Llegaremos a la conclusión de que existen otras ciudades que también tienen un puerto en sus costas; Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, etc., y no vemos por qué no llamar porteños a sus habitantes. Y, de hecho, nadie los llama así.
Yo Soy Porteño
Usted lector, ¿es porteño? Porque si supone que es correcto llamar así solamente a los que vivimos en la Capital Federal, se equivoca.
Por lo general, la gente cree que el adjetivo porteño debe ser adjudicado a los “porteños”, pero en realidad esa es una aseveración falsa.
Según las normas de la Academia, merece ese calificativo a “persona que es nacida o reside en una ciudad que tiene puerto”, como bien sucede con el caso de nuestra ciudad.
Pero, si analizamos la definición, llegaremos a la conclusión de que existen otras ciudades que también tienen un puerto en sus costas; Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, etc., y no vemos por qué no llamar porteños a sus habitantes. Y, de hecho, nadie los llama así.
Respecto de la palabra portuense, deben ser calificadas de esa manera “las personas que han nacido o residen en una ciudad que lleve la palabra puerto en su nombre”, tal como sucede con las ciudades de Puerto Deseado, Puerto Monti, Puerto Madryn, etcétera.
Un caso muy singular sucede con los nacidos en Puerto Rico, que reciben indistintamente- los gentilicios porteños, portuenses, puertorriqueños, portorriqueños, borincanos y borinqueños.
Soy un Porteño
Soy un porteño nacido
en el barrio que se cuadre,
niño bien, medio compadre,
sobrador y consentido.
Tengo fama de aburrido
y ando galgueando la guita,
pero guardo la infinita
nobleza del ser humano,
si canto con “Mano a Mano”,
lloro con “La cumparsita».
Me hice una ley: ser derecho
en la mala y en la buena,
silbo y desato una pena
que se hizo nudo en mi pecho.
Guardo en el alma el acecho,
una pasión sin medida,
y sé jugarme la vida
por un naipe y una dama,
si me habrán dejao de cama
naipes, paicas y bebidas.
Me templé en los bodegones
sacando lustre al estaño,
vi hacer callo al desengaño
en corazón de varones.
Pianto de los metejones
que traen al amor fulero,
pero soy bueno y sincero
cuando el amor me echa garra.
¡Yo soy como la guitarra,
canto y lloro cuando quiero!
Milonga
Música: José Razzano
Letra: Celedonio Flores
Yo Soy Porteño
(Gius) Augusto r. Giustozzi –
Guión de televisión – Conforman esta edición de Clásicos Argentores dos guiones de Yo soy Porteño correspondientes a la temporada 1965: «La música de Canaro» y «El inflexible». EL programa, un éxito que duró cinco años en la pantalla chica, surgió de la asociación de un talentoso director, David Stivel, con un eficaz y fecundo guionista: Gius.
«La música de Canaro» es un tributo al Buenos Aires de otros tiempos representado en la música y en las letras de una figura emblemática del tango. «El inflexible» plantea, en medio de una trama de enredos amorosos, el conflicto generacional entre los padres fanáticos del tango y los valses, y los hijos que se vuelcan a la nueva múscia: el fox trot. Cuatro décadas antes del primado del costumbrismo en las mediciones de audiencia, Gius hizo de la porteñidad un culto y le dio al tango un sabor televisivo único, sazonado de humor y de sana nostalgia.
Paradójicamente, un programa que tomaba en solfa el tango y jugaba burlonamente con cierto anquilosamiento terminó rejuveneciendo un género que parecía haber quedado atrás e hizo que el público comenzara a ver de nuevo con afecto aquel acervo musical. Los textos que integran esta edición sirven como cabal muestra de lo que «Yo soy porteno» significó a la distancia. Y acreditan, sin ninguna duda, la condición de clásico de su autor.
https://www.editorialbiblos.com.ar/ – Marcelo Stiletano