Podemos pensar que si el conflicto es una situación en la que dos personas no están de acuerdo con la forma de actuar de una de ellas, o con que una de ellas tome las decisiones entonces una de las claves para evitarlas es mejorar la comunicación.
La Oportunidad
En la cotidianeidad y en la interacción con los otros se pueden producir todo tipo de dificultades, muchas se pueden solucionar de forma rápida y sin mayores consecuencias y otras, …, necesitan del aporte de los protagonistas para hallar una solución.
¿Qué puede provocarnos “conflictos”?
Simples y variadas son las respuestas:
• malos entendidos
• interpretaciones diferentes
• suposiciones
Todas estas opciones pueden provocar grandes disgustos con el otro.
Lo que debemos preguntarnos es: “¿es posible que esto ocurra?”
Obviamente la respuesta es SI ya que nosotros ante una misma situación podemos
Simplemente son suposiciones equivocadas que provocan enojos entre las personas.
Muchos problemas o conflictos se solucionarían si nosotros preguntáramos:
• “¿Entendí bien?”,
• “¿Qué quisiste decir?”
• “¿Me dijiste que….?”
La respuesta es repreguntar, volver a preguntar y corroborar si lo que entendimos es lo que nos quiso decir/hacer el otro.
En fin, solucionaríamos muchos malos entendidos con un simple
“¿Es así?”
Reflexionando podemos decir que los conflictos son reales cuando se derivan de causas estructurales o del entorno (económicas, legales, condiciones de trabajo, ruidos molestos, posesión irregular de bienes, etc.) mientras que los conflictos irreales son ocasionados por problemas de comunicación y de percepción.
Podemos pensar que si el conflicto es una situación en la que dos personas no están de acuerdo con la forma de actuar de una de ellas, o con que una de ellas tome las decisiones entonces una de las claves para evitarlas es mejorar la comunicación.
Si la causa es atribuida a problemas de comunicación, puede resultar su solución bastante manejable con sólo aclarar.
La comunicación será la clave para desandar el camino de los malos entendidos, aclarar, preguntar, corroborar, ratificar, rectificar, es decir, en primera instancia estar seguro que lo que entendimos es lo que el otro quiso decirnos.
Estos malos entendidos provocan un sinnúmero de malestares que al ser aclarados diluyen el conflicto.
Si un conflicto es una crisis y una crisis es la oportunidad para el cambio, ¿Por qué no empezar a modificar nuestros hábitos?
Podríamos dejar de prejuzgar, escuchar, preguntar, y de ese modo, tal vez, comencemos con el cambio.
Todo proceso de modificación y/o transformación lleva tiempo, el otro no es nuestro enemigo por pensar distinto, por actuar de manera no esperada, por necesitar y desear cosas diferentes, en realidad es “otro” tan parecido y diferente a mi con quien debo convivir.
Sera necesario sembrar paciencia y empatía para cosechar consideración y cooperación.
Es un camino de oportunidades
Es un camino de aprendizaje
Es un camino para educar para la paz.