Cuando todo parece perdido, la vida siempre nos da una última oportunidad. Es posible que ésta sea una. Solo tengamos un poco de fe y no nos rindamos. En esta vida uno nunca sabe lo que puede pasar, y nos podemos llevar una gran sorpresa.
Por Claudio Valerio
Cuando todo parece perdido, la vida siempre nos da una última oportunidad. Es posible que ésta sea una. Solo tengamos un poco de fe y no nos rindamos. En esta vida uno nunca sabe lo que puede pasar, y nos podemos llevar una gran sorpresa.
Procuremos ayudarnos mucho y a nuestros amigos y afectos, evitando de ser algo fantasiosos. Tal vez, y sólo tal vez, través de mensajes de ánimo y de gestos, consigamos levantar los ánimos frente a ésa delicada situación que estamos viviendo… ¡Siempre hay una solución! Y, estando juntos, no hay nada que no se pueda superar.
Con fe, esperemos que pronto todo se normalice; y que el tiempo transcurrido nos sirva para valorar este preciado tesoro que tenemos, la vida… Cuidémonosy cuidemos a los nuestros.
Gracias a los poetas Giraldo Segura Riquenes e Iris Martínez por sus respectivos aportes literarios; y que, los mismos, nos puedan alentar a seguir adelante.
Marinero en Tierra
Giraldo Segura Riquenes
(A mi padre. A R. Alberti.)
Tendré que navegar, pero en lo seco,
porque yo soy un marinero en tierra.
Mi embarcación apenas oye el eco
que teje el mar. Mi vida es una guerra
constante entre partir y estar en firme.
No sé cómo alejarme de esta orilla
en la que estoy anclado. Ni la quilla
conoce bien a dónde quiero irme.
El viento me desnuda pero ignora
cuál es el puerto de mi preferencia.
Lo cierto es que no he sido un marinero
a la usanza de otros. Por ahora
lo mío es navegar en apariencia,
aunque yo sé cuál es mi paradero.
Inseparables
Iris Martínez
¿Porque las maripositas juegan con las florecitas?
Porque se parecen mucho y porque son amiguitas.
¡Cómo el aire y su Vaivén!
¡Cómo la línea y el tren!
Que se buscan y se encuentran,
Uno del otro el sostén
¡Cómo el río y la cascada,
se abrazan en la cañada!
Y se cuentan sus secretos,
arrullados por un Hada.
¡Cómo la abeja y la flor,
que nos brindan su dulzor!
La flor regala su aroma
y la abeja su labor.
¡Cómo el libro y la lectura
que nos regalan cultura!
Y la enseñamos a otros
con amor y con ternura.
¡Cómo el pincel y el pintor
que trabajan con amor!
El pintor pone su mano,
y el pincel pone la flor.