(Nota del Autor: esta nota contiene spoilers sobre el universo cinematográfico Marvel y la serie Loki)
En el año 2019 Marvel cerró una épica saga de películas, que inició en el 2008 con una producción casi independiente titulada Iron Man. Avengers: Endgame fue esta culminación fílmica histórica, y en una de sus escenas, cuando un grupo de héroes viaja en el tiempo para intentar obtener unas gemas de poderes incalculables, aparece el villano Loki, quien había muerto al inicio de la entrega anterior, Avengers: Infinity War. Los superhéroes visitan el año 2012, en donde tiene lugar la primera película de The Avengers, y allí podemos ver como el villano principal consigue escapar de sus captores, desapareciendo en un momento de confusión tras ser apresado, transportándose inmediatamente a lo que sería su serie televisiva.
Esta serie, que se estrenó en la plataforma de streaming Disney+ narra los eventos posteriores a la desaparición, cuando el Dios de los Engaños es capturado inmediatamente por una misteriosa organización, la Autoridad de Variación Temporal (TVA por sus siglas en inglés) quienes lo acusan de haber generado una alteración en el flujo temporal, que creó una nueva línea de tiempo y que esta podría haber derivado en un evento catastrófico para todo el universo. Aquí el protagonista se entera que él no es el único Loki del universo, sino que es uno más de los tantos que andan dando vueltas por el multiverso, y con este hecho la compañía Marvel da inicio oficialmente a sus aventuras por las múltiples realidades paralelas que, durante muchos años, fueron motivo de especulaciones por parte de los fanáticos.
Loki se enfrenta a una condena a muerte por sus crímenes, pero aparece una oportunidad de resarcirse gracias a uno de los agentes estrella de la TVA, llamado Mobius, le pide ayuda para poder capturar a una variante (cada versión alternativa de una persona se las llama “variantes”) de sí mismo que está causando estragos en diversas líneas de tiempo, y que representa un peligro inminente para todo el universo conocido. El dios de Asgard, herido en su orgullo porque todos consideran a esta versión “terrorista” de Loki mejor que él mismo, acepta la misión, aunque al principio sus motivos son más bien egoístas. No sólo quiere planificar algún tipo de escape, sino también comprobar que su doble de otra realidad no es mejor que él.
Para perseguir a esta variante peligrosa, Loki y Mobius comienzan a viajar por el tiempo, llegando a eventos catastróficos —como la erupción del Monte Vesubio que destruyó Pompeya— porque sospechan que su presa se esconde en estos momentos apocalípticos ya que su presencia no generaría ninguna alteración temporal, lo cual la vuelve imposible de detectar. Pero Loki descifra esta estrategia y así dan con esta variante, y descubren que es una versión femenina del Dios del Engaño, que se hace llamar Sylvie, y que tiene un propósito mayor al de ir esquivando a las autoridades de la TVA.
Lo que al principio parece una “simple” misión para salvar al universo pronto se convierte en un misterio mayor, que involucra la naturaleza de los denominados Guardianes del Tiempo, un trío en apariencia sobrenatural que serían los creadores de la línea temporal sagrada, la que debe mantenerse a salvo si o si, y ellos habrían creado la agencia TVA para resguardar de posibles ramificaciones. Sylvie le demuestra a Loki que no solo ella y él son variantes temporales, sino que todos los empleados que los persiguen también lo son. Cada “minutero” —los policías del tiempo— así como los empleados administrativos y los encargados de impartir justicia fueron personas que alguien (o algo) extrajo del mundo real, les suprimieron los recuerdos para hacerles creer que fueron creados con el único propósito de servir a la agencia, y así mantuvieron la fachada cósmica-existencial que les da un propósito día a día. Loki terminará convenciéndose que tiene que ayudar a Sylvie a derrocar a quien está detrás de los Guardianes del Tiempo, no solo para correr la cortina de humo que tejieron durante siglos, sino para que ambos puedan tener algún tipo de vida “normal” más allá de ser simples delincuentes huyendo de la represión autoritaria de estos “dictadores” galácticos invisibles.
Loki es una serie compuesta por seis capítulos que finaliza mañana miércoles 14 de julio. Fue creada por Michael Waldron, quien ya tocó el tema de los viajes en el tiempo con la popular serie animada Rick and Morty y que pronto volverá a navegar las turbulentas aguas del multiverso en otra producción de Marvel: la secuela al film estrenado en el 2016, Doctor Strange, titulada Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, a cargo de uno de los responsables de impulsar el cine de superhéroes moderno: Sam Raimi, director de la primera trilogía de Spider-Man iniciada en el año 2002. Waldron desarrolló la serie y escribió todos los guiones de los episodios que tuvieron a la directora Kate Herron detrás de cámara, lo cual le otorga una coherencia narrativa a cada episodio, algo que no suele suceder en muchas series, y que acá se agradece. Herron es una mujer con una carrera emergente concentrada —por el momento— en series para televisión y servicios de streaming. Trabajó en producciones como Daybreak y la más popular Sex Education. En Loki también ofició como productora ejecutiva por primera vez.
Esta serie consigue equilibrar muy bien las dosis de ciencia ficción con el concepto de viajes en el tiempo, y evade las problemáticas inherentes a esta temática. Para los que hayan visto alguna película o leído alguna obra de ficción de este particular sub-género sabrán que existe un fundamento llamado “La Paradoja del Abuelo”, que plantea:
si consiguieras viajar en el tiempo y asesinar a tu abuelo antes que tu madre o padre fueran concebidos, ¿morirías?
Las películas más famosas que utilizan el viaje temporal intentan cambiar algo en el pasado para poder generar un cambio en el presente. El protagonista tiene que alterar algún evento para provocar una reacción en el futuro, o sea, el presente del cual partió —como ya hablamos en la nota de la serie 22/11/63 o en la harto conocida trilogía de Volver al Futuro— y así solucionar el problema que le aqueja. Desde un punto de vista científico la teletransportación es una imposibilidad cuántica, ya que no se puede hacer una copia perfecta a nivel atómico de una persona, ya sea viajando solamente en el espacio, y menos que menos viajando en el espacio y el tiempo.
Aunque consiguiera viajar en el tiempo evitando ese obstáculo cuántico, y efectivamente matara a su abuelo, el viajero temporal hipotético no impediría la concepción de sus padres y, por ende, la suya, ya que aquí entra la teoría de los universos paralelos (que es un campo de estudio real, aunque hipotético ya que no se han encontrado pruebas aún): al alterar un evento en el pasado el presente del viajero no cambia ya que esa variación en la historia crea una nueva línea temporal. O sea, uno puede viajar y matar al dictador o genocida que más le plazca, pero al regresar a su lugar de origen no vería alteración alguna, ya que al abandonar el pasado creó una nueva realidad en donde las ramificaciones de su acciones se desenvolvieron, creando un nuevo “mundo”.
Loki resuelve este problema paradójico de los viajes en el tiempo dentro de un universo cinematográfico vasto afirmando que todo lo que sucedió en las películas y series anteriores eran parte de los eventos que debían suceder, y cualquier alteración obligaría a la TVA a intervenir, capturar al viajero y reiniciar la línea temporal para mantener el orden. Pero, en Avengers: Endgame los superhéroes viajan en el tiempo alterando todo el tiempo las cosas, y en ningún momento se ve la intervención de estos policías sobrenaturales, pero eso sucede porque todo lo que tenía que pasar en ese film era lo que los Guardianes del Tiempo consideraban correcto.
Con esta explicación, que puede sonar complicada para quienes no hayan visto la serie, evitaron una catarata de críticas y análisis sobre las ventajas que podría tener, de golpe, la posibilidad de viajar en el tiempo y rescatar personajes que han fallecido y que la gente va a extrañar en las futuras producciones de Marvel. Sin embargo, el último capítulo aún no emitido al momento de escribir esta nota promete revelar la verdadera naturaleza de quienes están detrás de la TVA, y las consecuencias probablemente se terminen viendo en los futuros films que tiene planeada la empresa para los próximos años, entre ellas la ya mencionada secuela a Doctor Strange y la tercera parte de Ant-Man and The Wasp: Quantumania, que promete tratar con el reino cuántico, en donde ya sabemos que el tiempo transcurre de forma distinta y alberga, distintos universos.
De las tres series que estrenó este año Marvel (WandaVision y The Falcon and The Winter Soldier) Loki es la que parece acarrear más consecuencias para el futuro de la enorme y multibillonaria franquicia. También es la más entretenida de las tres, a gusto de quien escribe, principalmente porque encajaron en los mecanismos narrativos todas las soluciones a las paradojas de los viajes temporales, y lo hicieron sin aburrir con charlas seudo-científicas de cotillón. Owen Wilson, Tom Hiddleston y Sophia Di Martino son los protagonistas, y cargan con la mayor parte del peso dramático, la comedia —que abunda pero no cansa— y las escenas de acción. Los tres se pelean por robar la atención del espectador, brindando un espectáculo entretenido desde el punto de vista de las actuaciones.
Los efectos especiales son de primer nivel, dignos de una producción fílmica, pero el principal acierto de la serie es que para el tercer capítulo deciden jugar más con lo ridículo y absurdo que puede resultar la exploración de diferentes realidades alternativas, cuyo mayor exponente es el quinto capítulo, un episodio de esos que terminan dejando con ganas de más. Quienes no hayan visto la serie pero se hayan cruzado con una imagen de un cocodrilo con un sombrero de Loki en la cabeza, sepan que no es un foto hecha por un fan: eso está en la serie, el cocodrilo tiene un rol, y es parte de la locura que plantearon los creadores.
Resta un último episodio —y probablemente una segunda temporada en el futuro— en el cual esperamos que la serie llegue a una conclusión satisfactoria y no sea un mero adelanto para las próximas películas de Marvel. Se sabe que cada producción que ha estrenado la productora es relevante para la historia general que vienen contando desde el año 2008, pero Loki es un producto tan redondo (con sus puntos bajos, si) que sería una pena que dejen colgado un misterio a resolver en un año o dos.
Todos los capítulos se pueden ver en la plataforma de streaming Disney +.