El Bandoneón
No existe instrumento más identificado con el tango que el bandoneón. Paradójicamente, su historia y su ubicación geográfica fueron lejanas, pero por diversas razones se adaptó a esta música, hasta convertirse en la esencia misma del Rio de la Plata.
En 1918, Juan de Dios Fileberto escribió “Quejas de Bandoneón”, primer homenaje al instrumento. El autor siempre le negó la posibilidad de que tuviera letra alguna.
Ocho años más tarde, Pascual Contursi- radicado en Paris-, concibe la letra del último tango que escribió poco antes de su enfermedad mental: “Bandoneón Arrabalero”. La autoría de la música se le adjudica a Juan “Banchicha”. Deambroggio, aunque algunos sostienen que era del guitarrista Horacio Pettorossi.
Bandoneón Arrabalero
Bandoneón arrabalero
viejo fueye desinflado,
te encontré como un pebete
que la madre abandonó,
en la puerta de un convento,
sin revoque en las paredes,
a la luz de un farolito
que de noche te alumbró.
Bandoneón
porque ves que estoy triste
y cantar ya no puedo,
vos sabés
que yo llevo en el alma
marcao un dolor.
…………………………………………….
Tango – 1928
Música: Bachicha
Letra: Pascual Contursi
En 1928, Ignacio Corsini grabó el homenaje al instrumento de José González Castillo, musicalizado por Sebastián Piana y Pedro Maffia: “Bandoneón”.
Bandoneón
¡Bandoneón!…
Que lanzás al viento
por tus cien heridas
tu eterno lamento,
y que en cada aliento
renovás cien vidas
¡pa’ gemir mejor!…
¡Sangrando armonías
o llorando quedo,
sos el fiel remedo
de mi propio amor!
…………………………….
¡Corazón!…
Que lanzás al viento
con cada suspiro
el hondo lamento
de tu sentimiento,
y en cada respiro
crece tu emoción…
Cuando en la tristeza
tu canción se abisma,
¡sos el alma misma
de mi bandoneón!…
…………………………………
Tango- 1928
Música: Pedro Maffia / Sebastián Piana
Letra: José González Castillo
Enrique Santos Discépolo compuso para la película “Alma de Bandoneón” el tema central que llevó el mismo título. Fue en 1935.
Alma del Bandoneón
Yo me burlé de vos
porque no te entendí
ni comprendí tu dolor.
Tuve la sensación
de que tu canto cruel
lo habías robao, bandoneón…
Recién comprendo bien
la desesperación
que te revuelve al gemir
¡Sos una oruga que quiso
ser mariposa antes de morir!
Fue tu voz,
bandoneón,
la que me confió
el dolor
del fracaso
que hay en tu gemir;
voz que es fondo
de la vida oscura
y sin perdón,
del que soñó volar
y arrastra su ilusión
llorándola…
……………………………………………
Tango – 1935
Música: Enrique Santos Discépolo
Letra: Enrique Santos Discépolo / Luis César Amadori
En 1949, de la unión entre Homero Manzi y Aníbal Troilo surgió “Che, Bandoneón”, que a medio siglo de su creación sigue siendo un clásico.
Che Bandoneón
El duende de tu son, che bandoneón,
se apiada del dolor de los demás,
y al estrujar tu fueye dormilón
se arrima al corazón que sufre más.
Estercita y Mimí como Ninón,
dejando sus destinos de percal
vistieron al final mortajas de rayón,
al eco funeral de tu canción.
Bandoneón,
hoy es noche de fandango
y puedo confesarte la verdad,
copa a copa, pena a pena, tango a tango,
embalado en la locura
del alcohol y la amargura.
Bandoneón,
para qué nombrarla tanto,
no ves que está de olvido el corazón
y ella vuelve noche a noche como un canto
en las gotas de tu llanto,
¡che bandoneón!
…………………………………………………………………..
Tango 1949
Música: Aníbal Troilo
Letra: Homero Manzi
Por su parte Enrique Cadícamo en tres de sus temas reflejó también su sentimiento hacia este instrumento. Las obras fueron “Notas de bandoneón” con Orestes Cúfaro y Francisco De Lorenzo; “Son Cosas del Bandoneón” de 1939 en colaboración con Enrique Rodríguez y “A quien le puede importar” compuesto con Mariano Mores, registrado en 1949.
Son Cosas del Bandoneón
Son cosas del bandoneón
que se ha puesto a rezongar,
no son mías las tristezas
de esta noche de champán…
No tengo que ocultar
ningún amor de ayer
ni tengo penas que desenterrar.
Si algún dolor está
flotando sin querer
sépanlo todos, compañeros, que…
son cosas del bandoneón,
que por gusto, nada más,
esta noche de verbena,
se le ha dado por llorar.
…………………………………………………….
Tango – 1939
Música: Enrique Rodríguez
Letra: Enrique Cadícamo
A Quién le Puede Importar
Gime, bandoneón,
grave y rezongón
en la nocturna verbena.
En mi corazón
tu gangoso son
hace más honda mi pena.
Con tu viruta sentimental
vas enredando mi viejo mal,
un viejo mal que me ha dejado
enamorado,
arrinconado,
y olvidado para siempre.
Sin una sola caricia
que mi tristeza mitigue
su risa mala me persigue
y me persigue,
mientras sigue
tu responso, ¡bandoneón!
……………………………………………….
Tango – 1949
Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Cadícamo
En la enumeración de canciones que conforman y reflejan el sentimiento hacia este instrumento, una de las últimas creaciones es “Mi Bandoneón y Yo”, escrito e interpretado por Rubén Juárez.
Mi Bandoneón y Yo (Crecimos Juntos)
A veces se me hace que nació conmigo
y durmió en mi cuna pegao a mis pies.
Que fue mi juguete y mi perro de pibe
y toda la infancia la corrí con él.
Que anduvimos juntos, atorro y milonga,
desde mi bohemia, cigarro y café.
Y a veces rodamos maneaos por el suelo
y nos levantamos con la misma fe.
Mi bandoneón y yo crecimos juntos,
emparentaos, tal vez, por la pobreza…
Muchas veces reímos de alegría
y otras veces, lloramos de tristeza.
Yo le hablo de hombre a fueye, mano a mano.
Lo mismo que si hablara con la vieja.
Y cuando él me responde, se me antoja
que Buenos Aires mismo me contesta.
Sí, hermano, como siempre
con vos hasta que muera…
Si yo a mi bandoneón lo llevo puesto
como un cacho de tango entre las venas.
Y está de Dios que al dar mi último aliento,
moriremos a un tiempo… mi bandoneón y yo.
……………………………………………………………………….
Tango
Música: Rubén Juárez
Letra: Julio Martín