El presidente de la Nación, Carlos Menem, transcurría el primer año de su segundo mandato cuando algunos efectos de su política económica, se hacían sentir con fuerza; en particular el elevado índice de desocupación, producto de las importaciones masivas de manufacturas y por las privatizaciones de las empresas estatales, que dejaban a miles de trabajadores en la calle. La siderurgia y el petróleo, fueron dos de las ramas productivas más codiciadas por el empresariado privado y también, parte de las que mayor cantidad de desocupados dejaron al pasar a manos de particulares. En el caso petrolero, el desguase de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) se hizo sentir en todo el país, ya que no sólo afectó a sus empleados directos, sino además, a la extensa red de proveedores de bienes y servicios que abastecían a la ex empresa estatal.
Así fue que en la provincia de Salta, donde YPF tenía importantes instalaciones con numeroso personal, en 1997 se registra en el departamento San Martín, sobre la ruta nacional 34 entre Tartagal y General Mosconi, una curiosa modalidad de protesta, que consistía en cortar la ruta; hacer piquetes. Si bien ya se habían registrado algunos piquetes con anterioridad, éstos no habían trascendido o se les restó importancia. Si tenemos en cuenta que la privatización de la petrolera estatal data de 1992, al promediar la década, ya se venían registrando conflictos de carácter social, impulsados por el personal cesanteado.
Un año antes, en las localidades neuquinas de Cutral – Có y Plaza Huincul, se registran importantes cortes de ruta con serios disturbios, perdiendo la vida en uno de ellos, Teresa Rodríguez; una lugareña cuyo nombre identificará a uno de los Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTD). Con esos antecedentes, en las localidades salteñas mencionadas se realiza en mayo de 1997, el primer gran corte de la ruta 34, cuya envergadura adquiere carácter de pueblada. Ya en 1996, se había constituido la Unión General de Trabajadores Desocupados (UTD) de General Mosconi, protagonizando la toma del Concejo Deliberante de ese municipio por reivindicaciones específicas.
Los medios de comunicación de Buenos Aires y otras grandes ciudades, comienzan a hablar de “piqueteros”, cuando se refieren a las personas que participan en los cortes de ruta.
Así es que el 7 de mayo de 1997, el corte de la ruta 34 que encabezaran los desocupados, pronto se transforma en una protesta generalizada en la que participan alrededor de 4.000 personas, incluyendo a estudiantes secundarios y universitarios. El movimiento cuenta con el apoyo de partidos de izquierda, comerciantes y empresarios afectados por las secuelas que dejó la privatización de la gran petrolera estatal. La medida se extiende hasta el mediodía del 14 de ese mes, produciéndose el 11 de mayo, un documento con un extenso petitorio dirigido a las autoridades. Finalmente, ese día 14, los piqueteros aceptan la propuesta oficial que consiste en nuevos planes de ayuda de los denominados “Trabajar”, subsidios y puestos de trabajo en las empresas privadas.
Mientras transcurre el gobierno de la “Alianza” que sucedió a Menem y cuyo presidente era Fernando De La Rua, la situación social empeora y lo mismo sucede con el clima político. Las organizaciones piqueteras que se van gestando en torno a los cortes de ruta en distintos puntos del país, mantienen una actividad constante. En Mosconi y Tartagal, son frecuentes los cortes y también los incidentes con la Gendarmería Nacional. Al comenzar 2001, se libran órdenes de detención contra diferentes líderes piqueteros, alcanzando las detenciones a 98 activistas; pero la escalada de movilizaciones se mantiene y en junio de ese año, se constituye la Asamblea Piquetera Nacional, una suerte de coordinadora en la que están representados distintos movimientos.
Paralelamente, un piquete que se realizaba en Mosconi finaliza trágicamente cuando en un confuso enfrentamiento, son muertos dos hombres, uno de ellos no participaba de la protesta y se producen decenas de heridos de bala. Tanto el gobierno nacional como el juez que habría ordenado el desalojo, se transfieren mutuamente la responsabilidad por haber ordenado la medida. Según el gobierno, las fuerzas de seguridad habrían sufrido unos 25 lesionados.
Ya iniciado el gobierno de Néstor Kirchner, Tartagal y General Mosconi continuaban siendo focos de tensión, ya fuera por reclamos puntuales o por los recordatorios de los episodios que se registraron años atrás y que mediante actos o pintadas, permanecían frescos en la memoria del activismo político y en los movimientos piqueteros. Tal es así, que en enero de 2004 había piqueteros detenidos en Salta.
Libro Pintadas Puntuales – Roberto Bongiorno – Ángel Pizzorno – Testimonios – 2020