Tatuajes
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Gonzalo Goicochea: Japonés
Mi primera experiencia con el tatuaje la tuve a los 14 años. Ahí comenzó esto que luego se transformó en mi estilo de vida
Gonzalo Goicochea: Japonés

Contanos un poco sobre vos y tus comienzos
Mi comienzo fue más ligado el dibujo…Me gustaba mucho dibujar con lapicera cuando recién empezaba la secundaria, por el simple hecho de no poder borrar.

Mi primera experiencia con el tatuaje la tuve a los 14 años, cuando me tatué con un amigo que había comprado un equipo de tattoo, a partir de ahí solo hablaba de tatuajes, y a los pocos días, le dije: Quiero hacer un tatuaje, quiero saber que se siente… Ahí comenzó esto que luego se transformó en mi estilo de vida. Mis viejos, en ese tiempo, creían que era un capricho más, pero siempre me apoyaron y continúan haciendo, y así me compraron un equipo completo. Era difícil conseguir materiales y gente para tatuar, hacía cositas chicas y cada tanto, solo en negro, tatuaba a mis amigos, hermanos, tíos y hasta a mis viejos.

Conocí tus trabajos gracias a Hugo HAB, quien me los recomendó para te tuviera en cuanta para mis publicaciones y la verdad que me llevé una grata sorpresa cuando los vi. ¿Fuiste un artista autodidacta a tus comienzos?
A Hugo y a todos los chicos de Good Times los quiero mucho, ellos siempre están presenten alentando proyectos. Respeto muchos sus críticas, son muy importantes, todos ellos son verdaderos tatuadores dedicados.

Siempre me gustó el arte, la pintura y la música más que otras ramas, pero con el tatuaje es distinto, ya que te exige de alguna manera ser autodidacta, solo que podes estar mal o bien referenciado. En mis comienzos, ya trabajando en estudios, cerca de los 18 o 19 años, tenía mucha práctica y poco aprendizaje y era inconsciente de una evolución, creía que estaba bien lo que había y con eso ya alcanzaba. Como a muchos de nosotros nos habrá pasado, con el tiempo  fui descubriendo una nueva gente, sería que estudiaba el tatuaje. En esta profesión las críticas de los tatuadores que admiras, ya sean positivas o negativas, son muy importantes para seguir creciendo, ya que no hay profesores que determinen que está bien o mal, queda en uno buscarse esos “maestros”. Yo, personalmente, me di cuenta un poco tarde, luego de unos 5 años de empezar a tatuar, que necesitaba seguir un camino y encontrar aquel estilo que realizaría con tanto entusiasmo y decir que mi evolución sigue en curso todos los días. Hoy existen cursos que pueden ayudar a iniciar a alguien  en el tatuaje, pero creo que técnicamente  a tatuar aprendes solo con tiempo y práctica, no hay una técnica para todos y listo, cada uno va adoptando lo que le funciona mejor o como se siente más cómodo haciéndolo. Requiere de mucha dedicación.

¿Te encontrabas escondido de alguna forma?
Siempre trabajé en Zona Sur. Ahora me encuentro en Quilmes, en un estudio privado, ya que mi trabajo creció y trato de sacar más provecho del tiempo todo el día. Trabajo dos o tres citas diarias, depende del trabajo sea en otra época, como trabajaba para otras personas y casi siempre eran estudios a la calle, hacia varios tattoos por jornada y de diferentes estilos. Hoy me organizo mejor, así puedo pasar más tiempo con mi familia y trabajar más cómodo.

¿Cómo te acercaste al japonés y principalmente a su corriente más clásica?
Veía ese tipo de tatuaje y no entendía como los hacían, eran tattoos que daban miedo, el tamaño, la cantidad de escamas en los dragones, los fondos, todo, una locura total. Empecé a ver trabajos japoneses en algunas revistas, pero era más corriente americana y europea, Cris Treviño, Alex Reinke, Wido de Marval, todos referentes de Hariyoshi 3, hasta que finalmente buscando y revolviendo un poco compre un libro de él. Para ese momento trabajaba en el Thunder, con Roly, una buena referencia, entonces comencé a comprar libros y fui directo a las raíces y ahí cambié la estética de mi trabajo. Quería conocer y estudiar mucho más a fondo todo, empecé a pintar con otras técnicas, veía todo el día cosas referidas al tatuaje tradicional japonés, y desde ahí siempre en la intensa búsqueda por esa estética fluida, que solo se logra en este estilo. Hoy trabajo más simple y con mucho negro, cada día descubro cosas nuevas y siempre estoy probándolas.

¿Qué características crees que diferencian tus piezas de los demás artistas que hacen japonés?
Los que hacemos este estilo, aunque usemos la misma base, logramos resultados muy distintos, son personales. Es como cada tatuador lo interpreta y puede gustar más o menos, depende de  cada uno. Realmente es muy difícil responder, porque analizo mi trabajo cuando veo algunos que son un poco viejos ya, si bien hay una evolución favorable, no veo características particulares. Si te puedo decir que me gustan de aspecto rancio, en el buen sentido. Una estética nítida, que a varios metros puedan ver claramente la composición y una paleta no muy amplia de colores.

El japonés es un estilo bastante estructurado en la composición y trabaja mucho con las formas del cuerpo. ¿Cómo trabajas en esos aspectos?
Trato de usar una base de referencias que incluye desde jarrones de cerámica, fotos de animales, pinturas antiguas, grabado japonés, anatomía, cualquier cosa puede influir en momento de componer. En cuanto a los trabajos grandes, diseño el personaje principal siempre con una base sólida. Me gustan mucho Hokusai y Kyosai, como los más conocidos, pero hay muchísimos más que se inspiran. Siempre trabajo el fondo y los demás elementos a mano, me resulta más fluido y seguramente el trabajo tenga un toque más personal, disfruto mucho haciéndolos. Hoy los que buscan el japonés tradicional piensan en un brazo, una pierna, la espalda o hasta el cuerpo entero…

¿Hay algún aspecto en el que consideras que tenés que mejorar o que te gustaría agregarle a tus trabajos?
Siempre estoy buscando mejorar. Seguramente tenía que mejorar mucho, pero no me vuelvo loco pensando en eso, es parte de la práctica y la paciencia, para lograr buenos resultados. Me gustaría en un tiempo usar, quizás, menos colores y hacer los fondos más oscuros, pero de poco voy dando siempre una vuelta de rosca.

En las 2 últimas convenciones de La Plata presentaste 2 espectaculares espaldas. ¿Estás trabajando en algún proyecto de gran tamaño actualmente?
Por suerte si, en esa convención hice un lindo proyecto que mostró el estilo que estaba trabajando, ya venía haciendo varios y a la gente le gustó. No asisto a muchas convenciones, de hecho en Bs. As. sólo voy a la de La Plata, porque me gusta que sea en zona sur, y me gusta mucho el lugar la organización también. Estoy trabajando en varios proyectos de gran tamaño, me divierte mucho, pienso bastante, busco nuevas maneras siempre, son interminables los recurso, me encanta!

Sos una máquina de dibujar y pintar. ¿Cuánto tiempo le dedicas a esas actividades? ¿Repercuten en el tatuaje?
Si, notablemente. Dibujo y pinto todos los días un ratito, estoy equipado con pinceles y hojas por todos lados en el estudio y en casa. No tengo mucho tiempo libre, pero me gustaría pintar un poco más. Creo que la pintura es el mejor ejercicio para cualquiera que se dedique o quiera dedicarse al tatuaje, para probar movimientos o combinaciones de colores, o simplemente, abrir tu mente hasta quien sabe dónde. Además, cuando lo trabajas en la piel, ya sabes quehacer y que no. Repercute considerablemente en el tatuaje, es muy importante, por lo menos para mí. Veo hoy a mucha gente diseñando los Ipads o cosas así, a mí me gustan los pinceles.

Te mudaste en 2014 de Berazategui a Quilmes, ¿Por qué decidiste cambiar de ciudad? ¿Qué podes contarnos sobre tu nuevo espacio de trabajo?
Necesitaban un espacio más grande y más cerca de casa y durante el 80% de mi carrera había trabajado en Quilmes. Por suerte, tengo clientes de todos lados, así que no repercutió en mi trabajo, llegan igual. Logré una dinámica más cómoda y privada teniendo dos pisos, usando solo para tatuar la parte de arriba y para pintar y tomar café la planta baja. La verdad es que estoy muy contento con el cambio.

¿Tenés pensado hacer algunas convenciones más?
Me encantan las convenciones, porque difunden el tatuaje de manera viva, o sea que aquel que nunca se tatuó puede tener una buena experiencia o mínima noción de como se hace un tatuaje.

Cada vez más gente asiste y cada vez hay más convenciones. Sinceramente no voy a trabajar como quien dice a facturar, llevo mi cliente y pocas cosas, nunca vuelvo con plata, la idea es mostrar el trabajo, soy muy mal negociante.

¿Te gustaría agregar algo más?
Si, pueden ver más sobre mi trabajo en Facebook (black dog tattoo/ Gonzalo Goicochea) y en Instagram (gonza black dog). Desde ya te agradezco la oportunidad de difundir mi trabajo. ¡Viva el tattoo!

Mas info:
FB: black dog tattoo
IG: gonzablackdog

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