Mi Infancia se Quebró Entre Esos Dos Mundos
“Ella también lloraba, pero en silencio, porque nunca pudo entender el ritmo de Buenos Aires y se sentía perdida en un mundo que le era tan ajeno. Sintió miedos que nunca había sentido antes. Y como papá estaba mucho tiempo fuera de casa jugando torneos internacionales, ella debía aferrarse a nosotros, sus hijos, así que durante los primeros tiempos sólo nos despegábamos cuando llegábamos al campo y nos convertíamos en Tarzán y Jane, y nos poníamos a explorar malezas de donde salían arañas, serpientes, escuerzos o comadrejas, que nuestra imaginación transformaba en furiosos animales de la selva amazónica. 9 de Julio no tenía nada que ver con la Capital y mi infancia se quebró entre esos dos mundos. Quizá por eso aún hoy tengo incorporado el ruido del tren al salir de la estación, como si fuera el hilo invisible que enlazaba lo que tenía que ser con lo que queríamos que fuese.”
A los Pocos Días Recibió un Telegrama de Evita
“Siendo muy pequeñitos, un periodista cambiaría toda esa historia de un día para el otro. El Negro Juárez del diario La Razón le hizo una nota a mi padre, al Maestro Rossetto, y como al pasar le hizo un comentario: “¿No le queda incómodo vivir tan lejos, maestro?”. Mi padre le contestó que sí, pero que económicamente no podía siquiera pensar en mudarse. A los pocos días recibió un telegrama de Evita, que, desde su lecho de enferma, lo invitó a elegir un departamento en unos monoblocks que la Fundación estaba construyendo en Parque Chacabuco. “Usted es importante para el país el gobierno quiere ayudarlo”, le dijo.
Reportaje de Daniel Olivera a Cecilia Rosetto – Caras – 04-08-94
Referencias
De ascendencia piamontesa, es hija del ajedrecista Héctor Decio Rossetto, múltiple campeón argentino de ajedrez y de Oneida Alicia Irigoitia.
En España fue agregada cultural del consulado argentino en Barcelona, asignada por el presidente Néstor Kirchner.
Su primer marido, Hugo González Castresana, casado desde diciembre de 1969, fue uno de los secuestrados y desaparecidos por la dictadura argentina en agosto de 1976 y encerrado en un siniestro campo de concentración llamado El Vesubio, donde fue visto por última vez en diciembre de ese año.
Su segundo marido fue Oscar Balducci con quien tuvo a su hija Lucía.