Si bien no contamos con estadísticas nacionales para conocer la prevalencia del autismo, las últimas estadísticas proporcionadas por el Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC- 2021 EEUU) hablan de que 1 de cada 44 niños tiene la Condición del Espectro Autista, por esta razón necesitamos dar más información a la sociedad para poder comprender y acompañar a las personas con esta condición.
Los signos del autismo suelen aparecer muy tempranamente en el crecimiento del niño, hacia los 18 a 30 meses aparecen esas primeras señales que nos indican que su desarrollo es particular, el niño no desarrolla el lenguaje de la forma esperada y además tiene dificultades para comprender su entorno, aparecen algunas conductas peculiares como pueden ser caminar en puntas, aletear sus brazos, girar sin marearse, correr sin un sentido aparente, tener intereses muy restringidos que cuesta variar, su juego es muy particular y le cuesta interactuar con otros niños, entre otras cosas.
Con un diagnóstico temprano y una estimulación adecuada desde pequeño va sorteando los obstáculos que se le presentan y avanzando en el desarrollo de forma más adecuada, esto no quiere decir que su estructura cerebral cambie, sino que logra adaptarse a lo que el entorno le pide.
El autismo estará presente durante toda su vida, encontrando diferentes dificultades a medida que crece, necesitando el apoyo y comprensión del entorno para poder avanzar y superar los obstáculos, es por eso que necesitamos brindar información para que podamos comprender esas particularidades que la persona presenta y ayudarlo a tener una mejor calidad de vida.
De acuerdo a la OMS, la calidad de vida es un concepto de amplio alcance, la definió como el “completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad”, este concepto fue actualizado por última vez en el año 2009.
Las dimensiones que se tienen en cuenta cuando se habla de calidad de vida son:
En el caso de las personas con discapacidad, y autismo en particular, necesitan de la colaboración del entorno para, brindarles apoyos adecuados, conocer sus particularidades, tener en cuenta sus capacidades y dificultades, con el fin de no vulnerar sus derechos y permitir que tengan una adecuada calidad de vida.
Los jóvenes y adultos con autismo se enfrentan a dificultades relacionadas con la falta de conocimiento sobre el tema en esta etapa, que es la más larga de la vida, teniendo que enfrentarse a la dificultad para conseguir profesionales del área de la salud adecuados para recibir intervención acorde a sus necesidades, falta de preparación del ámbito educativo para poder continuar sus estudios, falta de apoyos para lograr una vida independiente y serias dificultades para conseguir empleo.
Es preciso armar planes de transición a la vida adulta donde se contemple la necesidad de brindar información a la sociedad en su conjunto, y se tengan en cuenta las necesidades de las personas con condición del espectro autista para participar adecuadamente en diferentes ámbitos sociales, educativos y laborales a fin de garantizar una buena calidad de vida.
Patricia Orea
Lic. En Kinesiología y Fisiatría
Madre de un joven con TEA
C.A.B.A.- 2022