Einstein sostuvo siempre que el Universo responde a leyes y que a los hombres de ciencia les corresponde la apasionante tarea de formularlas. Aunque no practicaba ninguna de las religiones establecidas, creía firmemente en la existencia de un principio divino. La teoría de la relatividad y otros importantes descubrimientos en Física le valieron, además del premio Nobel en 1921, el respecto y la administración universales, al punto de ser considerado a la par de genios como Galileo y Newton. Contra sus convicciones, la generación de físicos que le siguió afirmo que muchos fenómenos- sobre todo los atómicos- están en buena medida sujetos a la probabilidad del azar. Esa incertidumbre indignaba a Einstein, quien en numerosas cartas y conferencias insistió en que nada es casual en la Naturaleza. De allí la frase, citada con frecuencia: “Dios no juega a los dados”. Nuca pudo admitir que los fenómenos del mundo dependiera del capricho de algo comparable con un cubilete.
Tres mil historias – Enero 1999 – Héctor Zimmerman
Motor Psico
Siempre tengo a mi lado a mi dios
(así me das más…)
Un susurro muy especial
(así me das más…)
«Motor psico»: el mercado de todo amor
Lo que debes, cómo puedes quedártelo.
Junto a la hemoglobina me fui
y ya no sangro más.
De la nada a la gloria me voy
(¡así me das más…!)
«Motor psico»: el mercado de todo amor
Lo que debes, cómo puedes quedártelo.
Estoy fichando de acuerdo al dolor
(jugando de más…).
Mi dios no juega dados,
quizás… esté a mi favor
«Motor psico»: el mercado de todo amor
Lo que debes, cómo puedes quedártelo.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Album Oktubre – 1986