El éxito fue inmediato. Pero “Percal” Tuvo la desgracia de haber nacido en 1943, año en que monseñor Gustavo Juan Franceschi inició en la Argentina la campaña contra “los peligros del arte popular”, que era promovida por el Papa.
Las Chicas y el Percal – 1955
Percal – Tristeza del Percal
En 1943 Homero Expósito se propuso actualizar el conocido tema de la chica que abandona el barrio cegada por una vida fácil, tema iniciado en 1919 por Pascual Contursi, con “Flor de fango”, popularizado por Samuel Linning, con “Milonguita”, en 1920.
Si bien el motivo era ya viejo- como el vestido de percal que le da título- la idea consistía en recrearlo con un lenguaje nuevo. Y así surgieron algunos hallazgos como éstos: “Percal…/ Camino del percal/ te fuiste de tu casa. / Tal vez nos enteramos mal, / solo sé que, al final, / te olvidaste el percal”
La bella melodía de tales versos fue escrita por el bandoneonista Domingo Federico, que habría realizado sus colaboraciones iniciales con Expósito un año antes, resultado de esa unión “Al compás del corazón” y “Tristezas de la calle Corrientes”.
Curiosamente, “Percal” tuvo un estreno doble. Miguel Caló- uno de cuyos bandoneonistas era Federico- lo interpretó con la voz de Raúl Iriarte en la boite Singapur, de la calle Montevideo. Aníbal Troilo, a su vez, hizo lo propio en otra bote, Sans Souci, de Corrientes, con su cantor Francisco Fiorentino. Ambas orquestas lo llevaron al disco en ese mismo año también lo hizo, por entonces, Carlos Di Sarli con Alberto Podestá.
El éxito fue inmediato. Pero “Percal” Tuvo la desgracia de haber nacido en 1943, año en que monseñor Gustavo Juan Franceschi inició en la Argentina la campaña contra “los peligros del arte popular”, que era promovida por el Papa. Lunfardismos y términos considerados inconvenientes fueron excluidos de los tangos, y el que hoy nos ocupa terminó por ser prohibido.
Expósito había escrito en su letra “tenías quince abriles, / anhelos de sufrir y amar…” y, claro está, decir que una joven de esa edad podía prostituirse resultó fatal para la difusión de la obra. “Esta censura- comentaba el autor- no hizo más que agrandar el suceso”.
La prohibición no impidió que “Percal” se convirtiera en uno de los grandes tangos. Tan grande que, cuando Troilo lo estrenó, Discépolo- que estaba presente- le dijo a Expósito: “¡Como me hubiera gustado haber sido yo quien escribiera ‘Tal vez nos enteramos mal’…”
Percal
Percal…
¿Te acuerdas del percal?
Tenías quince abriles,
anhelos de sufrir y amar,
de ir al centro, triunfar
y olvidar el percal.
Percal…
Camino del percal,
te fuiste de tu casa…
Tal vez nos enteramos mal.
Solo se que al final
te olvidaste el percal.
La juventud se fue…
Tu casa ya no está…
Y en el ayer tirados
se han quedado
acobardados
tu percal y mi pasado.
La juventud se fue…
Yo ya no espero más…
Mejor dejar perdidos
los anhelos que no han sido
y el vestido de percal.
Llorar…
¿Por qué vas a llorar?…
¿Acaso no has vivido,
acaso no aprendiste a amar,
a sufrir, a esperar,
y también a callar?
Percal…
Son cosas del percal…
Saber que estás sufriendo
saber que sufrirás aún más
y saber que al final
no olvidaste el percal.
Percal…
Tristezas del percal.
Tango – 1943
Música: Domingo Federico
Letra: Homero Expósito