Nadie sabe ciertamente dónde y cuándo el tatuaje comenzó por primera vez, pero todos concuerdan que es un arte muy antiguo. En muchos países, soldados y marineros son los principales clientes del tatuaje, pero en Japón es más popular que en ningún otro país, pues allí hombres y mujeres se tatúan. El arte fue practicado primeramente por las clases bajas durante el periodo Yedo (1603-1867) por bomberos, artesanos portadores de panquines , jóvenes y mujeres , y aunque el tatuaje fue prohibido en Japón en 1880, la ley es abiertamente desobedecida y nadie parece preocuparse demasiado.
El comercio del tatuaje en Tokio está dando grandes negocios, y muchos clientes vuelven varias veces para haber agregar nuevos dibujos a su piel. Alguno continúan hasta tener sus cuerpos totalmente cubiertos y muchos hombres que han perdido el cabello también hacen tatuar dibujos sobre sus cabezas calvas. Hay miles de dibujos para elegir y todos están brillantemente coloridos, y aunque el trabajo de aplicar el dibujo es doloroso, el cliente obviamente piensa que el resultado lo vale.
Cada vez que una mujer se aplica un dibujo fija la tintura manteniéndose debajo de una cascada de agua helada o sentándose en la laguna de la cascada. El dibujo más popular parece ser el Tatsu o dragón y algunos de estos monstruos feroces cubren la espalda completa con sus colas enroscadas alrededor del estómago del cliente. En las casa de los tatuadores más costosos los clientes son entretenidos con música y danzarinas mientras esperan su turno o cuando están bajo la aguja.
Bueno: ésta es una manera de gastar el tiempo libre. Personalmente, nosotros preferíamos leer un libro.
Revista Click – 1958