En el mismo año del nacimiento de Ushuaia, Julio A. Roca ordena la instalación de un faro en la Isla de Los Estados junto a una estación de salvamento, debido a los frecuentes naufragios que se registraban en el turbulento Estrecho de La Maire.
El “Otro” Faro del Fin del Mundo
Los faros en regiones desoladas, invitan a quienes no habitan en sus cercanías a imaginarlos como testigos mudos de naufragios y otros eventos navales; y en muchos casos esa presunción no está lejos de la realidad. Es el caso del “Faro del Fin del Mundo”, ubicado por el novelista Julio Verne en su obra del mismo nombre, presuntamente en la Isla de Los Estados; territorio soberano argentino a 248 kilómetros de la ciudad de Ushuaia. Es una clásica narración de aventuras con información geografía veraz, como suelen tener las obras del autor francés. Su popularidad difundió en el mundo la idea de que dicha construcción estaba en esa isla argentina y al ser desactivado el único (y pequeño) vigía, el mote se trasladó a otro instalado años más tarde en el Canal de Beagle.
Desde el Faro de Alejandría (Siglo III a C.), destruído por terremotos y algunos más del Mundo Antiguo que todavía están en pie en distintos puntos del planeta, su función fue orientar a los navegantes en su ingreso a puerto o en orillas de riesgo para los buques, como islotes o salientes peligrosos.
Nuestras costas del litoral marítimo y sobre todo del extremo sur, en inmediaciones del Estrecho de Magallanes y otros pasos interoceánicos, requerían faros para orientar y brindar mayor seguridad a la navegación, en particular a partir de la fundación de Ushuaia en 1884 sobre el Canal de Beagle, que debía ser abastecida por mar. Recordemos que aún no existía el Canal de Panamá y Magallanes era la ruta obligada para acceder al Oceánico Pacífico desde el Atlántico y viceversa, registrándose un tráfico naval intenso.
Por otra parte, en el mismo año del nacimiento de Ushuaia, el presidente Julio A. Roca ordena la instalación de un faro en la Isla de Los Estados junto a una estación de salvamento, debido a los frecuentes naufragios que se registraban en el turbulento Estrecho de La Maire, que separa Isla de Los Estados de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La tarea fue dirigida por el entonces alférez Augusto Lasserre y al finalizar la obra, fueron trasladados los presos alojados en otra parte de la Isla llamada Puerto Cooke, fundado por Luis Piedrabuena, al penal militar emplazado en inmediaciones del flamante faro denominado San Juan del Salvamento y la Subprefectura, que debía auxiliar a eventuales náufragos.
“La isla era el Cabo Cañaveral de la época. Más allá estaba lo desconocido, La Antártida”(1); afirma el especialista Carlos P. Veiro.
El faro que tenía algo más de seis metros de altura, se erigía sobre una construcción circular de madera de varios lados, donde se alojaban también los seis “torreros” que brindaban el servicio, usando lámparas de aceite como combustible. Muy cerca estaba la estación de salvataje con algunos marinos que junto a los torreros, se ocupaban de los náufragos.
Debido a la presencia de islotes que sólo permitían una visualización parcial del faro, en 1902 se decide abandonar el San Juan de Salvamento y construir otro llamado Año Nuevo en la Isla Observatorio, no muy lejos del anterior y de mayor altura.
Con el paso de los años, fue necesario contar con un faro en las inmediaciones de Ushuaia.
Recordemos que debido a las dilatadas distancias de nuestro litoral marítimo patagónico y la precariedad de los caminos, el mayor volumen de abastecimientos se realizaba mediante buques comerciales o transportes de la Armada Argentina. Ésta fuerza que exploró la zona consideró que el lugar más apto para instalar un nuevo faro, estaba en el grupo de islotes Les Eclaireurs (Los
Exploradores), sobre el Canal de Beagle a varios kilómetros de la ciudad Capital de Tierra Del Fuego. Así fue que en 1919 comenzó la construcción de la obra que se llamó igual que el islote, en homenaje a los navegantes franceses que habían recorrido la región, muchos años antes. Se inauguró el 23 de diciembre de 1920, tratándose de una torre de ladrillo de 11,5 metros por 3 metros de ancho. Su figura inconfundible, por altura y sus tres franjas roja, blanca y roja, se yergue a unos 22 metros sobre el nivel del mar. Es alimentado por paneles solares y funciona automáticamente. Se lo puede apreciar desde los cruceros turísticos que recorren el Canal de Beagle, pero no es posible visitarlo.
El faro continúa activo pese a su longevidad. Sus señales lumínicas alternan los colores blanco y rojo con intervalos de pocos segundos, con alcance visual de unas siete millas náuticas. si tenemos en cuenta que la mayoría de los buques cuentan o deberían contar, con instrumental electrónico acorde al siglo XXI que le permita navegar con cierta seguridad, nadie puede garantizar que una falla grave en sus sistemas, obligue al capitán de la nave a utilizar un medio tradicional como la orientación por faros; los que históricamente evitaron muchos accidentes en todo el mundo.
Setenta años después que el faro Les Eclaireurs comenzara a funcionar, el francés Andrés Bornet, admirador de la obra de Julio Verne, gestionó ayuda en su país para construir una réplica del faro San Juan del Salvamento que como se ha dicho, estaba en Isla de Los Estados. Se interesaron en la tarea amigos de Bornet, autoridades galas, la Armada Argentina, el gobierno de Tierra del Fuego, el Museo Marítimo de esa provincia y el Museo del Fin del Mundo. El resultado de ese esfuerzo conjunto, fue el emplazamiento del flamante faro – museo que hoy se levanta en proximidades de donde estuvo el original.
A finales de los años ‘90 los restos del faro primitivo fueron trasladados al Museo Marítimo de Ushuaia, gracias a la iniciativa de las autoridades de ese establecimiento, del Museo del Fin del Mundo y el apoyo de la Armada. Previamente, se hizo un minucioso relevamiento arqueológico en la Isla de los Estados donde se levantó el antiguo faro, que incluyó el cementerio, muelle y otras reliquias.
En 1997 se construyó en el Museo citado, una réplica del original aprovechando restos de aquella construcción legendaria y con figuras de guardafaros cumpliendo sus tareas.
El Faro Les Eclaireurs sigue en funciones honrando la memoria del pionero San Juan del Salvamento, protegiendo la navegación en el Canal de Beagle. Es uno de los aproximadamente sesenta faros activos con que cuenta nuestro país, a cargo del Servicio de Hidrografía Naval.
Por lo expuesto, no es éste “El Faro del Fin del Mundo” imaginado por Julio Verne y además, por la sencilla razón de que la novela fue publicada quince años antes de su inauguración; pero la confusión es de utilidad al turismo internacional y de paso, para difundir las incomparables bellezas naturales de nuestra Patria.
Libbo: El Faro del Fin del Mundo
Autor: Julio Verne (1828 – 1905)
Género: Clásicos / Ficción / Literatura Juvenil / Aventuras
Publicado: 1905
Resumen: Cerca del cabo de Hornos, en uno de los estrechos más peligrosos del mundo para la navegación, el gobierno argentino decide instalar un faro que oriente a los navíos que se arriesgan a pasar del Atlántico al Pacifico por aquellas latitudes próximas a la Tierra de Fuego.
El faro se construye en la isla de los Estados, lugar tan aislado como desolado, lo cual a contribuido a que la gente del mar llame al ingenio «el Faro del Fin del Mundo».
Tres marinos deben cuidar del faro durante un trimestre: vida solitaria y aburrida durante noventa días. Y así habría sido si unos ladrones de barcos naufragados no hubiesen formado una terrible banda y decidido apoderarse del faro para conseguir presas fáciles y con absoluta impunidad.
Faro Les Eclaireurs: Famoso faro Cercano a Ushuaia es el que Siempre se Visita en las Excursiones Marítimas.
54° 52′ S, 68° 05′ W
Altura de la estructura: 11 m
Altura del foco sobre el nivel del mar: 22 m
Puesto en servicio: 23/12/1920
En servicio
Faro San Juan de Salvamento: Conocido como el Faro del Fin del Mundo no se Visita con Excursiones Marítimas
54° 43′ S, 63° 51′ W
Altura de la estructura: 6 m
Altura sobre el nivel del mar: 60 m
Puesto en servicio: 25/05/ 1884
Desafectado al servicio: 1902
Reconstruido y en servicio: 1998
Fuente:
ww.geocities.com/lu7cc
http://www.patagoniaadvent.com.ar/