El Movimiento Obrero argentino tiene una larga historia. Su primer sindicato fue la Sociedad Tipográfica Bonaerense fundada en 1857. Con la inmigración europea masiva a finales del siglo XIX, llegan también militantes gremiales y políticos que crean los núcleos organizativos de lo que luego serían poderosos sindicatos. Durante muchos años las líneas mayoritarias en el gremialismo fueron el anarquismo en sus distintas tendencias y el socialismo. En 1901 nace la Federación Obrera Argentina (FOA), luego denominada Federación Obrera Regional Argentina (FORA) anarquista, y en 1903 la Unión General de Trabajadores (UGT) de orientación socialista.
La lucha ideológica se traduce en sucesivas rupturas y táctica diferentes entre las tendencias dominantes, a las que luego se suman los comunistas y una fracción originada en la FORA que se denomina “sindicalista.” Los trabajadores protagonizan luchas históricas como la Semana Trágica de 1919 y las huelgas de la Patagonia; ambas ferozmente reprimidas.
El 27 de septiembre de 1930 bajo la dictadura de Félix Uriburu, nace la Confederación General del Trabajo (CGT). En marzo de 1943 debido a disputas internas, la Central Obrera se divide en CGT N° 1 y CGT N° 2. Con la asunción del coronel Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión, la relación con el sindicalismo cambia debido a las importantes mejoras obtenidas; desaparece la CGT N° 2 y se consolida una sola CGT.
El 17 de octubre de 1945 los trabajadores devuelven a Perón la iniciativa política y desde entonces, la CGT se convierte en “la columna vertebral” del flamante Movimiento Peronista. El golpe militar que derroca a Perón en 1955, también interviene a la CGT. En 1957 un número importante de gremios frustra el Congreso Normalizador convocado por el gobierno de facto de Aramburu, cuya intención era crear un sindicalismo afín. Los disidentes fundan las “62 Organizaciones,” claramente peronistas. En 1961 el gobierno de Arturo Frondizi inicia la normalización de la CGT y en enero de 1963 José Alonso asume como Secretario General. A su vez un sector disconforme con el liderazgo del metalúrgico Augusto Vandor, se nuclea en las “62 Organizaciones de Pie Junto a Perón.” En 1964 la CGT enfrenta al presidente Illia con un Plan de Lucha que culmina con la toma de miles de empresas. En 1966 ante las medidas antipopulares del dictador Onganía, la CGT retoma la lucha y sufre la intervención de numerosos gremios. En marzo de 1968 se divide nuevamente la CGT en “Azopardo” y “Paseo Colón.” En 1970 José Rucci es designado Secretario General, cuyo mandato renueva en 1972.
El movimiento obrero tiene protagonismo en la vuelta de Perón y en la concertación del Pacto Social implementado por el gobierno peronista en 1973. Rucci es asesinado en septiembre de ese año y el golpe militar de 1976 golpea duramente al sindicalismo; el que en muchos casos padece una situación similar a la de 1955. Luego de la recuperación democrática y sucesivos realineamientos internos, el Movimiento Obrero siguió siendo un factor determinante en la sociedad argentina.