El futuro llegó hace rato, escribió y cantó el “Indio” Solari, y tenía razón. La ciencia ficción siempre fue un vehículo mediante el cual los artistas explicaron sus miedos presentes, camuflados en pintorescos escenarios posibles. Y entre ellos, las distopías son un tópico recurrente.
“Raised by Wolves” nos lleva a un futuro en donde todo salió mal. Madre y Padre, dos androides, viajan a un planeta lejano con el fin de criar a unos niños humanos. Su misión es asegurar la supervivencia de la especie, ya que ellos fueron los creadores de las inteligencias artificiales. Hay una relación tensa pero simbiótica entre las máquinas y los organismos vivos, y es una que vale la pena el riesgo de aquella tarea en apariencia titánica.
Aaron Guzikowski tuvo la idea del guion rondando en su cabeza desde siempre. Aspectos de su crianza se mezclaron, poco a poco, con su fascinación con el género de ciencia ficción. Su carrera lo llevó a conocer a Ridley Scott, un cineasta que demostró capacidad para adaptarse a estas historias futuristas con obras maestras de la talla de “Alien” o “Blade Runner”. La idea le fascinó al veterano, que originalmente iba a asumir el rol de productor ejecutivo.
Más las conversaciones fueron escalando poco a poco. Guzikowski y Scott se llevaban cada vez mejor, y la historia comenzó a crecer desmesuradamente. Los detalles del nuevo mundo que planteaban eran cada vez más seductores. A medida que la pre producción comenzó a parir referencias visuales, las temáticas más profundas comenzaron a colarse en el guion, que creció a la par del entusiasmo de los artistas.
Ridley tenía la intención de dirigir solamente el piloto y dejar el lugar a otros directores para que llevaran adelante la serie. Pero la visión de Guzikowski y el material que generaron le impactaron tanto que terminó haciéndose cargo de gran parte de los capítulos. La decisión del experimentado cineasta consiguió que “Raised by Wolves” tuviera una coherencia narrativa y visual.
La conformación del elenco fue un aspecto fundamental para crear un universo cohesivo. Amanda Collin es “Madre”, la androide programada para criar y cuidar a los niños humanos. Abubak Salim interpreta a “Padre”, quien parece haber sido programado para tener más humor, “humanidad” y ser una figura tierna frente a los niños que le toca educar.
Travis Fimmel le da vida a “Marcus”, un sobreviviente que llega al planeta a la par de los androides. Niamh Algar es “Sue”, esposa de Marcus- Jordan Loughran, Winta McGrath y Ethan Hazzars son los niños que crían “Madre” y “Padre”, y por ende, ejes centrales de la historia.
El cast es diverso, talentoso y, aunque no rebose de estrellas conocidas por el público general, al espectador casual le permitirá sumergirse en la propuesta de Guzikowski y Scott con más facilidad. Todos dan la talla a la perfección, y en ningún momento los elementos más fantásticos de la historia caen en detrimento de las interpretaciones.
“Raised by Wolves” explora la relación entre humanos y robots con profundidad. Esto permite que la serie ahonde en cuestiones filosóficas, como el origen de la creación y cómo los humanos desarrollamos la fe. Es imposible no pensar en obras magnas del género como “Battlestar Galactica”, que desde 1978 ha navegado estos interrogantes en series, películas, libros e historietas. Ridley Scott suma su experiencia dentro del mundo de la ciencia ficción, y aporta su capacidad para generar un estilo rico desde lo visual y lo narrativo. Al director siempre le interesó contar sus historias futuristas utilizando a los personajes como vehículos. Los rodea con mundos visualmente impactantes, es verdad, pero el motor de la historia siempre serán sus criaturas.
La complejidad de la trama argumental crece a medida que las dos temporadas se desarrollan. Se introducen cada vez más personajes y muchas preguntas parecen quedar flotando sin una respuesta evidente, un problema que muchos grandes artistas no supieron resolver cuando manejan historias corales como ésta. Las motivaciones de algunos personajes se tornaran confusas, y esto repercute directamente en el ritmo narrativo de una serie que intenta avanzar a toda velocidad.
Este aspecto no hace que la serie caiga en una meseta intransitable. “Raised by Wolves” es una serie que cautiva desde lo visual y desde lo temático. En una época en donde la inteligencia artificial se convirtió en un tema de conversación cotidiano, en donde las propias limitaciones de la humanidad como especie parecen estar en tela de juicio permanente, Guzikowski y Scott nos ofrecieron una reflexión necesaria sobre nuestra relación con el futuro, con las máquinas, con nuestras propias creaciones.
“Raised by Wolves” apela a los fanáticos de la ciencia ficción que buscan historias ambiciosas, repletas de preguntas existenciales. Tal vez todas las respuestas no estén en los capítulos, pero los interrogantes obligaran a los espectadores más curiosos a investigar, a indagar.
El futuro llegó hace rato, es verdad. Tal vez no luzca como las fantasías que encontramos en la televisión, pero que el espejo no ofrezca un reflejo exacto no implica que detrás de la imagen distorsionada no se esconda algún vestigio de verdad. En la era de la Inteligencia Artificial, que llegó como un tsunami a nuestras vidas, “Raised by Wolves” mantiene su relevancia intacta, y pese a que HBO canceló una tercera temporada, esto no impide que se pueda disfrutar el fascinante mundo creado por Guzikowski y Scott.