La soja (Glycine max) es una leguminosas de la familia de las fabáceas (Fabaceae) cultivada a partir de sus semillas. Se trata de una hierba perenne o de ciclo anual. Se trata de una semilla de alto contenido de proteína y medio contenido en aceite.
Sus semillas contienen una elevada proporción de magnesio, hierro y otros minerales, y también proteína vegetal. Como subproductos su manufacturación se obtiene la harina de soja y el aceite como principales. A ella se le atribuyen algunas propiedades que resultan beneficiosas para la salud, además de ser una de las fuentes naturales más importantes.
En Argentina el engorde a pasto, la lechería, la ganadería y varios cultivos alternativos han sido un poco relegados por la soja; la frontera sojera no para de expandirse, llegando hasta rincones inimaginables. En ese camino, se encuentra nuestro país vecino, el Paraguay; al punto que, hoy por hoy, la soja es el rubro más cultivado por indígenas.
Paraguay lleva una superficie sembrada en una proporción similar a la de Brasil, creció en un 119%. El mayor incremento en el área se dio en los departamentos del este territorial, principalmente en Canindeyú, Caaguazú, Alto Paraná, San Pedro y Itapúa.
El Censo Agropecuario Nacional (CAN) reveló que la soja es el rubro más cultivado en las fincas de comunidades indígenas de Paraguay, donde el año pasado se destinaron más de 8.000 hectáreas.
De acuerdo al relevamiento de datos, en Paraguay existen 5.210 fincas agropecuarias pertenecientes a comunidades indígenas. De estas, 243 fincas optaron por cultivar soja, abarcando un total de 8.555 hectáreas de tierra. Este hallazgo posiciona a la soja como el cultivo dominante en términos de superficie dedicada a la producción agrícola en estas comunidades.
También se detalla que en el año 2022, además de la preeminencia de la soja, los principales rubros de cultivo y con mayor área fueron la mandioca, el maíz zafriña, el maíz zafra, el sésamo y el poroto. Mientras que entre las de menor cantidad figuran maíz chipa, sandía, batata, yerba mate, maní, habilla, banana, melón y calabaza.
Un reporte de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) menciona que hace una década se informaba con gran entusiasmo acerca de la incursión de nativos en la producción de soja, lo que marcó un camino hacia el desarrollo y el progreso para estas comunidades.
Puso como ejemplo a la comunidad indígena de Puerto Barra, ubicada en el municipio de Naranjal, Alto Paraná, que logró encontrar rentabilidad en la producción de granos.
La incursión de los nativos en la producción de soja se consideró una oportunidad para diversificar sus actividades económicas y mejorar sus condiciones de vida. La adopción de prácticas agrícolas modernas y la integración en cadenas de valor proporcionaron a estas comunidades acceso a mercados más amplios y oportunidades de generación de ingresos.
El Censo Agropecuario Nacional (CAN 2022), que se realizó luego de 14 años (el último censo data del 2008), abarcó cuatro etapas, con la finalidad de llegar a todos los productores agropecuarios y a los pueblos indígenas para recolectar información necesaria y relevante del sector.
Los trabajos de levantamiento de datos se llevaron a cabo con el apoyo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En la Argentina, aunque en una proporción mucho menor, la superficie dedicada a la siembra de soja, también se incrementó… Gracias a una serie de estudios dietéticos, se ha podido comprobar que el uso concentrado de la proteína de esta semilla mágica, se incrementan las necesidades de vitaminas B12, D, E, K, y otras…