Pero cuando la música empieza/ No te quedes ahí como un tonto/ y rompes todo/ Escuchame, rompes todo. — Los Shakers, Break it all.

Los Shakers fueron una banda de rock uruguaya influenciada, como tantas otras de la década del ‘60, principalmente por The Beatles. La música importada de los países angloparlantes comenzó a calar profundo en las almas artísticas de una Latinoamérica que empezaba a vivir los vaivenes de la represión, sin sospechar que el macabro Plan Cóndor estaba a la vuelta de la esquina.

Esta nueva forma de comunicarse mediante melodías distintas, abocándose a letras que con el correr de los días se iban volviendo cada vez más comprometidas con la realidad, empezó a ganar terreno en la juventud de las ciudades. Los Shakers sirvieron de inspiración a gente como Luis Alberto Spinetta, Fito Paez o Charly García, por mencionar a unos pocos. De alguna manera los uruguayos habían probado que la voz latina podía traducirse a ese código tan del “norte”. Rompan Todo fue uno de los temas que compusieron —en inglés, como muchas otras bandas que empezaban en el rock— y se convirtió en uno de los primeros himnos rockeros con una letra que, hasta el día de hoy, define muy bien el espíritu del movimiento en los países de América Latina.

Netflix anunció la miniserie documental en el 2020, y se propuso el ambicioso trabajo de retratar la evolución del género musical en un continente que permanentemente entraba en estado de ebullición. Rompan Todo era el título perfecto para semejante empresa.

Con seis capítulos de una hora aproximada de duración, esta docu-serie es un esfuerzo creativo del director Picky Talarico, creado por Nicolas Entel. Se suma a la producción el mítico Gustavo Santaolalla, quien también presta testimonio en varios pasajes de los capítulos ya que es una de las patas fundamentales —y fundacionales— del rock argentino, y uno de los productores musicales más importantes de Latinoamérica.

Por supuesto que una producción de estas características no está exenta de controversias, sino todo lo contrario. Se busca retratar un movimiento artístico que estuvo, está y estará repleto de personalidades diferentes, puntos de vistas opuestos y una infinidad de grupos pertenecientes a todos los géneros posibles y es lógico que la mayoría de las bandas queden afuera del relato, que haya testimonios que causen algún tipo de malestar y, sobre todo debates.

Santaolalla fue uno de los puntos más criticados en el documental por sus dichos sobre Charly García por un tema del álbum Bicicletas, en donde el artista del bigote bicolor criticaba con una bella metáfora a un movimiento musical al cual Santaolalla pertenecía en aquel momento. “El rock se había convertido en parte del establishment”, asegura el productor en ese segmento de la serie.

En Internet no dudaron en saltar a la yugular del prócer musical argentino, criticándolo por su crítica, sin entender que cualquier movimiento artístico debe ser capaz de recibir los comentarios negativos ajenos y, sobre todo, ejercer el sano ejercicio de la autocrítica. Pero el amor en los tiempos de Twitter suele ser efímero, los recortes de información se toman como la información entera, y ahí es donde florece la controversia.

Muchos se quejaron porque no había incluido en el recorrido a bandas como Caifanes, Pitty Álvarez o el imprescindible Pappo. Otros tantos —muchísimos— renegaron porque Maná era parte del repertorio.

Uno de los aspectos que Rompan Todo enfatiza es cómo el rock se convirtió durante y después de las Dictaduras en Sudamérica y las catástrofes naturales en México, en una voz no sólo contestataria frente a las represiones, sino en un género que debía acoger a los marginados, a los que estaban con urgencia de gritar sus verdades. El rock era un motivo para que te “desaparecieran” los militares, el rock era un motivo para que la policía secreta reventara recitales y allanara casas ante la más mínima sospecha de subversión.

No hay nada menos rockero, entonces, que discriminar a una banda por no considerarla dentro de un género. ¿Quién tiene la autoridad para determinar qué es o no rock? La represión ideológica era eso que ejercían los gobiernos autoritarios, pero los censores siguen intentando ejercer su labor en la actualidad.

Por suerte ya no tienen dependencias gubernamentales para aplicar su odio, tan solo plataformas en redes sociales en donde el grito irracional de protesta tiene una vida breve, antes de quedar relegado por otras protestas intrascendentes y, sobre todo, infundadas.

El rock es libertad, lo dicen los propios artistas en el documental.

Uno de los mejores aciertos que tiene Rompan Todo es la capacidad de generar una narración atractiva, repleta de músicos importantísimos, que repasa sesenta años de historia no sólo musical sino sociopolítica. América Latina nunca fue un sitio sencillo en donde vivir, y el rock fue también una expresión manifiesta de este constante barco/rompe hielos que es el continente. Es un género que va mutando con el correr de los años y se nutre con la inyección vital de músicos nuevos que transforman el arte con sus visiones, con sus influencias, con su libertad.

Al momento de su estreno generó apasionados debates sobre la importancia de X artista, sobre la casi exclusión de las mujeres del rock, sobre comentarios que algunos consideraron poco afortunados. Pero lo importante es, también, que Rompan Todo consiguió llevar exponentes fundamentales del arte de habla hispana a muchísimos sectores de todo el continente que, probablemente, jamás hubieran llegado a nuestra música de no ser por esta mini-serie.

Rompan Todo es una producción de excelente calidad que provoca emociones genuinas. Permite revivir épocas pasadas a quienes las experimentaron y conocer caras por ahí no tan conocidas de momentos históricos claves en la historia de esta parte del globo.

Siempre se puede analizar qué faltó, que se expresó con mala fortuna o mala voluntad, siempre podemos ver el vaso medio vacío. Pero Rompan Todo no busca ser una obra completista, sino un disparador de ideas, un punto de partida para el análisis musical y lírico. También ofrece oportunidades: podemos conocer a artistas desde otro lugar, podemos descubrir a bandas o cantantes que tal vez se nos escaparon en la siempre creciente marea de músicos que salen a la luz cada día.

Rompan Todo es un documento incompleto, pero la tarea queda para la casa. El espectador, cuando finaliza esta excelente miniserie, tiene la opción de hacer los deberes en el confort del hogar y seguir ampliando los horizontes, investigando, descubriendo o rememorando a los protagonistas de una escena musical apasionante y siempre vigente.