Ser parte de la vida de otra persona, aunque sea unos meses enseñando, puede ser la diferencia entre odiar/amar Matemática, desarrollar pensamiento crítico o ser capaz de escuchar al otro intentando aprender desde el disenso. O todo ello.
REFLEXION: ¿Qué se Espera de un Docente?
Hoy me preguntaba, ¿soy lo que esperan?
Y a esta no tan simple pregunta, la comencé a desmenuzar, ¿quiénes esperan algo de mí y que esperan?
¿Quiénes? , padres, alumnos, directivos, otras autoridades,…, ¿y qué esperan de mí?
Los alumnos esperan entender, sobre todo Matemática, y aprobar. Los padres esperan que escuche, oriente, enseñe, contenga y sobre todo, que apruebe a su hijo.
Los directivos esperan que no falte, que no llegue tarde, que no cree conflictos con padres, docentes y alumnos. Mientras que las autoridades superiores, nivel ministerial, que seamos formadores de ciudadanos.
Y yo, ¿Qué espero ser como docente?
En mi caso, pienso que soy como la mayoría, espero ser un factor de cambio, un acompañante en la conformación del proyecto individual y social de cada uno de mis alumnos. Un motivo de reflexión para las decisiones a tomar, un ser que escucha, tiende la mano, presta el hombro, abre su corazón para que ellos puedan encontrar refugio, un sitial de algunas certezas (el esfuerzo vale la pena), la búsqueda constante y permanente del conocimiento, …, y eso solo por mencionar algunos aspectos de mi trabajo.
Ser parte de la vida de otra persona, aunque sea unos meses enseñando, puede ser la diferencia entre odiar/amar Matemática, desarrollar pensamiento crítico o ser capaz de escuchar al otro intentando aprender desde el disenso. O todo ello.
Me defino como una luchadora utópica que ama a las personas, que sueña con que todos los jóvenes tengan la oportunidad de aprender y que juntos logremos hacer de este mundo un lugar pacifico, solidario, respetuoso para brindarle la mano al que lo necesite.
No sé si cumplo con los deseos de los otros, el mío, ser factor de cambio, todavía lo sigo intentando a pesar de tener más de cuarenta años en la docencia.
Me falta mucho por aprender, al igual que Sócrates sostengo, “sólo sé que no se nada” por eso sigo curioseando y aprendiendo día a día.