Los orígenes de la empresa creadora del muñeco Playmobil, se remontan al año 1876. Fue entonces cuando Andreas Brandstatter en Fürth, Alemania, instaló su emprendimiento para fabricar cajas registradoras, teléfonos y otros productos que contenían metal como insumo principal. En el año 1954 y acompañando los importantes cambios de diseños y productos finales que introdujo el material plástico, el Grupo Brandstatter (Geobra Brandstatter GmbH & Co KG) ya entonces con sede en Zirndorf, se inclinó por el uso de este material en las manufacturas, incorporando juguetes a su catálogo. De aquellos años data el hula – hula, un novedoso aro de material plástico que se hacía girar con movimientos de cintura.
En 1973 y con una industria plástica fuertemente afectada por la crisis petrolera mundial y a instancias del ingeniero Hans Beck, Jefe de Desarrollo de Geobra, se achicó el tamaño de los automóviles de juguete que producían, incorporándoles figuras acordes al tamaño del pequeño vehículo. Había nacido el Playmobil. Muy chico, cabe en un bolsillo; diseño simple, sin detalles y con brazos en forma de “U” para facilitar el agarre de cualquier elemento que el niño pusiera en sus manos. Playmobil se difunde y con él los accesorios. Nuevas actividades para sumar al escenario de los juegos, visten al pequeño juguete de múltiples trajes para otros tantos oficios y actividades: jardineros, piratas, estacioneros, médicos, policías, bomberos; diversidad de ocupaciones, sexos y vestimenta arquetípica para cada ocasión. Es en el año 1974 cuando el juguete es presentado en el Salón de Nuremberg, obteniendo así el reconocimiento acorde a la popularidad alcanzada. Paralelamente, la empresa concede licencias para que se fabrique su producto en otros países. En Europa Oriental aparecen copias del Playmobil, pero se las califica como de calidad inferior, además de no contar con autorización. Pero el Playmobil crece. Y aparecen los parques temáticos vinculados al mundo del juguete: Grecia, Malta, Estados Unidos, Francia y Alemania son sede de esos centros de diversión que giran en la órbita del mundo Playmobil.
En la década de 1990 surge la Línea Especial (Playmobil 1 – 2 – 3) destinada a los más chicos de 18 meses a tres años. Se trata de una serie de muñequitos similares a los clásicos, pero no desmontables, sin piezas pequeñas ni objetos punzantes, garantizando así su carácter absolutamente inofensivo. Yendo al otro extremo de la línea etárea, nos enteramos del surgimiento de organizaciones de adultos cultores del juguete, como la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil; también ferias, eventos, subastas y otras actividades vinculadas al muñeco carismático.
Según informaba un importante medio de comunicación de la Ciudad Autónoma de Buenos aires (CABA) en el año 2008, “Por cada hombre hay tres Playmobil”, en referencia a que entre los años 1974 y 2008 se fabricaron 21.000 millones de juguetes que fueron distribuidos en todo el planeta. Tres Playmobil por habitante…!
La Argentina también dio una buena acogida al pequeño juguete y sus accesorios. La empresa nacional Antex comenzó su fabricación bajo licencia, la que caducó en el año 2016, cuando la firma Playmobil Argentina se convirtió en importadora del producto original y representante exclusiva de la marca para nuestro país, Chile y Perú. Del grado de inserción de Playmobil en nuestra cultura, lo da la noticia sobre la muestra de colecciones de Playmobil exhibidas en el Día de Reyes del año 2018, en el Museo de la Ciudad de Buenos Aires. Unas 2.500 piezas de coleccionistas privados, representaron escenas de la vida cotidiana porteña. Un privilegio que no está al alcance de cualquier juguete.