Nació el 4 de abril de 1912, en Lanús, provincia de Buenos Aires. Fue el mayor de seis hermanos y creció en una familia emparentada con el arte. Su abuelo materno era ebanista y su abuelo paterno solía realizar decoraciones pictóricas para casas e iglesias. Además, el padre era actor de teatro vocacional y uno de sus tíos, músico aficionado.
Vicente Forte era el hijo mayor y debió abandonar la escuela primaria para ayudar en las tareas de la casa. A los doce años, comenzó a trabajar en una fábrica de camas, en la que también su padre era empleado.
Ya cumplidos los 20 años, solía ir los sábados y domingos a pintar a orillas del Riachuelo, en las cercanías del Puente Pueyrredón. Allí, un día lo sorprendió, nada menos, que el gran pintor marinista Justo Lynch, quien lo motivó a estudiar en la Academia Nacional de Bellas Artes, de la cual él era profesor. Terminó con esfuerzo la escuela primaria para poder ingresar así la academia, pero no abandonó su trabajo en la fábrica y el placer de dibujar. Debido a sus condiciones, ingresó directamente a segundo año y regresó con el título de profesor en 1935.
Ese mismo año, Forte conoció a Dora, su gran compañera y amiga. Se casaron en 1938 y juntos se mudaron cerca del trabajo de Vicente, quien continuaba en la fábrica de camas. Fue entonces cuando decidió cumplir con un deseo: dedicarse exclusivamente al arte. Se convirtió en miembro del grupo Orión, conformado también por Luis Barragán. Ideal Sánchez, Leopoldo Presas, Orlando Pierri, Bruno Venir, Juan Fuentes, Alberto Altaleff, Antonio Micheli, los poetas Rodolfo Alegre y Juan Aschero y el crítico Ernesto B, Rodríguez, mentor e ideólogo del grupo.
El 20 de octubre de 1939, se inauguró en la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos la primera muestra de Orion, que pasaría a la Historia del Arte Argentino como la primera exposición de obras surrealistas realizada en el país. El frupo expuso por segunda vez al año siguiente, en Amigos del Arte, una entidad ubicada en la calle Florida. Allí, conoció a Emilio Pettoruti y se hicieron amigos. Forte lo frecuentó durante casi siete años y fue quien tuvo una influencia decisiva en su carrera pictórica.
Por esos años, abandonó el trabajo en la fábrica para dedicarse a la docencia. Había conseguido cátedras de dibujo en distas escuelas y abrió su propio taller, donde enseñaba a algunos alumnos particulares. En fin era vivir de lo que más le gustaba.
Recién a los 35 años, en 1947, realizo su primera exposición individual en la galería Callao, donde también había debutado como expositor su amigo Leopoldo Presas. Un año después, expuso en la galería Van Riel.
Forte pudo finalmente viajar a Europa en 1949. Quedó deslumbrado con las obras de El Greco. La obra que más lo fascinó fue El entierro del Conde de Orgaz, que se encuentra en Toledo. En el mismo periplo der estudios, conocio las obras de Tiziano y El Veronés , en Venecia, y de Piero Della Francesca, en la Academia de Brera, en Milan.
En 1950, se publicó el primer libro sobre su obra, escrito por el recordado Eduardo Baliari. Se llamó Vicente Forte, creador de libertades.
Yo de regreso a la Argentina, el 19 de mayo de 1953, nació Miguel Ángel, el único hijo del matrimonio y quien desde pequeño compartió el mundo de la docencia y del arte con su padre. El nacimiento tuvo lugar el mismo día en que se inauguró su prestigiosa muestra en la Galería Plástica de Buenos Aires.
La década del 60 estuvo plena de halagos y triunfos para este artista, ya que expuso en el Museo de Arte Moderno de San Pablo, Brasil, (1961), obtuvo el consagratorio Gran Premio de Honor en el Salón Nacional (1962) y repitió el éxito del año anterior en Rio de Janeiro.
Forte siempre se preocupaba por ayudar a sus colegas, por eso, en 1952, aceptó ser presidente de la Sociedad de Artistas Plásticos. Al año siguiente, comenzó la serie Pájaros de América, que le brindó buenas críticas y satisfacciones personales. En 1965, se mudó a la calle Laprida, cerca de la Avenida Santa Fe, e instaló su taller a unas cuadras.
Se convirtió en uno de los artistas más conocidos y populares de la Argentina por su permanente intervención en eventos culturales y programas televisivos. Por uno de estos ciclos artísticos en la pantalla chica, recibió el Premio Martin Fierro en 1970.
En 1976, viajó a Israel y realizó una magnifica serie de paisajes que expuso con mucho éxito en Buenos Aires. Tres años después, tuvo la satisfacción de que se presente un libro sobre su vida, escrito por el poeta César Magrini. Esta fue la obra más completa referida a su pintura.
Realizo las últimas exposiciones en la galería de su amigo, el artista José Solía, en Mar del Plata.
Falleció el 7 noviembre de 1980. Desde entonces, no se han realizado muestras de sus obras que revelen la verdadera importancia de este artista.
Amable y Trabajador
Vicente fue un hombre sencillo, amable y dedicado con pasión a su trabajo. Era feliz trabajando en su taller, donde todas las mañanas- bien temprano- realizaba como rito encender una vela bajo la imagen de Céferino Namuncurá. Le gustaba recibir allí a sus amigos y conversar con ellos mientras pintaba. El autor de estas líneas lo acompañó muchas mañanas en su tarea creadora y se sorprendió ante la rapidez y la claridad con que ejecutaba sus pinturas. Tenía la precisión de un matemático, daba la impresión que nunca dudaba, que ya tenía compuesta y definitiva la pintura de su mente. Fue un hombre generoso y bueno, que realizó una pintura original, colorida y bien estructurada. Trabajaba siempre en series utilizaba, con el mismo talento, acuarela, óle y tinta.
Trabajó también en la creación de tapices, que expuso en varias oportunidades.
Por Ignacio Gutiérrez Saldívar en Genios de la Pintura Argentina – Publicación de Editorial Perfil