Para Dibujar con Luz
La palabra fotografía se armó con dos vocablos griegos: foto (luz) y grafia (escritura), derivando de su unión la idea de escribir o dibujar con luz. Lo demás fue el resultado de la convergencia de dos descubrimientos que se perfeccionaron independientemente: la obtención de imágenes fijas por medio de una cámara oscura y la reproducción de estas mediante reacciones químicas, provocadas por la luz al incidir sobre determinadas sustancias.
Todo comenzó por 1727, cuando J.H.Schulze consiguió imágenes colocando bajo un dibujo un papel impregnado de nitrato de plata y cal. Mas habrían de pasar cien años hasta 1826, en que el francés Nicéphore Niepce (1765-1833) pudo fijar una imagen óptica dejando por varias horas en la ventana de su taller una placa sensible a la luz dentro de una cámara oscura. Su descubrimiento lo llevó a asociarse con Luis Deguerre (1787-1851) tres años más tarde, y de ese vínculo surgiría en 1838 un método para la obtención directa de imágenes positivas gracias al empleo de placas de plata: la “daguerrotipia”.
Aunque el avance era notable, se tardaba alrededor 25 a 30 segundos en efectuar una toma fotográfica, y eso si había sol. Pero este no era su principal inconveniente, sino la dificultad para obtener copias. Y fue otro inventor, William Henry Talbot, que hacía experimentos con lo que él llamó “calotipos”, quien superó el problema en 1839. Con sus “calotipos” se obtenían unos negativos que luego debían ser traspasados a positivos en otras hojas.
A partir de aquí, las investigaciones se concentraron en conseguir un papel para los negativos que fuese lo suficientemente sensible como para ser rápidamente. Impresionado. En 1851, un escultor inglés, Frederick Scott Archer, inventó un proceso al colodión húmedo con el cual obtenía negativos sobre una placa de cristal, lo que significó otra gran paso. Claro que la cuestión era aún muy trabajosa, porque como había que utilizar placas húmedas el fotógrafo tenía que llevar todo su equipo consigo. Más la idea básica era apta, y por eso en 1871 R.L. Maddox introdujo las emulsiones de gelatina y bromuro de plata, logrando las primeras placas secas estables. Esto permitió acortar los tiempos de exposición y derivó en la creación del obturador, para abrir y cerrar el objetivo rápidamente.
Su logro condujo a las primeras cámaras del tamaño pequeño que se complementaron con su procedimiento aplicado por primera vez en 1860: el “flash” o iluminación artificial, cuyo iniciador había sido el fotógrafo francés Nadar, (seudónimo de Gaspar- Félix Tournachon, famoso retratista y el primero en obtener una fotografía aérea), quien empleo magnesio para fotografiar las catacumbas de Paris. Tal vez por eso no asombró que unos años después, en 1888, el norteamericano George Fastman (1854-1932) patentara la película transparente y una maquina muy sencilla que llamó “Kodak” por el sonido que hacía el dispararla. Su producto venía con un rollo para 10 imágenes y enseguida conquistó el mercado, convirtiendo a la fotografía en algo masivo por primera vez.
Ya por entonces se habían efectuado los experimentos iniciales para obtener fotografías en colores. Los primeros “autocromos” (fotos color) fueron tomados en Francia hacia 1907. El inventor inglés William Fox creo en 1939 el proceso negativo-positivo usado en la fotografía moderna, y algunos años después, en 1947, el científico norteamericano.
Edwin H.Land ideó una forma de obtener fotografías instantáneas que calmasen la ansiedad de su pequeña hija por ver las fotos terminadas: había nacido la cámara “Polaroid”. Hoy, ya se trabaja con imágenes digitales almacenadas en distintos soportes, las cámaras son súper automáticas, las fotos pueden retocarse y procesarse por computadora y con los colorantes diazo se obtienen colores muy puros y de enorme fidelidad. Día a día, los técnicos de las grandes compañías fabricantes de cámaras y procesos fotógrafos construyen un futuro sorprendente, que derivan en los teléfonos celulares y cámaras diminutas en distintos soportes técnicos.
Fuentes: “El gran libro de los inventos y descubrimientos”, Editorial Atlántida (1993). Diario La Nación (03/04/94). “Gran Diccionario Salvat”. Salvat Editores- La Nación (1992)