Uno de los valores que exalta el tango por excelencia, es el de la amistad. Hubo poetas que profetizaron la decadencia de este valor, como Discépolo. Aunque la decencia, la moral y la honradez se vendan al contado y por moneditas, al menos este sentimiento se apegó por un amigo se mantuvo inalterable.
La amistad en el tango tuvo muchos y muy buenos ejemplos. Tal vez todo comenzó cuando Carlos Marambio Catán escribió:
Buen Amigo
En las buenas o en las malas
triunfante de pie o vencido,
la mano del buen amigo,
se tiende cordial y buena.
Consuelo en la dura pena,
aliento en amarga vida
si adoré a mi madre en vida,
también cultivé amistad.
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Hermano fiel
en mi orfandad
tu mano firme y noble
floreció en amistad.
El tiempo cruel
no ha de borrar
jamás tu fiel recuerdo,
buen amigo leal.
Tango
Música: Julio De Caro
Letra: Juan Carlos Marambio Catán
Los versos pertenecen a “Buen Amigo”, una de las gemas de Julio De Caro que el propio Príncipe de Gales quiso aprender en el bandoneón, cuando visitó el país en 1925.
En 1926, José Rial escribió la letra de “Pobre Amigo”, con música de Guillermo Barbieri.
Pobre Amigo
Mi pobre amigo leal y sincero
fue compañero de mi juventud
y torturado por un quebranto
perdió el encanto de su salud.
En sus momentos espirituales
era sublime y en su capuz
sólo abrigaba nobles ideales
como raudales de blanca luz.
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Yo quisiera aminorar
su precaria situación
pues entiendo que ayudar
a un amigo ejemplar
es una obligación.
Y pudiendo concebir
su pesar abrumador
desearía compartir
sus horas de sufrir,
sus horas de dolor.
Tango
Música: Guillermo Barbieri
Letra: José Rial
Cesar Vedani le escribió a la muchacha que se decide a evocar el tiempo pasado. Con música de Carlos Sánchez nació “Barra querida”. Ambos fueron sucesos en la voz de Carlos Gardel.
Barra Querida
Siento llorar, compadre, el corazón
al regresar al barrio en que nací,
al recordar mis horas de purrete
mi viejecita, mi hogar, ¡todo perdí!
Recuerdo mi lejana juventud
cuando iluminaba el sol de la ilusión,
cuando un gotán nos transportaba al cielo
o nos ligaba el amor de un metejón.
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Me voy, compadre, sin rumbo fijo,
mas no sin antes visitar el bodegón,
que ayer nos viera siempre reunidos
contando hazañas entre copas de pernod.
Venga compadre, bebamos juntos,
que a mi barrio, tal vez, ya no vuelva nunca,
y antes quiero brindar por mi barra de ayer
que jamás he de ver.
Tango – 1928
Música: Carlos Sánchez
Letra: César Vedani
Igual que un tema mucho más conocido: “Adiós muchachos”, de Julio César Alberto Sanders y Cesar vedani, que fue impuesto por Gardel en una gira realizada por Europa en 1928
Adiós Muchachos
Adiós, muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mí hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós, muchachos. Ya me voy y me resigno…
Contra el destino nadie la talla…
Se terminaron para mí todas las farras,
mi cuerpo enfermo no resiste más…
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Es Dios el juez supremo.
No hay quien se le resista.
Ya estoy acostumbrado
su ley a respetar,
pues mi vida deshizo
con sus mandatos
al robarme a mi madre
y a mi novia también.
Dos lágrimas sinceras
derramo en mí partida
por la barra querida
que nunca me olvidó
y al darles, mis amigos,
mi adiós postrero,
les doy con toda mi alma
mi bendición…”
Tango 1927
Música: Julio César Sanders
Letra: César Vedani
Un poeta de la sensibilidad de Enrique Cadícamo no podía estar ausente de esta temática. Escribió “Pa´mí es igual”. En 1932, lo grabó Charlo y se convirtió en un clásico.
Pa’ mí es Igual
Aquí estamos los dos, bien frente a frente,
dame tu mano, machucá la mía;
la desgracia ha venido en este día
para ver si somos hombres de verdad.
Hoy lo supe, te juro que he llorado
pobrecita tu vieja, quien diría,
tan guapaza, tan buena, me quería…
como a vos que eras su hijo, ¿te acordás?
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Total, por unas trenzas y una boca
más roja que la sangre de esa tarde;
ninguno de los dos fuimos cobardes;
me tiraste un hachazo… me atajé.
En fin, eso pasó. ¿Qué? ¿Estás llorando?
Mirá, si te hace daño mi pasado…
después de darle un beso a la finada
yo me voy, si vos querés, pa’ mí es igual.
Tango 1932
Música: Enrique Cadícamo / Lucio Demare / Roberto Fugazot
Letra: Enrique Cadícamo / Lucio Demare / Roberto Fugazot
Cadícamo dio otras vuelta sobre el tema con “Tres amigos”, que Alberto Marino popularizó en compañía de Aníbal Troilo.
Tres Amigos
De mis páginas vividas, siempre llevo un gran recuerdo
mi emoción no las olvida, pasa el tiempo y más me acuerdo.
Tres amigos siempre fuimos
en aquella juventud…
Era el trío más mentado
que pudo haber caminado
por esas calles del sur.
¿Dónde andarás, Pancho Alsina?
¿Dónde andarás, Balmaceda?
Yo los espero en la esquina
de Suárez y Necochea…
Hoy… ninguno acude a mi cita.
Ya… mi vida toma el desvío.
Hoy… la guardia vieja me grita:
«¿Quién… ha dispersado aquel trío?»
Pero yo igual los recuerdo
mis dos amigos de ayer…
Una vez, allá en Portones, me salvaron de la muerte.
Nunca faltan encontrones cuando un pobre se divierte.
Y otra vez, allá en Barracas,
esa deuda les pagué…
Siempre juntos nos veían…
Esa amistad nos tenía
atados siempre a los tres.
Tango – 1944
Música: Enrique Cadícamo
Letra: Enrique Cadícamo
Manuel Romero también evocó el pasado a través de su amistad. Con música de Francisco Canaro, “Tiempos Viejos” se convirtió en un clásico.
Tiempos Viejos
¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos!
Eran otros hombres más hombres los nuestros.
No se conocían cocó ni morfina,
los muchachos de antes no usaban gomina.
¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos!
¡Veinticinco abriles que no volverán!
Veinticinco abriles, volver a tenerlos,
si cuando me acuerdo me pongo a llorar.
¿Dónde están los muchachos de entonces?
Barra antigua de ayer ¿dónde está?
Yo y vos solos quedamos, hermano,
yo y vos solos para recordar…
¿Dónde están las mujeres aquéllas,
minas fieles, de gran corazón,
que en los bailes de Laura peleaban
cada cual defendiendo su amor?
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Tango 1926
Música: Francisco Canaro
Letra: Manuel Romero
Y José María Contursi, con Pedro Laurenz, escribió “Vieja amiga”, tema que fue grabado por diversos intérpretes, como Hugo del Carril o Floreal Ruiz, con la orquesta de José Basso.
Vieja Amiga
¿Ves? He tratado inútilmente
de alejarme y olvidar…
Hoy que hay arrugas en mi frente
siento más la soledad…
Tal vez, al notarme avejentado,
pensarás que vengo a verte
porque estoy desesperado…
¡No! Ya los años me enseñaron
a templar mi corazón…
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No he venido a suplicarte
ni un poquito de cariño
ni a que expliques tu silencio,
tus mentiras o tu olvido…
No es posible, vieja amiga,
nuestras vidas acercar…
Ya me voy… y aquí te dejo
toda mi felicidad…
Tango – 1938
Música: Pedro Laurenz
Letra: José María Contursi