Las naciones prósperas fomentan una cultura de emprendimiento e innovación. Silicon Valley, en Estados Unidos, es un claro ejemplo de cómo un entorno favorable puede producir empresas tecnológicas líderes a nivel mundial como Apple, Google y Facebook.
Las Naciones Prósperas Tienen Gente Próspera
Por Lic. Jackeline Barriga Nava (poeta y escritora de Bolivia)
La prosperidad de una nación no se mide únicamente por sus leyes, regulaciones o políticas económicas, sino, sobre todo, por la calidad de sus ciudadanos. Los países más productivos y ricos del mundo son aquellos donde las personas están altamente educadas, donde prevalecen valores como el respeto a las normas, un fuerte rechazo a la corrupción y tienen una conciencia profunda de su entorno.
La educación es la formación de seres humanos íntegros, países como Finlandia, Corea del Sur y Alemania son reconocidos por sus sistemas educativos de alta calidad. En Finlandia, por ejemplo, los maestros son altamente respetados y deben tener al menos una maestría para enseñar, pero además son calificados por los valores y reputación dentro la sociedad, entre otros parámetros. Este enfoque educativo ha llevado a resultados sobresalientes en pruebas internacionales como el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA).
Las universidades de élite en países como Estados Unidos y Reino Unido como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Oxford han producido numerosos premios Nobel, lo que refleja el alto nivel de investigación y desarrollo en estos países. Estas universidades no solo forman profesionales altamente capacitados, sino que también son incubadoras de innovación y descubrimientos científicos que benefician al mundo entero.
Las naciones prósperas fomentan una cultura de emprendimiento e innovación. Silicon Valley, en Estados Unidos, es un claro ejemplo de cómo un entorno favorable puede producir empresas tecnológicas líderes a nivel mundial como Apple, Google y Facebook. Este ecosistema de innovación es posible gracias a una combinación de acceso a capital de riesgo, talento calificado y una cultura que valora la toma de riesgos y la creatividad.
En Israel, conocido como la «startup nation», el alto nivel educativo y el servicio militar obligatorio que fomenta habilidades de liderazgo y trabajo en equipo han resultado en un ambiente propicio para la innovación. Israel tiene la mayor concentración de startups per cápita en el mundo y es líder en sectores como tecnología agrícola, ciberseguridad y biotecnología.
La competitividad y el respeto a las normas son valores fundamentales en las naciones prósperas como Japón y Alemania, la cultura laboral se caracteriza por una fuerte ética de trabajo y un compromiso con la calidad y la eficiencia, estos valores se traducen en productos y servicios de alta calidad que son competitivos a nivel global. Además, estas sociedades tienen un fuerte rechazo a la corrupción, los sistemas judiciales en países como Dinamarca y Nueva Zelanda aseguran que los corruptos sean denunciados y castigados, lo cual fortalece la confianza pública y la cohesión social.
Las naciones prósperas también destacan por sus contribuciones a la investigación y al conocimiento global. Por ejemplo, Suecia, con su fuerte inversión en investigación y desarrollo (I+D), ha producido innovaciones desde la tecnología hasta la medicina. El Instituto Karolinska, es uno de los centros médicos más importantes del mundo y tiene un papel crucial en la selección de los premios Nobel de Fisiología o Medicina. Asimismo, Canadá ha realizado avances en inteligencia artificial (IA), con centros de investigación como el Vector Institute en Toronto, que atraen a talentos globales y fomentan el desarrollo de tecnologías emergentes.
La conciencia ambiental es otro pilar esencial como Suiza, es uno de los países que más desperdicios genera, pero el 96% de su basura es reciclada y la que no, es utilizada para producción de energía, con respecto a los animales en este país, las leyes de bienestar animal son estrictas y se aplican rigurosamente, este respeto se extiende a la vida silvestre y a las mascotas, reflejando una sociedad que valora todas las formas de vida.
Lo mencionado solo son pequeños ejemplos y elementos de las naciones productivas y desarrolladas, la verdadera riqueza de estas naciones reside en la conciencia y voluntad de su gente para hacer cumplir sus normas y trabajar por su país que al mismo tiempo beneficia al mundo.
JACKELINE BARRIGA NAVA. Psicóloga de profesión; investigadora educativa, académica, gestora cultural y educativa, escritora y poeta; además de activista en contra del maltrato animal.
Representante en Bolivia por la Federación de club y asociaciones UNESCO (FWUCA UNESCO).