Medio siglo de vida, más de 200.000 estudiantes, cinco franquicias internacionales. Son cifras que coronan un emprendimiento que hace muchos años, comenzó como una propuesta novedosa en base a experiencias personales. Transcurría 1970, cuando los estudiantes universitarios Arnaldo y Horacio Krell, luego de experimentar dificultades en el aprendizaje como le pasaba a muchos otros, comenzaron a analizar los problemas que enfrentaba el estudiantado universitario a la hora rendir exámenes. Llegaron a la conclusión que el principal obstáculo residía en el modo de estudio defectuoso, con una gran inversión de tiempo y esfuerzo que no siempre concluía en buenos resultados. Sus investigaciones les confirmaron una opinión muy generalizada: “… sólo usamos una parte mínima de nuestras posibilidades cerebrales.” Según los Krell, crearon un método para abarcar “Lectura veloz y comprensiva, agudez sensorial, comprensión de textos, métodos de estudios, concentración, memoria, oratoria, redacción e inteligencia.” En síntesis, una técnica de entrenamiento de la mente: había nacido el método de lectura veloz, estudio y memoria. El hallazgo fue aplicado a sus propias carreras, obteniendo resultados excelentes.
A partir de esas experiencias e investigaciones, en 1970 los Krell fundaron el Instituto de
Lectura Veloz, Estudio y Memoria (ILVEM). La novedad trasciende y ya en 1971, ILVEM realiza cursos interactivos multimedia con el canal 13 de televisión y el diario La Nación; ambos, medios muy importantes de la ciudad de Buenos Aires. Poco después aparecen los cursos a distancia por correspondencia. Cuatro años más tarde y acompañando los avances tecnológicos y su consecuencia, la demanda laboral especializada, ILVEM adquiere una computadora IBM 360 / 20, para dictar cursos de computación. La primera máquina de esas características en ser utilizada en educación. En ese mismo año, ILVEM accede a la Feria del Libro de la ciudad de Buenos Aires.
En un fuerte proceso de expansión, entre 1975 y 1979 exporta el curso a Italia, España, Israel y América Latina, otorgando franquicias en muchos países e Interior argentino. Ese franqueo en la prestación, permite a muchas personas tomar contacto con el curso en forma presencial. En pocos años, el segmento original de estudiantes universitarios y terciarios, es superado por la incorporación de escolares primarios, secundarios, directivos de empresas, profesionales y todas aquellas personas con necesidad de entrenarse en el estudio de cualquier naturaleza.
En 1990 aparece el Gimnasio ILVEM como facilitador de la “…Integración entre cuerpo y mente”, y dos años más tarde, el Instituto incorpora una herramienta fundamental en los cursos de computación: la computadora personal (PC); el instrumento que revolucionará la comunicación y los ámbitos de trabajo, al extenderse masivamente su uso. Por entonces, la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA), aprueba el Método ILVEM, jerarquizando aún más, una técnica que ya era muy conocida y probada por muchos usuarios. La aparición del video – cassette plantea un nuevo desafío, pero abre otra posibilidad para el curso de Lectura Veloz, ya que el Método comienza a distribuirse también con ese formato. En 1996 ILVEM participa en Proyecto Joven. Un programa de reconversión laboral auspiciado por el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La herramienta televisiva, es ampliada al comenzar a dictarse el curso por la cadena mexicana QVC y también en Miami (EE.UU.). Una publicidad sencilla de los años de fundación, decía: “Ud. también aumentará de 3 a 10 veces su velocidad de lectura, comprensión, memoria, concentración y expresión.” En el siglo XXI, ese mensaje para el Instituto, sigue vigente.