Todos los ejecutivos le habían dicho que no tenían ninguna intensión de producir en el país, donde apenas funcionarían sus plantas de ensamblaje: en las casas matrices habían definido que la Argentina no iba a fabricar esa tecnología.
Industria Argentina – Rugido Nacional
La planta de Industria Aeronáuticas y Mecánicas del Estado nació a mediados de los 50 y encarno el primer proyecto de producción automotriz local. Fue responsable de la mítica camioneta Rastrojero, la moto Puma, el tractor Pampa y hasta de lanchas deportivas y veleros.
Señor, si les en el usted me permite, yo le voy a fabricar automóviles en el país.
-Sí, bueno, metalé nomás.
Con esa autorización bajo el brazo, el entonces ministro de Aeronáutica, brigadier Juan Ignacio San Martín, puso en marcha el primer proyecto de producción nacional automotriz. El desafío que tomaba había sido gestado, en algún sentido, al término de una reunión del presidente Juan Domingo Perón con representantes de las multinacionales del rubro. Todos los ejecutivos le habían dicho que no tenían ninguna intensión de producir en el país, donde apenas funcionarían sus plantas de ensamblaje: en las casas matrices habían definido que la Argentina no iba a fabricar esa tecnología. Pero el gobierno decidió que era una necesidad política y económica, y que si no lo hacían las empresas privadas sería el Estado quien asumiera el protagonismo. Se necesitaba actualizar el parque automotor, que llegaba a las 450 mil unidades, y producir tecnología local
Moto Puma. Cuarta Serie
Para instalar la planta de Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), el brigadier San Martín pensó en el territorio conocido y eligió el predio del Instituto Aerotécnico de Córdoba, donde se habían fabricado los aviones a reacción. La nueva empresa estatal nació el 28 de marzo de 1952 con el objetivo de investigar, fabricar y reparar material aeronáutico y, además, producir automóviles. Esa política permitiría fomentar la producción que desdeñaban las empresas y abrir el mercado para un futuro traspaso a la industria privada.
En esos primeros meses, la incorporación de la fábrica IAME implicó un aumento del 55 por ciento del personal y sumó unos 10 mil empleados entre operarios, técnicos y administrativos. Era una estructura que integraba una decena de fábricas de aviones, de motores de aviones, de instrumental y equipos, de hélices y de maquinarias y herramientas para aeronáutica y automotriz. Incluía, también, un departamento de metalurgia que cruzaba a todas las industrias.
Para octubre, siete meses después de su creación, estaba listo el prototipo del tractor Pampa.
El Tractor Pampa
También tenían terminadas las primeras unidades de la moto Puma. Entre 1953 y 1955 se fabricaron 167 unidades de la coupé Justicialista Grand Sport, que tenía una carrocería cerrada, construida con resina de poliéster, motor Porsche de cuatro tiempos. También llegarían las chatitas y furgones. Más tarde sumaron lanchas deportivas y veleros. Una de las glorias de IAME fue el Rastrojero, que se construyó con partes de los tractores Empire, de origen estadounidense. Se desarrolló un pequeño vehículo utilitario, que llevó logo de la joven empresa estatal: un escudo alado, de evidente inspiración aeronáutica. Tenía un diseño simple y contaba con una cabina metálica y una caja de madera que sopor aba media tonelada de peso. Esa camioneta, que quedó en el imaginario colectivo como ejemplo de la industria nacional, funcionó como un instrumento regulador del precio de mercado local para las multinacionales.
A poco de andar, la industria estatal cumplió su objetivo y las multinacionales terminaron asociándose con ella para producir en el país. A Mercedes Benz se sumó Industrias Kaiser Argentina (IKA), donde el Estado tenía una participación del 25 por ciento. Allí nació el Jeep IKA, con carrocería construida en los talleres del Estado. Más tarde se sumaron Borgward, Fiat Concord y Gi lera Transax.
Rastrojero Diésel (utilitario)
El golpe de Estado de 1955 no sólo prohibió los símbolos del peronismo y sus fotografías. Ni siquiera se podían nombrar a Perón o a Evita. Sin embargo, la producción automotriz estatal siguió en ascenso pasó de 3.964 unidades en 1959 a las 12.500 en 1975, según detallan los estudiosos del Club LAME, que fundaron los hermanos Gabriel y Héctor Fermoselle, en 2004. Y llegó a fabricar 149.710 automotores antes de que la dictadura que irrumpió el 24 de marzo de 1976 la cerrara definitivamente en 1980. Para ese momento contaba con más de 70 proveedores, 100 concesionarios, repuesteros en todo el país y más de tres mil empleados. El Rastrojero, su vehículo insignia, participaba del 78 por ciento del mercado local de pick ups y se exportaba a Bolivia, Cuba, Chile, Perú y Uruguay.
Caras y Caretas – Septiembre 2013 – Por Pablo Waishberg