En el año 2001, Mauricio Macri, como Presidente de Boca, presentó un proyecto para reconvertir a los clubes en SAD (Sociedades Anónimas Deportivas)….ni más ni menos que la privatización de los clubes de futbol. Esa propuesta no pasó en la AFA y todo quedo en la nada.
Entre 2015 y 2019 se intentó volver con lo mismo y no resulto. Mauricio Macri nunca pudo digerir ese fracaso y ahora en 2023, Javier Milei vuelve a la carga con un proyecto que destruiría los clubes de futbol y principalmente los de barrio.
Vamos por parte: los clubes en Argentina están beneficiados por el Decreto 1212, promulgado durante el año 2002 por Eduardo Duhalde, recordemos que se vivía una crisis fenomenal después de la crisis de 2001 y muchos no podían pagar ni la luz. El estado salió en ayuda y los benefició con exenciones impositivas que posibilitaron su supervivencia y les dio tiempo para solucionar sus problemas financieros.
Como no podía ser de otra manera, hoy, hay un candidato que promueve la retirada del Estado de toda la vida pública, por lo cual promueve la entrada de capitales tanto nacionales como foráneos, los cuales solo buscan ganancias en el corto plazo, dejando de lado las actividades que no puedan financiarse como dicen ellos.
Hablan de parecernos a la Premier League Inglesa… nada más alejado de la realidad, los clubes ingleses no cumplen funciones sociales y solo se dedican al futbol. Hay una pregunta que siempre me ronda cuando escucho esto: ¿alguien conoce algún socio de Liverpool, Arsenal o Everton que vayan los fines de semana a disfrutar su club?… la respuesta siempre es NO, porque son SA y no buscan la contención social.
Convertir los clubes en SA es mandarlos al matadero de los capitales extranjeros y a los clubes de barrio a su desaparición. Está muy bien el comunicado sacado por la mayoría de los clubes de la Argentina y la AFA, en defensa del bien común y de los socios que son los verdaderos dueños de todo. Que hay dirigentes corruptos, sí señor, nadie lo niega pero la solución no pasa por ahí, es querer salir del pozo, cavando más profundo, nos terminamos hundiendo.