Escribir es un oficio, una pasión y un camino que busca hallar al lector. El escritor es parte del engranaje cultural de un determinado lugar; conocer el mundo de la gente del interior es en muchos puntos bien disímil al mundo de las grandes urbes. El desafío es conocer más para comprender mejor.

Hoy nos acompaña Mariel Romero. Nació en la ciudad de San Pedro, Buenos Aires, Argentina.

Adoptó a Tandil desde muy pequeña. Con tan sólo 4 años llegó a esta hermosa ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires.

¿Desde cuándo se inicia tu pasión por las letras y cómo fueron tus comienzos literarios?
Comencé mi tarea de expresar la comprensión del mundo interno a través de la escritura, hace tiempo. En ese entonces contaba con 26 años de edad. Luego de haber pasado por situaciones de vida difíciles, sentí la necesidad de transmitir las experiencias que habían tocado y transformado mi vida, profundamente. Mi mundo interno necesitaba ser compartido al igual que todo aquello que descubrí, junto a los seres llamados Ángeles. Así, los Ángeles poco a poco, comenzaron a llenar con sus presencias, espacios inesperados. Espacios profundos y esenciales. Sus contactos me acercaban a nuevos sentimientos. Así poco a poco, iba creciendo mi sensibilidad para percibir sus mundos.

¿Cuál o cuáles libros has publicado?
He publicado 4 libros y próximamente serán publicados 2 más. Comencé a descubrir a través de mis búsquedas, el mundo misterioso de las antiguas sabidurías, que se encuentran perdidas en el tiempo. Así es que esas mismas búsquedas, me llevaron a crear “EL AMANECER DE OMETEOTL»; mi primer libro. Naturalmente la concepción maya y china, que allí presenté, fue el comienzo de acercar una visión integrada del Universo, del mundo, de la naturaleza y el tiempo. Esas culturas milenarias conocían el cosmos. Sólo había que aprender a escuchar con otros oídos, a ver con otros ojos, con otra sensibilidad. El conocimiento perdido está allí. En gran parte logré acercar a mis lectores esa hermosa visión de unidad cultural, que es en realidad patrimonio de toda la humanidad.

Luego llegó, “El RECONSTRUCTOR, Nacimiento Cósmico», un libro que comprende a la vida y al tiempo tanto como El Amanecer de Ometeotl; pero es aún más misterioso, aunque por fuera sea una simple novela. Su lenguaje es cuántico y por lo tanto devela una forma preexistente en todo lo que vemos. Una forma que permanece oculta hasta tanto no despertemos; hasta que no nos atrevamos a traspasar los límites de la mente y del tiempo, con nuestro corazón. Este libro nos ayuda a comprender que sí existe un orden, más allá de todo. El Reconstructor, Nacimiento Cósmico lo logra; me trasciende como escritora. Trasciende a todo aquel que se anima a abrir sus páginas para encontrar allí, su gran mensaje.

En el año 2018 publique AURUM, Tiempo de Ángeles. En su segunda edición ampliada y renovada. Un hijo es. Pero si me preguntan, digo que es un libro dónde uno puede con sus cartas jugar con sus Ángeles y conocer poco a poco, sus Reinos. Nuevamente en él, aparece el lenguaje interior. El lenguaje que forma parte de cada persona, aunque no lo sepa. Un idioma que aparece en sus frases y simplemente recrea la conexión natural.  La conexión con la fuente, que posee todo aquello que contiene vida y consciencia.

¿Cómo es la vida de una escritora en el interior de la provincia? Ventajas y desventajas a la hora de ser leída como autor y/o publicado?
No creo que haya desventajas en los tiempos de tanta virtualidad, para lograr escribir o publicar según el lugar donde uno vive. La escritura considero es una proyección de uno mismo. Lograr transmitir lo que a uno le motiva. Eso de por sí, es un éxito. La sociedad está teniendo más espacios presenciales y virtuales, para que la expresión escrita se logre y llegue a más lectores cada día. Desde mi mirada es muy positivo y motivador para todo aquel que se inicia o desea desarrollarse, en el camino de autor literario.

¿Qué es la escritura para vos? ¿Cuál es tu humor como escritora en general?
Aprendí que uno, no sólo puede ser una simple voz que puede transmitir algo; sino que la belleza de las formas y la sabiduría invisible en todo lo que existe, me han acercado una nueva mirada. Mirada que puedo plasmar mejor cada vez, en cada frase y en cada palabra. Eso abre nuevos horizontes que puede aceptar con agrado cada nuevo lector.

No pretendo encasillarme en un humor o en una forma de literatura, más bien sigo creciendo en posibilidades de desarrollar nuevos diálogos de expresión, es una gran necesidad y disfrute para mí, crecer.

Mencióname algunos de tus escritores admirados y el porqué de la elección.
He leído a cientos de autores de distintas líneas literarias, como Ray Bradbury, por la capacidad de encausar la ficción dentro de la realidad al igual que Dan Brow e Isaac Asimov. Isabel Allende me inspira desde un principio. Es notable la forma en que muestra con simpleza aquello desconocido y presente: La parte espiritual de la realidad, dentro de la vida cotidiana.

A pesar de preferir a autores de similares estilos, mis distintos intereses me han convertido en una gran autodidacta más que, en una seguidora de determinada línea de literatura.

¿Formas parte de alguna asociación de escritores?
No formo parte de ninguna asociación de escritores, por el momento.

¿Cuál consideras que es el rol de las asociaciones de escritores?
Siempre es bueno para la mayoría tener referencias, acompañamiento y posibilidades de crecer dentro de una asociación.

Los escritores como tantos otros son eslabones de la cultura nacional, provincial y local; qué actividades realizás con respecto a la difusión de tus obras y las de otros autores.
Comprender parte de la profundidad de la vida me llevó a participar desde el año 1998, en la divulgación de la conciencia angélica, el conocimiento del calendario maya y de la transformación planetaria y humana. Así es que soy invitada a participar desde entonces, en distintos programas de canales de televisión, YouTube, radio, revistas y charlas abiertas a todo público; tanto en Argentina como en Latinoamérica y Europa. Mi felicidad es acercar estos temas en todos los rincones, incluso dentro de cursos, talleres y encuentros. Considero que haber llegado a muchos lectores a través del tiempo, tiene que ver con la labor de difusión.

 Comunicar y difundir sin interrupción equilibra las dificultades presentes a la hora de poder llegar a más lectores. Llegar a más personas, que desean participar en todo aquello que implica este preciado arte.

¿Qué opinás de los certámenes literarios?
-No he participado en certámenes pues siempre he tenido proyectos independientes para concretar, aunque no descarto la posibilidad de participar en uno.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
-Tengo actualmente varios proyectos de escritura, entre ellos dos que están en desarrollo y que pronto daré a conocer. Mis lectores buscan una continuidad en los temas que trato. Ese es un camino de crecimiento literario, en el cual siempre estaré encantada de poder crecer y concretar.

¿Cuál es tu búsqueda como escritora, si es que la hay?
En cada paso me encuentro con nuevas personas, hermosas almas en todas partes del mundo.

Compruebo así, que no importa dónde vivamos siempre seremos, humanos. Humanos con parecidas vivencias e iguales anhelos, preguntas e inquietudes. Simplemente, somos. Puedo decir que estoy agradecida a Dios y a la Vida. Que aquella necesidad primera de interpretar el lenguaje de los mundos sutiles, que nació al comienzo del camino, hoy continúa con más fe y esperanza. Como continúa la motivación de escribir mejor las historias de vida y de contacto con los mundos espirituales.

En este presente valoro mucho más, tanto la palabra como los silencios; las frases escritas en los libros, como en los muros olvidados. Valoro todas las palabras, que solo se comprenden con el corazón. Las que no han sido nunca dichas, pero que se están asomando en este tiempo, para que alguien pueda escribirlas. Para que ninguna palabra quede sin ser expresada, que no quede oculta ni en los labios, ni en los latidos de cada corazón.