Cada persona tiene una idea diferente sobre el tema. No hay una definición definitiva.
Es una pregunta que se hace todo sujeto de una u otra manera, en el curso de su vida. Describir lo que significa, nos enfrenta a cierta confusión. Está ligada a apreciaciones subjetivas que pueden variar según la época y el tipo de sociedad. Algunas condiciones que se podrían enumerar serían libertad, salud, bienestar económico, amor.
La asociamos al placer, como una experiencia puntual y evanescente.
Se trata de un estado temporal intransmisible, una sensación indecible, un súbito cambio de ánimo que aparece como un monto de alegría.
Los Filósofos la han estudiado desde distintos ejes teóricos, pero la Filosofía en general coincide que es el motor del ser humano.
En la Antigüedad los Dioses del Olimpo satisfacían sus impulsos viviendo en un estado hedonista.
Con la irrupción del Cristianismo se suspende la Felicidad Terrenal buscando la salvación del alma.
Hoy, a través de la Tecnociencia, se busca mantener la ilusión de que la Felicidad es posible mediante recetas. Entendiendo una idea de igualdad sin considerar los factores sociales, históricos y políticos.
En este contexto aparecen los libros de autoayuda, que prometen Felicidad, propiciando una tranquilidad efímera o en todo caso anestésica.
Sabemos que el Psicoanálisis se dedica a la investigación de las patologías mentales, y a la investigación del sufrimiento humano. La Felicidad es un tema secundario. Lo específico de la posición analítica es privilegiar el Deseo.
Dice Freud, el programa que nos propone El Principio del Placer es irrealizable. La cultura pone límites. Atenta contra el estado de Felicidad. Para soportar las desdichas de la vida se recurre a las drogas, al arte o la ciencia, como satisfacciones sustitutivas y aclara que la Felicidad o su impedimento no se encuentra en las acciones, sino en la estructura interna del sujeto, que con un funcionamiento alterado, podría causar relaciones desdichadas a repetición, y de insistir en este tipo de relaciones podrían atentar contra la salud psíquica.
Quien hace un aporte al tema es Julio Llinás, autor de la novela “De eso no se habla” llevada al cine por Maria Luisa Bemberg. Al final uno de los personajes dice: La Felicidad se la comienza a descubrir cuando se ha perdido.
Lic. Hugo Funes
MN.15067