La Familia y las Conductas Adictivas
¿Qué es la Prevención en el Ámbito Familia?
No es lo habitualmente difundido en la labor de los psicólogos, todo aquello que se realiza en el aspecto preventivo, o al menos no se lo nombra como tal.
Y hay quienes consideran que no hay prevención posible, sino un trabajo que se efectúa a partir de una demanda, sobre un problema ya declarado, y que arrastra una causalidad del pasado.
Y así es como en los tratamientos recorremos los diferentes momentos históricos, personales, familiares y sociales de quienes nos consultan, tratando de encontrar las claves de aquello que los angustia.
Pero también en esta búsqueda, muchas veces, observamos que las causas de sufrimiento de quienes consultan, podrían haberse evitado, o prevenido. Y ¿en qué ámbito podrían operar acciones preventivas sobre las formas de interrelación para evitar consecuencias a futuro? Sin duda en el ámbito familiar.
Para que alguien pueda ser agente de cambio de una situación familiar, en principio debe experimentar un análisis personal que le permita una perspectiva más amplia acerca de su forma de vincularse y de la que posee el entorno en que lo hace. De esta manera puede plantear estrategias de cambio frente a situaciones conflictivas, o modos estereotipados de acción, que se repiten y reproducen de manera inconsciente entre los integrantes del grupo familiar. Este estilo vincular que se va instaurando inconscientemente puede ser, en parte, una de las causales de «males mayores» futuros. Todos constituimos una identidad propia desde nuestra infancia, dentro de un grupo de pertenencia familiar, que como todo grupo, tiene su propia historia y costumbres; la selección y modificación de nuestras identificaciones infantiles nos permitirá acceder a una identidad madura. Pero hay patologías que presentan en quienes las padecen, referentes en el entorno familiar que hablan de un campo propicio para su desarrollo.
La Familia del Adicto
A modo de ejemplo, en la terapéutica de casos de drogadependencia tratados en instituciones de internación, uno de los aspectos fundamentales a trabajar son las características familiares del adicto, no porque un tipo particular de interacción familiar provoque las conductas adictivas, sino pues se han observado condiciones que se repiten en las familias de los internados. Detectar estas dificultades en la asunción de roles y funciones familiares, permitiría resignificar el rol del miembro familiar, que en estos casos, a travez de su padecer denuncia algo de la conflictiva grupal.
En estas familias suelen observarse miembros que muestran conductas adictivas; o bien tendencia a comportamientos de tipo simbióticos, es decir cierta dificultad para diferenciarse, prevaleciendo una identidad grupal en detrimento de una personal. Lo cual se manifiesta también en dificultades para establecer relaciones por fuera de lo familiar. Los cónyuges conservan su lugar de hijos en la familia de origen, restándole peso a su alianza matrimonial, denunciándose así la falta de un desarrollo autónomo personal, que por su parte no permitirá la transmisión de experiencias de crecimiento autónomo a sus hijos.
Estas deficiencias en los roles parentales promoverán dificultades a la hora de establecer límites claros a los hijos.
No existe una «escuela para padres», de lo que se trata es de revisar y conocer nuestro propio comportamiento en relación con otros, pues sí, a través de él brindamos el ejemplo para las identificaciones que darán origen a las identidades adultas de nuestros hijos, y de esa responsabilidad no podemos desentendernos.
Lic. Víctor Hugo Silvetti
Psicólogo – MN 26467