El miedo es una sensación universal del ser humano que aparece tempranamente en la infancia a partir de la posibilidad de la pérdida de amor de quienes se dependen y quienes funcionan como protectores de los peligros que ellos mismos advirtieron.
El miedo es al castigo ante alguna transgresión o inadecuación a la demanda ante quienes se está dependiendo, en general, los padres.
El miedo es un mecanismo defensivo que se pone en funcionamiento ante una posible agresión, ataque o peligro del mundo y del cual se interpreta una imposibilidad de defensa.
Cuando aparecen miedos irreales o no adecuados a la realidad efectiva más tiene que ver esto con una sensación de desamparo, de falta de protección de una entidad siempre superior.
En los tiempos actuales, el miedo se ha convertido en una rutina de la vida cotidiana. Los medios de comunicación informan sobre hechos violentos que funcionan como advertencia de los posibles peligros ante los quedan expuesto las personas, esto se trasforma según las características de cada uno en generadores de ansiedad, angustia y preocupaciones recurrentes. En algunos casos se canaliza hacia lo familiar trasmitiendo hacia los niños y adolescentes estas preocupaciones y advirtiendo sobre los extremos peligros a los que están expuestos.
En otros casos el sujeto vuelve sobre si mismo estos temores y se desencadenan en estos casos síntomas tales como, ataques de pánico, fobias o trastornos obsesivo-compulsivos.
La adolescencia, es una etapa en la cual se construyen grandes ideales y se produce una perdida de idealización de los padres, por otro lado se ingresa en un mundo nuevo al cual hay que identificarse, aquí lo familiar se puede volver nimio o desvalorizado.
El miedo a ser excluido del grupo de pares hace que el adolescente idealice nuevos personajes mas alejados de la vida familiar.
Además se empiezan a tener ciertas ideas de inmortalidad y fortaleza, esto es una respuesta maniaca para salir de la necesidad de la protección de los padres, si estos últimos insisten en cuidarlos de los peligros, estos jóvenes en general responderán con insensibilidad y negación.
Es importante hablar de ciertos peligros, pero no es posible evitarlos a todos, la construcción de conciencia es una variable que solo se alcanza con una buena relación y dialogo entre padres e hijos.
En la guardia telefónica de orientación se pueden hacer consultas por Whatsapp: 11-6883-2280. La Red Asistencial de Buenos Aires recibe consultas sobre padres de adolescentes preocupados por sus hijos y con necesidad de encontrar una mejor comunicación con ellos.
Lic. Sergio Sáliche
Psicólogo – MN 25.353