Prefiero la Rutina que le Viene a Uno de Arriba Antes que Elegirla yo
“Fui de Boca alguna vez. De Boca y de perderme los domingos gritando en la popular de la Bombonera, porque nunca me hice socio. Me faltó la guita, seguramente, o las ganas de comprometerme. Eso sí, le rajo a las responsabilidades cuando puedo; prefiero la rutina que le viene a uno de arriba antes que elegirla yo. En realidad, hace rato que me di cuenta de que la rutina y yo marchamos juntos y me la aguanto piola como los dueños de las jetas que veo todos los días me aguantan a mí.
Buenos Aires, con Ganas – Página 07 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Lo Hacían Sentir a Uno Metido Adentro de las Nubes
La infancia es algo de lo que hay que olvidarse lo más pronto posible, pensó. El cielo rojo del atardecer provinciano, las tormentas abiertas que lo hacían sentir a uno metido adentro de las nubes y mojándose como la casa y como el campo.
Buenos Aires, con Ganas – Página 11 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Uno es Diferente, Tiene Otras Ideas
-No creo. Fijate que me parece que Néstor cree sinceramente en lo que dice. Uno es diferente, tiene otras ideas, y no puede pensar siquiera que alguien piense exactamente lo contrario en serio. Pero con éste estoy aprendiendo a reconocer que hasta el más hijo de perra…
Buenos Aires, con Ganas – Página 18 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Lo Positivo lo Tiene que Encontrar Uno
-Lo positivo lo tiene que encontrar uno, Eduardo –insistió Susana. –No es tan fácil. Ojalá yo encontrara algo positivo. -¡Pero si no sabés ni siquiera qué te gusta! –Es más difícil todavía, Susana –dijo Roberto-. Llega un momento en que en lo único que uno piensa es en ir tirando con el sueldo. –Ustedes son demasiando derrotistas.
Buenos Aires, con Ganas – Página 44 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
A veces Uno no Sabe qué es lo que le da lo que se Podría Llamar ‘Alma’
-Olvidémonos de la cuestión trabajo; le hablo ahora de usted como persona, como compañero, si me permite. A veces uno no sabe qué es lo que le da lo que se podría llamar ‘alma’ a un lugar de trabajo como el nuestro. Uno se da cuenta a qué se debe la personalidad de una pieza vieja y fría como esta. Pero cuando eso desapa¬rece… desaparece, como pasó acá, es fácil comprobar lo que falta, lo que creaba esa alma que le digo. Mire, Ro-berto: yo soy un tipo aburrido y cascarrabias que hace una cantidad de años que trabajo en lo mismo. Estoy cansado hace rato de esto. No puedo jubilarme porque no me alcanzaría para vivir. Y le aseguro que este ambiente le quita a uno la alegría, hasta las ganas de hacer un chiste alguna vez o de escucharlo.
Buenos Aires, con Ganas – Página 109 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Si Uno se Hubiera Roto un Poco, si Uno se Hubiera Sentado a Pensar, si Uno se Hubiera Roto un Poco y Tratara de Interesarse por las Cosas.
Un rato nomás. Porque después se vuelve a lo de antes. Se han dicho tantas cosas distintas que es un tremendo despelote sacar algo en limpio. Se ha repetido hasta el cansancio algo solamente para cansarse y más tarde volver a repetirlo. Por un mísero bache tapado prácticamente en Esmeralda y Paraguay se construyó toda una imagen jodida del país. Si hay que ser cara rota, ver todo negro, pesimista, al cuete. Y uno ¿qué es?, ¿quién es para esquivar un bache? El Cha e Irán, Pereyra Iraola, Philip Morris, ¿quién es?, Vialidad Nacional, para tapar el bache. . . Como si Buenos Aires fuera un bache. Si uno se hubiera roto un poco, si uno se hubiera sentado a pensar, si uno se hubiera roto un poco y tratara de interesarse por las cosas. Pero no, meta hacerse la víctima, como dijo Silvia. La víctima, el pobre diablo paranoico que le tiran la cáscara de mandarina, la cáscara de banana… Y al final uno tropieza solo. No hace falta ni Premeditación ni Alevosía. A uno “lo corrieron de atrás, lo corrieron de atrás”, pero como si estuviera así todos los días. La víctima, desamparado, incomprendido, perseguido, buscando protección. “Señor Marini, ¿me regala quince días con goce de sueldo y así me voy a curar a Montevideo?” Y con voz de Oscar Casco: “Do Silvia, do”. Y con voz de Vittorio Gassman: “Me voy, Eduardo, me voy” Pura parada, pura pose diaria acostumbrada. Como si uno llegara por ese camino a conocerse. Salí, actor, cobarde, pará que estás a tiempo. Volvé y dejate de joder. Descubrí allá las trabas, chabón, y rompelas a patadas como se debe hacer. Pero primero encontralas.
Buenos Aires, con Ganas – Página 149 y 150 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Cuesta Darse Cuenta para qué Uno Está en el Mundo
Silvia, cuesta darse cuenta para qué uno está en el mundo, qué papel juega; un animal entre dos mil millones y medio mezclado con otros animales como uno… ¿Para qué? En qué me diferencio yo de mi vecino, de ese señor pelado con tres hijas iguales, que se la pasa laburando todo el día. Y bueno, resulta que eso, aunque parezca mentira lo decido yo, yo mismo, lo decido.
Buenos Aires, con Ganas – Página 198 – Pablo Babini – Sudamericana – 1967
Babini por Babini
“Desde que nací soy peronista, o más o menos. Escuché de refilón por la radio de mi casa los resultados de las elecciones del ´46. Me sentí identificado desde el vamos con los cartelitos de los parques porque yo realmente estaba muy cerca de ser un privilegio en ese entonces. Mi viejo ganaba mejor que nunca, y en la familia todo eran flores. Los tíos empezaron mucho después, cuando cayó Perón, cuando mi viejo fue a parar a Devoto y yo a laburar y mi vieja todo el día llorando y lamentándose”.
Pablo Babini nació en Buenos Aires en 1946. “Buenos Aires con Ganas”-su primer libro- mereció una mención especial en el concurso de novela “Primera Plana”, en 1966. Eran miembros del jurado: José Bianco, Carlos Fuentes, Emir Rodríguez Monegal y Mario Vargas Llosa.
Colección El Espejo