Hoy en día los servicios de streaming y los canales de tv han acostumbrado al público a producciones de alto nivel, poblado de estrellas cinematográficas y con el aval de los creadores más prestigiosos de la industria. No sorprende que los guionistas elijan plataformas que permiten contar historias más complejas en donde el desarrollo de personajes es mucho más profundo y nadie está atado a un tiempo límite de exhibición en salas. La era dorada de la narrativa a veinticuatro cuadros por segundo se ha instalado hace poco más de dos décadas con varios hitos que ayudaron al crecimiento del medio.
“Lost”, emitida por primera vez en el año 2004, fue una de las series pioneras que abrió paso a un nuevo modelo de hacer contenido para la pantalla pequeña.
Perdidos en una Isla
Daniel Defoe publicó en 1719 “Robinson Crusoe”, las aventuras del marino inglés que tras varias peripecias termina varado en una isla durante casi tres décadas. “El Señor de las Moscas”, obra cumbre de William Golding, narra las vivencias de un grupo de chicos que tienen que adaptarse a vivir solos en una isla tras un accidente de avión. En cine hay varios ejemplos emblemáticos: “Náufrago”, protagonizada por Tom Hanks y dirigida por el enorme Robert Zemeckis y “La Laguna Azul”, controvertido film con una joven Brooke Shields y Christopher Atkins, bajo la dirección de Randal Kleiser, (“Grease”) por citar solo dos.
La temática de gente varada en una isla desolada es recurrente, fue motivo de cientos de obras trasversales a todos los medios narrativos y géneros existentes. Sin embargo “Lost” tomó la premisa y comenzó a construir un castillo sobre la misma, mezclando drama, acción, romance y ciencia ficción, durante seis temporadas.
El vuelo 815 de la aerolínea Oceanic Airlines se estrella en una isla en el medio del océano Pacífico. Los sobrevivientes del vuelo se encuentran de golpe perdidos en un territorio desconocido, sin saber si hay habitantes al otro lado del frondoso bosque lindero a la playa, y están a la expectativa de un rescate que parece poco probable. Pronto surge un líder —muy a su pesar—: el doctor Jack Shephard. (Matthew Fox) Kate Austen y “Swayer” (Evangeline Lilly y Josh Holloway) completaran el triángulo amoroso de la serie. El entrañable Hugo Reyes, encarnado por Jorge García, será el alivio cómico, puro corazón pese a que lo persigue la desgracia. Sun-Hwa y Jin-Soo Kwon, pareja coreana, aparecen como los más aislados al principio por la barrera idiomática. Charlie Pace, en la piel de Dominic Monaghan, es una estrella de rock caída en desgracia por un problema de drogas, que pronto traba amistad con Claire Littleton (Emilie de Ravin), la única embarazada del grupo que deberá enfrentar todo el aislamiento con un parto en camino.
De todos los personajes tal vez es John Locke (Terry O´Quinn) uno de los más enigmáticos. Experto en supervivencia, es quien más rápido se adapta a toda la situación, hasta parece disfrutar del destino imprevisto del vuelo. A medida que se suceden los capítulos nos cuentan que Locke era paralítico antes de que se estrelle el avión, y había sido rechazado en una agencia de viajes, que armaban expediciones de aventuras, justamente por su impedimento motriz. Sin embargo tras aterrizar en la isla recuperó la movilidad al 100% de inmediato. Este personaje tendrá uno de los arcos más completos de toda la historia, con giró de tuerca incluido en la última temporada, y por su naturaleza exploradora y aventurera, Locke participará en los descubrimientos más importantes a lo largo y ancho de la isla.
“Lost” está repleta de personajes secundarios de diversa importancia. A lo largo de las temporadas los sobrevivientes van a descubrir que no están tan solos como creen, y los misterios se multiplicarán exponencialmente. Una de las críticas que tuvo la serie fue justamente que muchos de estos interrogantes planteados en las temporadas jamás se resolvieron, o las resoluciones fueron vagas (“¿qué pasó con el oso polar?”, por citar uno) pero la misma naturaleza sobrenatural de la isla “permite” esa licencia artística. Si el mundo real está lleno de misterios irresolutos, ¿por qué no los tendría una serie televisiva?
La estructura de los capítulos en general se centra en los problemas que deben enfrentar los diferentes grupos en la propia isla, desde explorar el territorio, conseguir comida, todo tipo de heridas y malestares corporales, los ataques de “los Otros” (los habitantes originales de la isla), la famosa escotilla enterrada o el monstruo de humo que ataca, al parecer al azar, a quienes se adentran en el bosque. Todo esto se intercala con flashbacks de las historias personales de cada personaje (principales y secundarios) en donde ahondan en los pasados y las probables conexiones entre todos, aunque ellos no lo sepan. Todos comparten un rasgo en común: algún hecho terrible tiñe sus vidas, hechos trágicos, accidentes, muertes de familiares o pasados criminales. Hay tantas variantes como habitantes en la isla.
Los Creadores y su Legado
J.J Abrams, director de películas como “Mision: Imposible III”, “Star Wars: El Despertar de la Fuerza” o el reboot de “Star Trek” oficia de creador junto a Damon Lindelof, guionista y productor involucrado en películas como “Guerra Mundial Z”, “Prometeo” y series como “The Leftovers” o “Watchmen”. Ambos rodaron el piloto de la serie en Hawai, locación que serviría de base para las seis temporadas que abarcan “Lost”. En su momento fue el episodio “0” más caro de la historia de la televisión, y tras su estreno se convirtió en un éxito absoluto, acaparando la atención de más de 16 millones de televidentes tan solo en Estados Unidos.
La popularidad se tradujo a incontables idiomas a lo largo y ancho del planeta. Los fans empezaron a enhebrar todo tipo de teorías sobre la naturaleza de la isla y los misterios en Internet, catapultando la serie a un doble estatus: fue tan masiva como de culto. La serie finalizó con 121 capítulos, y su impacto en la cultura popular se puede ver aún hoy en día. Múltiples libros se han escrito y editado analizando los capítulos, recopilando teorías y detrás de escenas. Hay tres novelas ambientadas en el universo “Lost”. En su momento las temporadas en dvd se comercializaban como pan caliente. La reconocida empresa McFarlane Toys lanzó una línea de muñecos de “alta gama” con los principales personajes. Hubo videojuegos para consolas, pc y hasta celulares. También rompecabezas, cartas coleccionables, líneas de ropa… del 2004 al 2010 podías encontrar cualquier cosa con el logo de la serie o el rostro de alguno de los protagonistas.
La serie revolucionó también el formato multimedia. En paralelo a la serie principal se desarrollaron varios proyectos en Internet, episodios que ahondaban un poco más en la historia de la isla, ampliando la mitología y alimentando las teorías que se multiplicaban en los foros. Los fanáticos de “Lost” simplemente no podían tener suficiente material para saciar la ansiedad semanal.
Pero la mayor contribución de “Lost” al panorama actual de las series televisivas o para streaming es el salto de calidad en el material que se presenta para la pantalla chica. Abrams y Lindelof demostraron que la televisión era un medio tan o más idóneo que el cine para contar historias complejas que atrajeran no sólo a las multitudes sino a las estrellas más relevantes. Antes de “Lost” era imposible pensar que una figura de la talla de Meryl Streep, Ewan McGregor, Anthony Hopkins, Matthew McConaughey o Amy Adams serían protagonistas de series o mini-series para tv o plataformas de streaming. Directores como David Fincher, M. Night Shyamalan o Martin Scorsese capitalizaron la nueva popularidad de un medio que hasta no mucho antes de series como “Lost” era casi catalogado como un “paso atrás” en la carrera de cualquier artista.
Hoy es normal ver series con efectos especiales, fotografía, música, producción y presupuesto propio de las producciones cinematográficas en la pantalla chica. Todos los días salen noticias de películas que se van a convertir en series o mini-series, cuando lo habitual era que alguna serie popular diera el salto a la gran pantalla, no el camino inverso. Los servicios de streaming apuestan cada vez más fuerte a ampliar sus catálogos con producciones originales, apelando a las estrellas más relevantes y los creadores más talentosos.
La otrora pantalla chica creció paulatinamente, convirtiéndose en un oasis para los narradores modernos. “Lost” fue una de las series fundacionales de la era dorada, allanó el camino para las maravillas que vendrían a posteriori y su lugar en la historia quedó asegurado tras el accidente de aviación que dejó a los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic Airlines varados en una isla plagada de secretos y misterios.
Desde febrero se puede ver “Lost” en la plataforma de streaming “Star Plus”, perteneciente al grupo Disney.
(Agradecimiento por los datos y las consultas al gran Mauro Rossi, a quien va dedicado este texto)