¿Alguna vez te has preguntado si estamos solos en el universo y por qué nuestra existencia en este mundo?
¿Alguna vez te has preguntado si, siendo únicos y especiales, por qué no somos todos reconocidos?
¿Alguna vez te has preguntado si, dando mucho y recibiendo poco, también podríamos cansarnos?
¿Alguna vez te has preguntado si, realmente, tenemos un número de la suerte y por qué no nos gusta el 13?
¿Alguna vez te has preguntado lo que es la poesía para los poetas y cuáles son esas características?
¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios, a veces, no responde nuestras oraciones como lo esperamos?
¿Alguna vez te has preguntado si eres feliz?…
¿Y si le preguntemos a Francisco de Asís lo que él sabe sobre el nacimiento de Jesús?
Y él nos responderá: Él nació el día en que, en la plaza de Asís, entregué mi bolsa, mis
ropas y hasta mi nombre para seguirlo, pues sabía que solamente Él es la fuente inagotable de Amor.
¿Y si le preguntemos a Tomás dónde y cuándo nace Jesús?
Él nos responderá: Jesús nació aquel día inolvidable en que Él me pidió tocar sus llagas
y me fue posible testificar que la muerte no tenía poder sobre el Hijo de Dios.
Sólo entonces comprendí el sentido de las palabras: ¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida!
¿Y si le preguntemos a Juan Bautista dónde y cuándo nace Jesús?
Él nos responderá: Jesús nació en el instante en que, llegando al Río Jordán, me pidió que lo bautizara. Y, ante la profundidad de su mirada y la majestad de su figura, pude oír el mensaje de lo Alto: “Este es mi hijo amado, en el cual puse mi complacencia”.
¡Comprendí que había llegado el momento de Él crecer y yo disminuir, para la Gloria de Dios Padre!
¿Y si le preguntemos a Paulo de Tarso cuándo se dio el nacimiento de Jesús?
Y él nos responderá: Jesús nació en el camino de Damasco cuando, envuelto por
una intensa luz que me dejó invidente, pude ver la figura noble y serena que me
preguntaba: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y en la ceguera, pasé a ver un mundo
nuevo, cuando le dije: Señor ¿qué quieres que yo haga?
¿Y si le preguntamos a Juana de Cusa, cuándo nació Jesús?
Ella nos responderá: Jesús nació el día en que, amarrada al poste del circo de Roma, oí el pueblo gritar: – ¡Niégalo! ¡Niégalo! Y el soldado, con la antorcha se acerca, diciendo:- Este Cristo ¿ te enseñó sólo a morir?… Fue en este instante, que sintiendo el fuego subir por mi cuerpo, pude, con toda certeza y sinceridad decir: – No, no me enseñó sólo eso. ¡Jesús me enseñó también a amarlo!
¿Y si le preguntemos a María Magdalena dónde y cuándo nació Jesús?
Y ella nos responderá: Jesús nació en Betania. Fue cierta vez, que su voz, tan llena de pureza y santidad, despertó en mí la sensación de una vida nueva con la cual hasta entonces jamás hube soñado.
¿Y qué es lo que nosotros nos preguntamos?… ¿Cuándo nació Jesús o lo qué es recibir a Jesús en nuestro corazón?
Cada día, este día, dejemos nacer al Niño Jesús, hijo de Dios, para que Él nos llene de Fe, Amor y Paz; y para que podamos, a través de Él, dejar de luchar con nuestras costumbres, con nuestras propias creencias, con nuestros propios razonamientos, y darle paso a la fe para que podamos experimentar la mayor ley de la vida: ¡vivir del Amor!
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe mi abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Amor, Paz y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius.