La ciudad de Buenos Aires está surcada (ahora bajo tierra) por once cuencas de arroyos, y que en la época de la conquista, los cursos de agua (arroyos, arroyuelos, cañadas, pequeñas lagunas, y  canales) eran más de trescientos!

Dr. Juan Silvio Aleksander*

Historia, y Descripción de la Geografía del Arroyo Maldonado
Nace en la provincia de Buenos Aires, y  recorre en sus 21 km de extensión los municipios de La Matanza, Tres de Febrero, Morón, y en  CABA, 10 de los 48 barrios de la ciudad, a saber: Versalles, Liniers, Villa Luro, Velez Sarsfierld, Floresta, Villa Santa Rita, Villa General Mitre, Caballito, Villa Crespo y  Palermo.

Arroyos y Cuencas CABA

Aunque tiene – todavía – sus aguas con bastante contaminación, se pueden encontrar peces, en general bagres, en la parte central de su recorrido.

aldonado – Entubamiento 1929

En el año 1924, las autoridades decidieron el entubamiento  desde su origen, como solución a los problemas que ocasionaba, por contaminación e inundaciones.

Hacer el trabajo de entubar los arroyos,  era prioritario para convertir en calles transitables, los pocos puentes que conectaban las zonas separadas por los cursos de agua.

Recién en 1939, se completó esta tarea, que abarcaba la casi totalidad de su recorrido en la ciudad de Buenos Aires.

El crecimiento poblacional de la Capital Federal, que se convirtió en una zona densamente poblada, hizo que resultara insuficiente esa obra de ingeniería.

Se resolvió, entonces, proceder a su “entabicamiento”, y la construcción de canales “aliviadores”; estas nuevas obras fueron planificadas y llevadas a cabo durante las primeras dos décadas de este siglo XXI, consiguiendo que, ante lluvias copiosas,  no se vuelva a inundar la urbe.

En el ejido de la CABA, el arroyo Maldonado corre bajo la avenida Juan B. Justo, construída en 1936.

Es una de las tres avenidas más largas de la ciudad, las otras son la avenida General Paz, y la avenida Rivadavia.

Pero…quién fue Juan B. Justo?  Su nombre completo es Juan Bautista Justo, nacido en 1865, y fallecido en 1928.

Fue médico, periodista y escritor, político y senador; y, quizás lo más importante, fundador del Partido Socialista.

Casado con Alicia Moreau, quien murió en 1986, a los 101 años, quien también fue médica, y destacada feminista y socialista.

Juan Bautista Justo – Circa1916

Nos falta la parte histórica: por qué el arroyo se llama Maldonado?

La leyenda nos cuenta que en el año 1536, partió la expedición de don Pedro de Mendoza, para fundar, en su primera versión, la ciudad de Santa María del  Buen Ayre; se componía de  unos 1.500 hombres y unas pocas mujeres.

Una de ellas fue Catalina Vadillo de Maldonado, nacida en Granada, valiente y emprendedora.

La nueva población tenía límites geográficos  estrictos, y había prohibición de trasponerlos, para estar a resguardo de los indios querandíes, que hostilizaban a los europeos.

En una época de hambruna, Catalina desafió la orden, y cruzó la frontera, en busca de comida.

El mito dice que se encontró con una puma hembra, a punto de dar a luz; Catalina la asistió en  el parto de sus crías, y el animal la salvó de los indígenas, que la atacaron. A partir de ahí, se ganó el respeto de los aborígenes.

Cuando volvió al poblado, fue penalizada por infractora, la ataron a una madera, y la llevaron fuera de los límites, a la vera del arroyo, dejándola librada a su suerte, entre indios y animales, que presagiaba una muerte segura.

Pero…la puma hembra que ayudó a tener sus cachorros, la reconoció, y ayudó a desatar.

Días más tarde, soldados españoles recorrieron el terreno cercano al arroyo donde la dejaron atada, para confirmar su muerte, sin embargo, ella estaba a resguardo de la puma hembra.

Las autoridades del pueblo optaron por perdonarla, y allí nació la leyenda del Arroyo de la Maldonado.

Maldonado Av Juán B. Justo Actual

Les gustó esta narración que mezcla geografía e historia?

Pues hay mucho más por descubrir: tengan en cuenta que la ciudad de Buenos Aires está surcada (ahora bajo tierra, pero que viven y laten) por once cuencas de arroyos, y que en la época de la conquista, los cursos de agua (arroyos, arroyuelos, cañadas, pequeñas lagunas, y  canales) eran más de trescientos!

La historia del “Arroyo de la Maldonado” ha sido sólo una de ellas!

*Contador, Perito Judicial y Técnico en Turismo

Maldonado

Salud, mi arroyo Maldonado,
Mi viejo amigo del arrabal.
Hoy que estoy triste vengo a tu lado
Para cantarte todo mi mal.
Desde cachorro jugué en tus aguas
Y fue en tu barro que yo me crié,
Y me perdieron unas enaguas
Del mismo barro que yo amasé.

Siguiendo solo mí metedura
Sin pena alguna te abandoné,
Y enceguecido por su hermosura
Por darle lujos hasta robé.
Como en el tiempo de mi condena
Jamás la ingrata me vino a ver,
En tus orillas, como alma en pena
Busco el olvido de esa mujer.

Vos que en silencio fuiste testigo
De mil tragedias de odio y amor,
Decime dónde, mi viejo amigo
Se halla la causa de mi dolor.
Decime, arroyo, porque este carro
De mi existencia me ha hecho saber,
Que aquel que un día dejó tu barro
Tarde o temprano, te viene a ver.

Tango – 1928
Letra: Alberto Vacarezza  (Bartolomé Ángel Venancio Alberto Vaccarezza)
Música: Raúl de los Hoyos  (Raúl Joaquín de los Hoyos)

Maldonado

¡Maldonado!
Viejo arroyo que guardás
cien tragedias
enredadas en el mal,
y en tu libro de memorias
cobijó su historia todo el arrabal.

¡Cuántas veces
tu agua turbia se tiñó
con la sangre
del malevo que cayó!,
mientras, riendo en la esquina,
la mujer ladina ni se conmovió.

Hondos dolores que nunca se supieron,
tibios amores que pronto sucumbieron;
larga es tu historia de odio y de guapeza
forjada en la tristeza de todo el arrabal.

Cuando la noche de sombras se rodeaba
como un fantoche tu charco sollozaba
mientras la luna brillando desde lejos
mostraba en sus reflejos la vaina de un puñal.

Y el malevo
cuántas veces revisó
en tu orilla
la cartera que robó,
pa’ comprarle chucherías
a la que tosía… y que al fin murió.

Maldonado:
menos mal que no podés
contar nunca
la miseria que escondés.
¡Y será tu triste vida
la sangrienta herida que no tuvo ley!

Tango
Música: Luis Visca
Letra: Luis Rubistein