El barrio de Palermo, nacido como una cuña de la pampa introducida en la ciudad, se extendía por los bajos y anegadizos terrenos ubicados entre el pueblo de Belgrano y el límite norte de la ciudad, que entonces no llegaba más allá de la Recoleta.
Pan y Agua – de Elopez – (Eduardo López) – es.artquid.com
A Pan y Agua
No hay acuerdo sobre el origen de su nombre; algunos lo atribuyen al propietario de una chacra; llamado Juan Domingo Palermo, que se instaló en el lugar allá por el 1600. Otros pretenden que se deriva de la advocación de una capilla que se erigía en las actuales esquinas de Las Heras y Malabia, sonde se veneraban a San Benito de Palermo.
Este sector de la ciudad recibió un notable impulso cuando Juan Manuel de Rosas construyó una mansión, que rodeo de jardines y de un canal. Por donde se podía navegar en bote entre hermosos cisnes. Sus opositores denominaban a este sitio la Versalles del Plata, en comparación sarcástica con la Versalles francesa, por la fastuosidad de la construcción y el absoluto de quien lo habitaba.-
Su más celebre opositor, Domingo F. Sarmiento, inauguró en 1875 el paseo 3 de Febrero en homenaje a la batalla de Caseros. Este hermoso parque, diseñado por el propio sanjuanino, que verifica personalmente los avances de la construcción, se extendía hacia el norte hasta la orilla del Maldonado y al oeste hasta las dos calles que Sarmiento hiciera empedrar las avenidas Las Heras y Santa fe, dándole así al barrio de Palermo el empujón definitivo hacía el progreso por su integración con la ciudad.
Se crearon el Jardín Botánico y el Zoológico y se incluyó en el parque un lago natural, formado con agua del Rio de la Plata.
El viejo caserón de Rosas albergó a la primera exposición agro-ganadera realizada en Buenos Aires y luego de varios destinos fue finalmente demolido y en su lugar erigido el monumento a Sarmiento. El epicentro del barrio fue entonces la plaza Italia, lugar de encuentro, desde donde se vislumbraba la cuchillada británica del paredón y los puentes del ferrocarril Buenos Aires Pacífico.
En este barrio, el 23 de abril de 1897, saliendo de la llamada Plaza de los Portones. Circuló el primer tranvía eléctrico de Buenos Aires.
Fue su fisonomía la de un barrio de tango más allá de los europeizados y celebres cafés como como el Atenas o La Paloma, porque albergó la mística de nuestra música popular.-
Nadie mejor que Jorge Luis Borges, uno de sus más famosos exegetas, que ubicó entre sus calles la trama de sus más celebradas milongas, para describir aquellos confines.-
Decía el maestro en Buenos Aires, mi ciudad (Eudeba, 1963):
Palermo era una despreocupada pobreza. La higuera oscurecía sobre el tapial; los balconcitos de modesto destino daban a días iguales; la perdida corneta del manisero exploraba el anochecer. Sobre la humildad de las casas no era raro algún jarrón de mampostería, coronado áridamente de tunas….
Hacia el poniente había callejones de polvo que iban empobreciéndose tarde afuera; había lugares en que un galpón de ferrocarril o un hueco de pitas o una brisa casi confidencial inauguraba malamente la pampa. O si no, una de esas casas petizas sin revocar, la ventana baja, de reja- a veces con una amarilla estera atrás, con figuras- que la soledad de Buenos Aires parece criar, sin participación humana visible. Después: el Maldonado, reseco y amarillo zanjón, estirándose sin destino desde la Chacarita y que por un milagro espantoso pasaba de la muerte de sed a las disparatadas extensiones de agua violenta, que arreaban con el rancherío moribundo de las orillas.
Hará unos cincuenta años después de ese irregular zanjón o muerte, empezaba el cielo: un cielo de relinchos y crines y pasto dulce, una cielo caballar…
Ahí se entristecía Palermo, pies las vías de hierro del Pacífico bordeaban el arroyo, descargando esa peculiar tristeza de las cosas esclavizadas y grandes, de las barreras altas como pértigo de carreta en descanso, de los derechos terraplenes y andenes. Una frontera de humo trabajador, una frontera de vagones brutos en movimiento, cerraba ese costado; atrás, crecía o se emperraba el arroyo. Lo están encarcelando ahora: ese casi infinito flanco de soledad que se acavernaba hace poco, a la vuelta de la truquera confitería de La Paloma, será reemplazado por la calle tilinga, de tejas anglizantes…
Entre los fondos del cementerio colorado del Norte y los de la Penitenciaria, se iban incorporando del polvo un suburbio chato y despedazado, sin revocar: su notoria denominación, la Tierra del Fuego. Escombros del principio, esquinas de agresión o soledad, hombres furtivos que se llaman silbando u que se dispersan de golpe en la noche lateral de los callejones, nombraban su carácter.
El barrio era una esquina final.-
Letras de Tango- Tomo III- 1997- Ediciones Centro Editor – “A Pan y Agua”
A Pan y Agua
En mi triste evocación
Surge el tiempo que se fue,
¡Cuántos años han pasado
y parece que fuera ayer!
Dónde está la que amé…
Dónde está la que olvidé…
El recuerdo me entristece
Y anochece en mi corazón…
Recitado:
1920…
Dónde están mis amigos queridos de entonces,
A pan y agua…
Este tango nos unía en aquellas noches inolvidables de Armenonville…
Viejo Palermo de entonces
Hoy regresas a mi mente,
Muchos amigos ausentes
Como yo, recordarán…
Esas noches de verbenas…
Esas noches de alegrías…
Y este tango que se oía
Entre copas de champán.
Tango que viene de lejos
A acariciar mis oídos,
Como un recuerdo querido
Con melancólicos dejos…
Tango querido de ayer
Que ventarrón te alejó,
Junto con ella te has ido
Y hoy la trae tu evocación…
Recitado:
Café “La paloma”…
Por tu veredón en las noches brumosas,
Se pasean las sombras de Tito, Arolas y Bardi.
Desde el pasado remoto… Desde el recuerdo
Llegan las notas del pintoresco trío
De aquellos bohemios del tango…
……………………. (música) ……………………..
Recitado:
A pan y agua…
Cuántos viejos amigos escucharán tus notas
Soñando con volver a una noche de aquellas.
¡1920…!
Tito: se refiere a Tito Roccatagliata. (David Roccatagliata)
Tango
Letra : Enrique Cadícamo (Domingo Enrique Cadícamo)
Música: Juan Carlos Cobián