Esta manera de contar la historia, a través de imágenes, logrando que las paredes digan y expresen no solo lo abstracto del arte del graffiti, se convierte en una original manera de plasmar la identidad campanense desde lo cultural.
Claudio Valerio
El “Asado de Tira”; Cuando el Arte se Entrelaza con la Historia de una Ciudad
El arte se entrelaza con la historia y relata parte del pasado desde una pared… Hoy, los visitantes y vecinos de nuestra ciudad son recibidos, en la clásica entrada de «El arco», con un magnifico mural que nos habla de historia de Campana. Sobrio e impactante, el mismo se despliega en blanco y negro atrapando los sentidos.
Creado en homenaje al próximo aniversario de la ciudad, el mural se puede remitir a múltiples lecturas, una de ellas relacionada al inicio pujante de Campana, cuando la ganadería y el inicio de la industria del frio comenzó a desarrollarse de manera exponencial y trayendo, como consecuencia, resultados sociales y culturales que trascenderían las fronteras locales, para instalarse a lo largo del país y convertirse en referente de la identidad argentina.
130 años atrás, la incipiente industria campanense contaba con una destilería de Alcohol (una de las primeras tres que se instalarían en el país para dejar de importar alcohol), un molino harinero, una destilería de petróleo, y otras más. Pero lo más destacado para el momento, fue la construcción de lo que sería el primer frigorífico de Argentina y Sudamérica, sustentado sobre la antigua industria de los saladeros con la que llego a convivir con ella durante gran tiempo.
El frigorífico campanense dejó su impronta por ser el primero en comercializar carne vacuna, de cuyos cortes habría surgido el tan conocido, y consumido, asado de tira. Nacido de las preferencias de una carne de mejor calidad, para lo cual hubo que desarrollar un nuevo sistema de pastoreo, el asado de tira también debe su génesis al ingenio de aquellos expertos asadores, devenidos en carniceros, en la nueva industria, quienes trasladaron sus costumbres camperas de asar (en parrilla vertical) a la ciudad con un nuevo corte de carne surgido como remanente de la carne elegida para exportar a Inglaterra.
Pero este corte nuevo, constituido por tiras de asado, necesitaba un nuevo utensilio para ser asadas, diferente al que se usaba en el campo al aire libre y con espacio disponible. De acuerdo a estudios antropológicos, la parrilla tal cual la conocemos hoy en día aparece documentada por los años 50, adaptada al uso urbano, cuando las casas comenzaron a incluir un espacio para realizar los populares asados.
El mural de Franco Fasoli, reúne aspectos históricos reseñando de manera artística elementos identitarios de la ciudad. El ganado girando en torno a un fuego mitológico, que remite a la creación, y en el centro de este una parrilla urbana, motivan al espectador a remontarse a los remotos tiempos en los que el desarrollo comercial, unido al demográfico producido por la inmigración-de otros países al nuestro, y del interior a la ciudad, condujo a la generación de nuevas pautas culturales. Todo ello confluyo a su vez, con el paso del tiempo a integrarse al patrimonio cultural en general y al patrimonio gastronómico en particular.
Esta manera de contar la historia, a través de imágenes, logrando que las paredes digan y expresen no solo lo abstracto del arte del graffiti, se convierte en una original manera de plasmar la identidad campanense desde lo cultural.