desde el comienzo de la aventura y 21 millones de “Escarabajos” rodaron por el mundo. Pero una variante del modelo legendario seguiría en el mercado: el New Beetle que salió a la venta en 1997.
Más allá de la suerte que les depare el mercado a los nuevos modelos, los millones de Escarabajos clásicos que circulan en el planeta, mantendrán viva la leyenda de esta curiosa máquina que llevó a provocar el surgimiento de asociaciones como el Argentina Volkswagen Club que nuclea a los fanáticos de la marca. O los ochenta clubes mexicanos y los que existen en decenas de países. Kâffer en alemán, beetle en el mundo de habla inglesa, escarabajo para los hispano parlantes.
Desde 1995, el 22 de junio los admiradores de la marca celebran el Día Mundial de Volkswagen Escarabajo. La fecha recuerda el día en que en Alemania en 1934, se firmó el primer convenio para producir El Escarabajo.
En la actualidad Volkswagen es propietaria de un club de fútbol alemán: el VfL Wolfsburgo. También de las marcas de camiones Skoda, Scania, MAN y los automóviles Audi, Bentley, Bugatti, Ducati, Lamborghini, y Porsche.
Referencias
El amor por los autos es algo que muchas veces se vuelve imposible de explicar, y como tantas cosas que no se pueden poner en palabras, algunos artistas tienen la capacidad de hacer canciones simples, casi “de cancha”, pero que resumen en pocas líneas un sentimiento que a muchos les marca toda una vida. Esta es una de las mayores características de Bestia Bebé, una banda de la escena under del rock nacional liderada por Tom Quintans, ex baterista de la recientemente extinta banda de kraut-rock Go-Neko!.
El cantante le dedicó un canción especial al Volkswagen Escarabajo titulada «Wagen del pueblo», cuya letra te dejamos a continuación. Podés escucharla en este link.
Wagen del Pueblo
Nació en Brasil pero en verdad es alemán,
lo conocimos durmiendo al lado del mar.
Piel amarilla, corazón de metal,
Wagen del pueblo, nadie lo puede parar.
Yo sé muy bien que él no me va a abandonar,
a veces pide un poco de atención especial,
serán los años, será de tanto andar,
que deja todo nadie lo puede negar.
Voy a lavarlo una vez más
para que vuelva a brillar,
voy a sacarlo del garaje
para que lloren los demás.
Es un auto nuevo para mí
aunque para vos sea viejo,
es una máquina total.
Es un auto nuevo para mí
aunque para vos sea viejo,
lo llevo en mi corazón.
No existe un control policial
que se anime a enfrentarlo,
voy a sacarlo del garaje
para que lloren los demás
Es un auto nuevo para mí
aunque para vos sea viejo,
es una máquina total.
Es un auto nuevo para mí
aunque para vos sea viejo,
lo llevo en mi corazón.
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