John Bolton y los Golpes de Estado
La reciente declaración del ex funcionario republicano John Bolton caracterizada por un sincero sentido confesional, provocó reacciones de rechazo en diferentes partes del mundo incluido congresistas de Estados Unidos que seguramente prefieren que esas acciones permanezcan silenciadas en la democracia que tanto pregonan.
Es que la participación de Norteamérica en los sucesivos golpes de estados en todos los países de Latinoamérica que consideraron necesario hacerlo, es tan de público conocimiento que desconocerlo es peor que el reconocimiento de Bolton, aunque parezca políticamente correcto.
La injerencia de Estados Unidos en la política internacional es tan obvia que negarla hace que se pueda ver con algo de simpatía las declaraciones de este siniestro personaje, que por lo menos se le puede reconocer que haya evidenciado la hipocresía de los campeones de la libertad, hipocresía que se manifiesta en su máxima expresión al hacerlo en nombre de los derechos humanos.
La manera artesanal que pretende darle a esos hechos que provocan, no solamente el atraso y la pobreza de los países afectados, sino también la muerte y desaparición de personas, describe de una forma cruda la mente psicópata de aquellos que influyen y determinan el destino de pueblos.
Nuestro país desde el años 1955 hasta el 1983, salvo los períodos de Frondizi e Illia, Isabel Perón que inclusive no llegaron a término, estuvo gobernado por dictaduras militares y en todas ellas, desde la formación de la Unión Democrática en adelante, el arduo y difícil trabajo que requiere la construcción del golpe de estado al que se refiere John Bolton estuvo presente y por supuesto por colegas que lo precedieron.
La descripción de la arquitectura que requiere la planificación de los golpes de estado que tanto orgullo le significa al personaje en cuestión no es muy difícil de imaginar. Está claro que en ese despliegue, la construcción incluía no solamente los militares sino también se necesitaba como sustento el periodismo y el poder judicial. Sin estas dos últimas patas hubiera sido imposible darle algún vestigio de sustento (medios) y legitimidad (poder judicial).
El caos político, económico y social que el país llegó en el año 1983 deriva en el retorno de la democracia, sin proscripciones, los dictadores finalmente serían juzgados y condenados, una pata se había quebrado, el poder real cómplice quedó rengo, pero es a la democracia a la que todavía le cuesta caminar.
La confesión de un diplomático norteamericano: «He ayudado a planear golpes de Estado en otros países»
“Como alguien que ha ayudado a planear un golpe de estado, no aquí, sino en otros lugares, se necesita mucho trabajo”, se jactó el ex asesor de Donald Trump mientras estaba en una entrevista televisiva.
Congresistas estadounidenses, funcionarios de la región, el expresidente de Bolivia Evo Morales e incluso un exagente de la CIA reaccionaron a las crudas declaraciones del ex asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, quien el martes confesó haber «ayudado» a planear golpes de Estado en distintos países. El exfuncionario del gobierno de Donald Trump no se ruborizó al reconocer la intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de otras naciones y agregó que «se necesita mucho trabajo» para derrocar a un gobierno y tomar el poder de un país. Bolton no especificó qué gobiernos había ayudado a derrocar, pero entre 2018 y 2019 abogó por una intervención militar estadounidense en Venezuela.
Bolton ha ocupado numerosos cargos en las administraciones de Ronald Reagan, George H.W. Bush, George W. Bush y el propio Trump, además de ser representante permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas entre 2005 y 2006. Anticomunista acérrimo y marcadamente belicista, fue uno de los arquitectos de la guerra en Irak de 2003 para derrocar a Saddam Hussein con el argumento falso de que su gobierno poseía armas de destrucción masiva.
Extracto de la Nota de Página 12 del 14-07-22