El proceso de mediación es voluntario, confidencial, flexible, neutral e imparcial en la búsqueda de la autocomposición de los protagonistas. Buscan en forma colaborativa una solución que satisfaga a ambos preservando el vínculo a futuro.
Siembra… y Cosecharas…
Mi abuela nos decía:
“(…) quien siembra vientos, cosechará tempestades…[1]”
Su significado nos advierte acerca de las consecuencias que tener frente a determinadas acciones. Es una expresión que nos invita a pensar.
La abuela estaba intentando que nosotros pudiéramos:
• reconocer cuál es nuestra responsabilidad
• prevenir posibles dificultades
• aceptar las consecuencias de nuestras actuaciones.
En nuestra vida podemos sembrar… entonces cosecharemos…
Entonces y siguiendo esta lógica podríamos decir:
Ninguno de nosotros puede negar que las buenas actuaciones produzcan buenos resultados.
Pensemos en un conflicto entre dos alumnos que se molestan, bromean, sube el tono de agresividad en los dichos, se convierten en gestos, empujones y finalmente terminan en una pelea.
Al ser llevados para conversar sobre lo sucedido comienza un proceso (siembra)
cada alumno cuenta su versión del problema
el otro alumno escucha en silencio los dichos
preguntan y responden al mediador (director, docente, alumno, etc.)
cada uno reconoce lo hecho y dicho
cada uno propone una posible solución
acuerdan
El proceso de mediación es voluntario, confidencial, flexible, neutral e imparcial en la búsqueda de la autocomposición de los protagonistas, es decir, buscan en forma colaborativa una solución que satisfaga a ambos preservando el vínculo entre ellos a futuro.
La abuela buscaba con sus refranes hacernos reflexionar de una manera simple que para educar para la paz será necesario sembrar buenas propuestas para cosechar buenos frutos.
[1] Oseas 8:7-9 Biblia Dios Habla Ellos sembraron vientos y cosecharán tempestades; no tendrán campos que segar, ni sacarán harina de sus espigas; y si acaso llegan a sacarla, los extranjeros se la comerán.