El paso entre lo imposible y lo posible es uno de negociación. Consiste en identificar los obstáculos que impiden la aplicación. La identificación de esos obstáculos no se limita a ver si algo “se puede hacer” o si “no se puede hacer”. Incluye también un “por qué no se puede hacer”, un “quién impide que se pueda hacer” y un “a quién le sirve que no se haga”. Esto significa que todo acto cognoscitivo es simultánea e inseparablemente un acto creativo, ético y político. Lo aplicable solamente permite que “seamos” si además tenemos consciencia de la riqueza de lo inaplicable que lo rodea. Lo aplicable muchas veces puede lidiar con las heridas. Lo inaplicable nos puede fortalecer para lidiar con las causas.
Hacer todo, todo lo que podamos con nuestras herramientas, no será poco.
Una imagen, unas palabras, una acción pública en movimiento, un sonido en la distancia, una respuesta en la fila del banco en el supermercado o en la feria, un cartel en la puerta, un broche en la solapa…
Un estar atentos y presentes…
Un presentar y dar batalla.
«Lo que Queda del Cuerpo de la Justicia»…
Estoy convencido desde hace tiempo, que Cristina, el Kirchnerismo, el Peronismo, y todo lo que represente las políticas populares y soberanas, ya fueron declarados culpables, condenados y estigmatizados por los jueces y fiscales funcionales a los sectores de poder y una parte de la sociedad que repite sin saber…
Eso es algo bien sabido y esperado, lo que no estaba tan expuesto, al descubierto, es el grado feroz de encubrimiento, connivencia cómo una «asociación ilícita» de esos mismos jueces y fiscales cómplices de la corrupción del macrismo, de cambiemos y de la derecha argentina…
Mauricio Nizzero
Por Miguel Ángel Lucero