La irrupción de Javier Milei en la vida política convulsionó desde un principio el desenvolvimiento de la cotidianeidad del país manifestándose en diferentes ámbitos no solamente el político.
Las constantes expresiones vertidas por este personaje, que incluyen insultos, amenazas, venganzas etc., puso en estado de estupefacción a gran parte de la sociedad y reavivó y rescató el odio que el sector del macrismo desilusionado y desorientado, que comenzaba a renegar de su jefe buscaba canalizar.
Pero de alguna manera todos los conceptos vertidos sin filtro por Milei, los cuales no tienen nada de novedoso, pusieron de una forma descarnada y evidente el fondo del verdadero conflicto que arrastra la Argentina desde que llegara en el año 1945 el peronismo al poder, marcando a fuego en sus 8 años de gobierno, un modelo que no pudieron borrar completamente las sucesivas dictaduras serviles de la verdadera casta que se enriqueció empobreciendo al país.
El tono furioso y agresivo que emplea el personaje en cuestión contrasta con el reprimido por su actual compañero de causa, que está tratando de controlarlo queriéndole hacerle entender que él no llegó a ser presidente diciendo la verdad, pero que cree en las misma ideas incluido lo que piensa de los radicales.
Cómo no iba a coincidir con lo que dice de la educación pública, si él considera que lo peor que le puede pasar a una persona es caer en ella, cómo no va a deleitarse con la idea de borrar el artículo 14 bis si las leyes laborales son un negocio de los abogados como Recalde.
Este desembozo de la derecha deja desconcertado y a veces sin respuesta inmediata a los representantes de diferentes sectores populares, no sólo del peronismo y sobre todo al ver compartidas esas ideas por parte de un juez de la corte suprema como es rosenkrantz (me niego a escribir título y nombre con mayúscula) representante de los fondos buitres en el litigio que condenó al endeudamiento a nuestro país.
Lleno de soberbia e impunidad este representante de la “justicia” puso en tela de juicio la conocida frase “donde hay una necesidad nace un derecho” ante un público que sabía iba a recibir esta opinión con total beneplácito, como recibieron a la dictadura de Pinochet.
Es el mismo concepto que vierte Javier Milei, que además lo califica como aberrante al igual que al artículo 14 bis, porque tanto a él como a rosenkranz defensores de la verdadera casta, les produce repulsión que los trabajadores puedan gozar vacaciones, aguinaldos, cobertura de salud, y todos los derechos comprendidos en ese artículo y están dispuestos si tuvieran la oportunidad a borrarlo de la Constitución Argentina.
Gerardo Larison
Carlos Rosenkrantz: «No puede haber un derecho detrás de cada necesidad»
“Hay una afirmación que yo veo como un síntoma innegable de fe populista y en mi país se escucha con frecuencia, según la cual detrás de cada necesidad debe haber un derecho. Obviamente un mundo donde todas las necesidades son satisfechas es deseado por todos, pero no existe. Si existiera, no tendría ningún sentido la discusión política y moral”, afirmó el juez de la Corte Suprema en una conferencia titulada Justicia, Derecho y Populismo en Latinoamérica, organizada por la Universidad de Chile.
ámbito.com | 1 de Junio 2022
Javier Milei: «El concepto de Justicia Social es aberrante, es robarle a alguien para darle a otro»
Según Milei, los políticos «prefieren la garra del Estado antes que la mano invisible». Pero además, indicó que el concepto de Justicia Social es «aberrante» y lo definió según sus palabras: «Es robarle a alguien para darle a otro, un trato desigual frente a la ley, que además tiene consecuencias sobre el deterioro de los valores morales al punto tal que convierte a la sociedad en una sociedad de saqueadores».
ámbito.com | Cecilia Camarano – 24-08-23