En la Edad Media existía una ley que establecía que cuando, dentro de los límites de cualquier ciudad se encontraba el cuerpo de alguna persona fallecida en extrañas circunstancias, si no era posible determinar el autor del crimen, el pueblo estaba obligado a pagar una multa llamada homicidium u omecillo. Por ello, y con el objeto de evitar el pago de la multa, cada vez que ocurría un hecho semejante, los habitantes de esa ciudad se confabulaban para trasladar el cuerpo de la víctima a una ciudad vecina, de manera que la culpa recayera sobre sus habitantes, o sea, que ellos pagaran la multa.
Ahí nació la expresión cargar con o levantar el muerto, con la que hoy hacemos referencia, en sentido figurado, a la responsabilidad de un hecho ajeno que se nos ha endilgado sin tener que ver con él.
Del Diccionario del Buen Decir – Profesor Esteban Giménez – Ediciones Ayui –
Levantar un Muerto. Leng. Pop.: Pagar una deuda.
“El ingreso a la alta costura en la televisión ejerció un poder democratizador. A la dirección del programa también le convenía: íbamos con esos vestidos increíbles y claro la audiencia crecía. Llegué a levantar a un ‘muerto’ porque lo subí de cuatro a ocho puntos de rating, y con mi presencia hasta logré que alcance los diecisiete puntos un programa que tenía siete.”
Corte y Confesión – Roberto Piazza – Planeta – 2008