“No me olvido más de aquel domingo. Era nuevito en el TC ya que hacía menos de un año que había debutado. Pero me acuerdo porque largaba sexto justo detrás de Juan. El día comenzó complicado por la lluvia y en vez de largar a las 8 lo hicimos pasadas las 10. Estaba en la largada y de pronto viene Juan: “Tené cuidado pibe con el barro, porque vos sos nuevo”. Al largar enseguida se me fue en el pavimento y cuando bajamos al barro, ya no lo vi más. Era increíble lo que andaba. No pude ver el accidente porque un rato antes abandoné al romper la directa. Al bajarme del auto vi que los aviones de las radios daban vueltas sobre el mismo lugar. Intuí que algo había pasado y lo confirme cuando escuche la radio. En un primer momento muchos pensaron que yo había tenido el accidente. Es que al pasar por esa vuelta por el pueblo detrás de los Emiliozzi faltábamos Juan y yo. Por más joven y loquito creyeron que había volcado yo. Juan no sólo era un gran piloto sino una excelente persona. Solía recorrer los autos en la largada, del primero al último. Recuerdo que cuando debute llegó hasta mi auto y me dijo: “Andá con cuidado que tenés un auto muy rápido y esta es tu primer carrera”. Valoré mucho ese consejo porque venia de un grande y fue sincero como pocos.”
Por Carlos Pairetti – Clarín – 03-03-03
Juan Gálvez triunfó en 59 carreras y fue nueve veces Campeón Argentino de TC, un récord nunca superado. Las efemérides marcan que Juan Gálvez perdió la vida a los 47 años, en la Vuelta de Olavarría, el 3 de marzo de 1963 al ser despedido de la máquina.
En una curva y contra curva, las llamadas “S” en el camino de los chilenos en Olavaria, la que debería ser fácil para Juan Gálvez, en aquella carrera de Olavaría, el piloto más ganador y con más títulos de TC, emprendía su camino de gloria, rumbo al cielo, era la tercera vuelta, el auto que se descontrola, se traba y vuelca , Juan Gálvez que nunca se ataba por miedo al fuego, salió despedido del auto y las rutas del país ya no sabrían más de sus hazañas, ya no verían al Ford azul con el invariable número uno pintado en los laterales.