Paredes de Canto
Fecha de Publicación:
Lo Quiero Ya
Reportaje a Luca Prodán – El Porteño - 1986 - Por Enrique Symns,
Lo Quiero Ya

Para alguno reflexólogos del rock, en este momento solo hay tres grupos underground destacados: Los violadores, Los redonditos de ricota y Sumo.- Aunque el ascenso misilístico de este último grupo ponga en duda su cualidad subterránea, dice que ni la heroína, ni la ginebra, ni las fans, ni Europa, ni la fama, ni el poder han logrado destruirlo.- Ni siquiera la filosofía.-

“-Luca, ¿cómo vas sufriendo las ‘alteraciones’ de la fama?

-Yo no llegué a eso de no salir de mi casa, ni siquiera tengo una casa. Viajo en subte y en colectivo porque nunca voy a tener un coche, voy a morir sin tener coche, siento mucho miedo a los automóviles… Claro, ahora tengo fans que se pelean por un pedacito de cualquier cosa que les tire desde el escenario. Yo ya fui un gran fan de Led Zeppelin o Pink Floyd. Pero era un fan sereno, curtía por dentro mi admiración. Claro, tenía una excelente educación, en los mejores colegios de Europa; yo iba a los recitales y miraba de otro modo.

-¿Los fans de tus recitales son más idiotas?

-El otro día tiré en un recital un texto que había leído. Se mataron por agarrarlo y lo rompieron en pedacitos. Hay mucha histeria. Es una cosa terrible ver toda esa locura desde el escenario, parece cosa de magia, de hechicería. El hechicero pone loca a la gente a través de su carisma, de su poder personal.

-¿Querés decir que el rockero, sobre escena, posee un poder especial?

-Sí, el carisma existe. Pero además está toda la superestructura que lo sostiene: las luces, los equipos de sonido, la propaganda. Ves las caras de las niñitas de 16 años. Me miran como si fuera un dios. Una de esas nenas, me miró fijamente durante todo el recital. Cuando terminé, la mandé a buscar. Tenía 16 años y le pregunté por qué estaba tan fascinada conmigo y me dijo; ‘Porque eres un bebé-macho’…

-¿Te acostás con todas esas adolescentes?
– No, yo no me las cojo para nada. Hay una fama sobre los músicos, muchos shows, mucha guita, muchas minas y encima lloran. Cuando terminás un show no te queda energía para nada, lo único que deseás es estar solo o con tus amigos o con tu mina. Los que hicimos Sumo no lo hicimos para coger más minas ni para hacernos un viaje a Brasil. Nos rompimos el culo durante cuatro años.

-¿Qué te parece el nivel musical del público, es un público que ‘escucha’ rock…?
-No, para nada. Me piden todo el día ‘La rubia tarada’ que es un tema tarado, que nosotros ni lo haríamos. Acá, si hubiera un Peter Hammill, nadie lo escucharía y si le regalás a un pibe de 15 años un disco de David Bowie te mira con asco… No, aquí no hay nivel para nada.

-Luca, sos un superalcohólico, un ginebrero auténtico…
-Yo le hago la apología a la ginebra, pero ahora ya no quiero más. Nunca pensé que fuera el elixir de la vida, más bien es el elixir de la muerte, y te vas dando cuenta dentro de tu cuerpo, te vas dando cuenta que algo se está muriendo, se está extinguiendo. Pero había una época en que nada me importaba un carajo; ni grabar, ni los recitales, ni el público. Me tomaba todo y a tomar por culo. Ahora no. Quizá el éxito me ayudó a salir de eso.

-¿Cuál es la razón de que tomaras tanto?
-No hay ninguna razón. Yo estuve yendo hace poco a Alcohólicos Anónimos, a uno de habla inglesa, y me encontré con mucha gente que tomaba por muchísimas razones. Creo que la gente más sensible de un lugar, de un pueblo, toma porque no se banca. Y es mentira que los borrachos son violentos, esos son psicópatas, los borrachos son tipos sensibles.

-Una vez me dijiste que rajando de la heroína llegaste al alcohol…
-Rajando de la heroína llegué a Sudamérica, aquí no hay, aquí no hay riesgo…

-¿En tus canciones hay alguna filosofía, algún cuerpo de ideas que provengan de todo eso que pasó en tu vida?
-No, mis canciones, las letras, son siempre producto de zapadas, de improvisaciones. Lo que importa es el ritmo. Cuando al final escucho la letra que quedó armada digo: ‘La puta madre, sin darme cuenta conté toda una historia. La única excepción es La rubia tarada, que la pensé. Es la historia de las rubias y los negros que se las quieren coger y no pueden. La venganza es ésa, decirles taradas, porque hay más fantasías sexuales que sexualidad, porque se hacen Ia película, se masturban con esa rubia, se la violan en la cabeza, pero saben que nunca, nunca, la van a coger. Esa agresión está reflejada en el tema.

-Hay un cierto aire de frivolidad flotando entre el público y los artistas del rock.¿No creés que puede pasarle a Sumo lo de desaparecer agotado en esa frivolidad?

-No. No nos puede pasar lo de Los Twist o Viudas e hijas de Roque Enrol, porque nosotros no vamos detrás del éxito sino detrás de la música. Sumo está para más, para crear, para, seguir explorando musicalmente.

Hablamos de la fama, hablemos ahora del poder…
-¿Poder? Dicen que el poder corrompe, pero hay que ver siempre quién es el que llega al poder, a tener poder. Quizá no es que lo corrompió el poder sino que siempre estuvo corrompido. A mí me gusta tener poder para poder dedicarme a mí mismo, me gustan los 120 australes que gano por fin de semana porque puedo comprarme las revistas que quiero o comer las cosas que me gustan. Claro, dicen que soy el líder de Sumo y pareciera que tengo mi dosis de poder con todas esas nenas gritándome, pero no es cierto, mi vida no ha cambiado ni va a cambiar porque gane más plata o porque un montón de idiotas me griten ‘Luca, Luca’ cuando me ven.

-Dejaste la heroína, ya casi no sos alcohólico, tenés éxito, ¿la vida tiene absoluto sentido para vos?
-El sentido no tiene que ver con eso, el sentido es el amor; el sexo, la amistad. Lo demás es una pura historieta, una anécdota. Soy un tipo fuerte, me considero sólido y ése es mi sentido, este saberme así. Ahora las cosas cambiaron. Antes yo iba con el pelo largo y creía que iba a ver un mundo mejor y creía en el rock y en la poesía y en todo. Ahora todo eso terminó. Ahora simplemente hay que bancársela.”
El Porteño – Febrero 1986- Por Enrique Symns, “Luca Prodán – Sumo: Yo no me Cojo a las Nenas”

Sumo

Hasta que choque China con África
te voy a perseguir,
sería bueno que pidieras
que la tierra se mueva
hasta que China choque con Africa
te voy a preguntar:
No sé lo que quiero, pero lo quiero ya
si yo fuera tu esclavo te pediría más.
No sé lo que quiero, pero lo quiero ya,
si fuera tu esclavo te pediría más.

Nada te ata a leer la novedad,
nadie te pisa, nadie te invita
ni te van a chupar.

No sé lo que quiero, pero lo quiero ya.

No sé lo que quiero, pero lo quiero ya,
no sé lo que quiero, pero lo quiero ya,

No sé!

Lo Quiero Ya
GREATEST HITS – 1991

Temas
Comentarios
Paredes de Canto
La Calle del Agujero en la Media

La Calle del Agujero en la Media

“El verso en Raúl es consistente, amplio, solido. Supo tratar con decoro y elevación la vida popular argentina, como en los viajes de su Juancito Caminador, y en general, en toda su obra, sensual, violenta, tierna, dulce, universal.
Frases y Expresiones
Comer de Gorra y Actuar a la Gorra

Comer de Gorra y Actuar a la Gorra

Mucho tiempo después, en este siglo empezaron a pulular cantantes y ejecutantes de instrumentos que realizaban su actuación en la vía pública y que recogían la limosna de los transeúntes en un sombrero o gorra que depositaban en el suelo.
Creencias, Mitos y Leyendas
La Magia

La Magia

Nacida y concebidas en el terreno religioso, intento no solo asombrar sino ser manifestación de poder. En algunos papiros egipcios de 5000 años atrás, se describen viejos trucos que siguen realizando los magos hoy en día, como Copperfield.
Fuera de Serie
Chernóbil

Chernóbil

No es una miniserie para estómagos flojos. El director apeló a los mejores efectos especiales y visuales para crear un espectáculo crudo e impactante. La historia sigue siendo uno de los hechos más fascinantes tres décadas y media más tarde.
Uno y los Otros
Uno es Carne Picada

Uno es Carne Picada

El enemigo está vencido, estos son los últimos aletazos del tiburón, podrá estar quince, veinte, treinta años más aleteando, cincuenta. La puta que los parió en cincuenta años se me va la vida, yo tengo ganas de ser feliz hoy.
Columnistas
Más Artículos