Por definición un idiota es alguien que carece de entendimiento. Por lo tanto sus posibilidades de comprender cabalmente sus actos y en consecuencia, tomar decisiones que afecten su vida o su entorno, están relativizadas por esa incapacidad.
Idiota Útil: Locución adjetiva – Despectiva – 1- Ser funcional a intereses de otros. 2- Este vocablo compuesto es usado más ampliamente para describir a alguien que es manipulado por cualquier movimiento o ideología política —generalmente de tendencia extremista—, un grupo terrorista o un gobierno hostil sin comprender o conocer los objetivos reales de dicho grupo o ideología.
El presidente argentino Javier Milei calificó a opositores de «idiotas útiles» por criticar su decreto que modifica más de 300 normas y leyes e incluye una reforma laboral invalidada por la justicia.
«Se quejan, lo atacan de inconstitucional cuando está dentro de la Constitución. Y si no hay otros, que son los idiotas útiles, que hacen foco sobre las formas, cuando es parte de la dinámica», dijo Milei a la prensa.
www.france24.com – 08-01-24
Idiota Útil
Por definición un idiota es alguien que carece de entendimiento. Por lo tanto sus posibilidades de comprender cabalmente sus actos y en consecuencia, tomar decisiones que afecten su vida o su entorno, están relativizadas por esa incapacidad.
Si a la condición de idiota le agregamos el elogio de “útil”, parecería que nos enfrentamos a un contrasentido. Sin embargo la frase “idiota útil” para calificar a alguien goza de aceptación en determinados ámbitos argentinos.
La figura tal vez no sea oriunda de éstas tierras, pero de no ser así, se ha instalado con comodidad.
Se llama de ésta manera a quien ejecuta acciones o realiza declaraciones o propala ideas que pueden beneficiar a terceros; ya sean estos individuos, partidos políticos, estados u organizaciones de cualquier naturaleza. La salvedad es que en estas situaciones, el “idiota útil” no suele ser consciente de las consecuencias, daños o beneficios que su desempeño genere a otros. Es pariente cercano del “perejil”; individuo de escasa relevancia en una organización o en un hecho delictivo, y en el último caso, muchas veces ajeno al hecho en el que termina imputado.
Existen episodios de relevancia histórica como el incendio del “Reichstag”, el parlamento alemán registrado en 1933, por el cual fueron acusados como instigadores por los nazis tres dirigentes comunistas y como ejecutor un joven revolucionario holandés llamado Van Der Lubbe.
Su relación con el atentado fue negada por los acusados y nunca pudo probarse tal responsabilidad; no obstante fueron condenados y el episodio sirvió a Hitler para suspender las garantías individuales y desencadenar una feroz represión contra la oposición. Con el tiempo la sospecha recayó sobre los hitleristas y se cree que si Van Der Lubbe estuvo involucrado, su solitario accionar no pudo provocar la destrucción del monumental edificio.
Si efectivamente participó, habría sido instrumento inconsciente de un vasto plan elaborado por gente mucho más poderosa y con otros fines. Un caso típico de “perejil” o “idiota útil.”
Ya en nuestra tierra y en tiempos de la Guerra Fría a mediados de la década de 1960,
proliferaron las solicitadas en los diarios firmadas por organizaciones anticomunistas, donde se calificaba de “comunista” o “idiota útil del comunismo” a una extensa lista de personalidades de la cultura, el sindicalismo y actividades profesionales.
Más allá de la amplitud de campos en que pueden incursionar los supuestos “idiotas útiles”, la precisión de la imagen es lo que garantiza su perdurabilidad en el habla popular y en los medios de comunicación de distintas tendencias políticas.
Por Ángel Pizzorno – Testimonios de Buenos Aires –Marzo 2000
El Nuevo Idiota Útil
“El nuevo idiota útil cree que todo aquel que defiende su casa, su familia, sus tierras, su lengua, su economía, su religión, en una palabra, los principios de su idiosincrasia y cultura, es un terrorista, pero no aplica el mismo rasero con los que desde la privilegiada y pertrechada fortaleza del poder fáctico, en vez de administrar, atentan brutal e impunemente contra la propiedad personal. El idiota útil considera que la escalada deshumanizadora y el descontrol iniciado por ciertos burócratas fanáticos, erigidos por divinas providencias en promotores de la limpieza de las calderas de Pedro Botero, es un fin necesario, pero luego esconde la cabeza como el avestruz para no tener que ver y responder del resultado devastador de sus maquinaciones desestabilizadoras, culpando al oponente del estado de las cosas. El idiota útil esgrime de modo maniqueo las nociones del bien y el mal para justificar a ultranza posicionamientos neocoloniales o extremistas y defender los intereses soterrados de unas minorías que harán todo lo posible por no ceder un ápice del poder que conquistaron de forma incierta. El idiota útil cree ciegamente en la perversión semántica promulgada por los artificieros del lenguaje demagógico, sumidos en la perpetua intoxicación mediática que falsifica la realidad mediante historias de odio y rencor con las que fomentar la desmemoria colectiva. El idiota útil simula ser un político, intelectual o periodista demócrata, pero en realidad trabaja al servicio de turbios grupos de presión y agencias de inteligencia, cuyo único objetivo es hacer cumplir, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, los dictámenes de sus omnipotentes amos.”
Idiotas Útiles – Por Iury Lech – 09-03-07 –Fragmento
https://rebelion.org/idiotas-utiles/
“Va a Notar que Esas Preguntas no Pueden Ser Hechas por un ‘Idiota Útil’”
“Julia Bowland: Según lo que decía Roberto García, a mí me quedaba la sensación de que usted había funcionado como un ‘idiota útil’ que le sirvió a alguien para poder denunciar a las personas que aparecen en medio de esto.
Juan P. Baylac: Si usted ve el extenso pedido de informes va a notar que esas treinta y ocho preguntas no pueden ser hechas por un ‘idiota útil’.”
Diario Popular – Juan Pablo Baylac – 10-01-92.