La integración escolar permite a una persona con alguna discapacidad participar de una experiencia de aprendizaje, junto con otras personas que tienen otras posibilidades, en el ámbito de una escuela común. Es abrir el aula y la escuela a lo diferente.
La integración de alumnos con Necesidades Educativas Especiales tiene pocos años de desarrollo.
Estamos recién iniciando un proceso de construcción teórico-práctica. También estamos en pleno proceso de reconceptualización de la Educación Especial.
No son útiles, para avanzar en tal conceptualización, las posiciones rígidas y/o cerradas. No hay verdades absolutas. Entre los conceptos que debemos revisar están: “discapacidad”, “retardo mental”, “Necesidades Educativas Especiales”, “Integración”, “Inclusión”.
¿Integración o Inclusión?
No nos interesa establecer una discusión bizantina al respecto, sino intentar ser precisos en las definiciones y en la utilización de los términos. Cada uno de estos términos tiene un sentido, un origen y una direccionalidad. No son sinónimos, por lo tanto su utilización no es indistinta; si bien ambos tienen algo parecido, también tienen su diferencia.
La utilización de los términos Integración o Inclusión en la Educación Especial, parecieran tener una misma intención, tal vez en el sentido de cada término, lo que se busca expresar con ellos es una misma intención, una dirección, ambos parecieran querer dirigirse a un mismo “punto de llegada”. Pero, creo que en cada caso, se parte desde distintos lugares, el “punto de salida” -o de partida- de cada concepto no es el mismo, por lo tanto es probable que no se llegue al mismo lugar. Una persona integrada, como parte integrante de un todo, indefectiblemente está incluida en el mismo. Mientras que una persona incluida, colocado dentro de algo, no necesariamente estará integrado al todo. La Integración – como acción o efecto de integrar – es un concepto más abarcativo, que conlleva la Inclusión como consecuencia.
Este análisis terminológico intenta aportar algunos elementos más para la reflexión que, en todo caso, lejos de cerrar un debate, sólo se propone para seguir pensando y recorrer un camino que recién se inicia. Cualquiera sea el posicionamiento, lo que sí es claro, es que tanto la Integración como la Inclusión son conceptos amplios, que van mucho más allá de la Educación Especial y que, por lo tanto, no pueden reducirse y cerrarse a la discusión dentro de las escuelas, ni del campo educativo.
¿Qué es la Integración Escolar?
En definitiva, si entendemos al aprendizaje como una construcción social, entenderemos que cada persona desde su lugar realiza aportes y se enriquece en el intercambio con el otro. Así las diferencias, en lugar de ser un obstáculo para la tarea, son un factor fundamental que enriquece el aprendizaje y favorece el acceso a los distintos objetos de conocimiento. Además, con el contacto con las diferencias cada persona construye su identidad, se constituye como sujeto y aprende a reconocer al otro como alguien distinto de él, ni mejor ni peor, simplemente distinto. En este contexto, el alumno con discapacidad aprende a reconocer lo que puede y lo que no puede hacer; aprende con y de las diferencias, personales y de los otros. Con esto, también, aprenderá a reconocer y buscar su lugar en la sociedad.
Lic. Claudia Karabaic
Psicóloga y Docente del Curso de ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO
Especialización en INTEGRACIÓN ESCOLAR
Más Info en: https://institutoredba.com.ar/#!/at-escolar