“Comente entonces a los que, al señor Montrovani entre nuestros educadores, hablaban de orientar nuestra enseñanza en los “dos niveles educativos que requiere la democracia, en la convivencia de masas ilustradas y capaces del trabajo consciente y productivo, y las minorías cultas especializadas, núcleos valiosos inyectivos que orienta y llevan en sus manos el timón de las complejas actividades que constituyen la actividad material y el alma de la Nación”. Claro que lo que va entre comillas es del señor Mantovani, que parte del supuesto de la igualdad de oportunidades que todos los niños tienen para ingresar a las minorías cultas, cosa que inexplicablemente desechan en su mayoría, prefiriendo formar parte de las masas no ilustradas, pero “laburantes”. Este supuesto de la igualdad de oportunidades es una de las tantas abstracciones del liberalismo, como el derecho que todos tiene de dormir bajo los puentes, desde Felicito Alzaga Unzue al linyera o el crotto, pero que inexplicablemente don felicito no ejerce, con un increíble abandono de sus derechos.”
Arturo Jauretche – Filo- Contrafilo y Punta – Juarez Editor – 1969
“Los servicios educativos deben brindar no sólo igualdad de oportunidades sino también de posibilidades”
Se alude a una suerte de moda privatista en educación como si fuese esto contradictorio con la necesidad de la preservación de la igualdad de oportunidades que el Estado tendría la obligación de asegurar. ¿Cuál es su opinión sobre el tema de la gratuidad de la enseñanza, por ejemplo?
-Los servicios educativos deben brindar no sólo igualdad de oportunidades sino también de posibilidades. Nada de esto puede desvincularse de los factores socioeconómicos, hoy insoslayables. Estos rodean, ahora, muy fuertemente el hecho educativo. Por ejemplo, ¿Cómo superar, sin igualdad de posibilidades, el fenómeno de la pobreza, concepto que no debería vincularse exclusivamente a factores de orden económico, sino también culturales? Umbral abierto de la escuela para todos no significa el logro mecánico del éxito en la educación, también para todos. Los sistemas estatal y privado en modo alguno deben ser vistos como antinómicos: se complementan y deben complementarse aún más. Los servicios a cargo del Estado en esta materia y buena parte de los servicios de la enseñanza privada con gratuitos y está asegurado que van a seguir siéndolo indudablemente. Pero entiéndase bien: el hecho educativo se mejora también haciéndolo desde las perspectivas de su integración al conjunto de la marcha nacional.
¿De que serviría actuar de modo esquizofrénico en relación con la realidad?
La Prensa – 05-07-92 – De Alfredo Mariano Olivera a Antonio Salonia – Ministro de Educación