La depresión es un trastorno mental que es asociado con mayor frecuencia al suicidio. En muchas ocasiones se comienza con un componente como la ansiedad que es un poderoso impulsor del proceso suicida y está estrechamente relacionada con la depresión, lo que hace que a veces los dos trastornos sean indistinguibles.
En general se estima que hasta el 80% de quienes se suicidan tienen varios síntomas de depresión.
Personas de todas las edades pueden experimentar depresión. Sin embargo, a menudo es difícil determinar si los hombres suelen estar más deprimidos porque ellos tienden a buscar ayuda médica o psicológica con menos frecuencia que las mujeres, si es que lo hacen. La depresión masculina, a veces, se manifiesta en diversas formas de violencia y abuso tanto dentro como fuera de la familia. El tratamiento de la depresión masculina es importante porque en muchas culturas el suicidio es un fenómeno predominantemente masculino.
La naturaleza de la depresión en niños y adolescentes a menudo es diferente a la de los adultos.
Los adolescentes deprimidos tienden a mostrar más signos de comportamiento, como tardanzas, bajo rendimiento académico, mal comportamiento, violencia y consumo de alcohol o drogas, y duermen y comen más. Escolar Al mismo tiempo, la negativa a comer y el comportamiento anoréxico a menudo se combinan con la depresión en los jóvenes, especialmente en las mujeres, pero también en los hombres. Estos trastornos alimentarios graves están asociados con un mayor riesgo de suicidio.
La depresión suele tener manifestaciones físicas, especialmente en adultos mayores, como dolor abdominal, mareos, palpitaciones y dolor en diversas partes del cuerpo. La depresión en los adultos mayores puede estar asociada con otros trastornos físicos y enfermedades, como derrames cerebrales, enfermedades cardíacas, cáncer, artritis, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer. Si se tratan la depresión y la ansiedad, las tendencias suicidas pueden disminuir. Muchos estudios han confirmado los efectos beneficiosos de los antidepresivos y la psicoterapia. Se ha demostrado que brindar a los adultos mayores el apoyo psicosocial adecuado, como contacto telefónico con trabajadores sociales, trabajadores de la salud y acompañantes terapéuticos, reduce significativamente la incidencia de depresión y suicidio entre los adultos mayores.
En definitiva, el suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Los factores sociales, culturales, biológicos y las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en la conducta suicida porque otorgan a cada persona y su entorno una personalidad única. Para afrontar el suicidio o sus intentos, consideramos necesario un abordaje interdisciplinar formado por diferentes profesionales que cubran todos los puntos del conflicto del paciente y así buscar una personalidad con la que seguirá afrontando por sí mismo.
Lic. Sergio Saliche
Psicólogo MN 25353